Alemania afronta una escasez de trabajadores. Para algunos, la solución es trabajar 42 horas semanales

Berlin oficina.
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

El mundo se está rindiendo a la jornada laboral de cuatro días. Multitud de empresas están llevando a cabo una revolución. En Magnet hemos contado desde cómo el proyecto piloto de Telefónica en España hasta la reforma de ley en Bélgica están teniendo un impacto real. Hace unos días, Reino Unido lanzaba la prueba más grande jamás realizada de jornada laboral de cuatro días, con más de 70 empresas participando. Pero mientras el mundo se echa en brazos de nuevas formas para mejorar la productividad y reducir el agotamiento de los empleados, otros han seguido otro camino.

Alemania, al parecer, va a contracorriente. Están debatiendo si aplicar una jornada laboral semanal de 42 horas. Y, claro, nadie se imagina trabajando diez horas en lugar de ocho.

Una jornada laboral de 42 horas. Hace unos días, el presidente de la Federación de Industrias Alemanas, Siegfried Russwurm, reabría el debate de aumentar la jornada laboral para solventar la creciente escasez de trabajadores: "Tengo una gran simpatía por un aumento opcional en las horas de trabajo semanales, por supuesto, con una compensación salarial completa. Una semana de 42 horas sin duda sería más fácil de implementar que una introducción general de pensiones de jubilación a los 70".

El bombazo ha causado el caos en el país pero, sobre todo, cierto resentimiento en redes. La política de izquierda Julia Schramm escribía en Twitter: "Cualquiera que exija una semana de 42 horas o una pensión a los 70 nunca ha trabajado duro en su vida". Dietmar Bartsch, líder del grupo parlamentario Die Linke comentaba: "Semana de 42 horas, jubilación a los 70: esto es una lucha de clases desde arriba". Al otro lado, otros expertos como el  economista Michael Hüther se pronunciaban a favor de una semana de 42 horas como jornada laboral estándar.

La situación en Alemania. Sí, la falta de trabajadores es un gran problema. Y más ahora que se acerca el verano. Hay escasez de personal en todas partes, con actualmente 1,7 millones de puestos vacantes en Alemania, según el Instituto de Investigación del Empleo. Más que nunca. Desde camareros, limpiadores, barrenderos o cuidadores hasta obreros o tripulantes de avión. Los expertos esperan una larga crisis económica si las empresas carecen permanentemente de trabajadores. Y al parecer tienen problemas para cubrir esos puestos.

Un cambio. Es curioso que el debate llegue justo ahora, en 2022. Hay que tener en cuenta que hace casi 70 años, los sindicatos protestaron contra las largas jornadas. En aquel entonces, impulsaron la semana de 40 horas. No está claro si volver a lo que no funcionó entonces ayudará a alguien. Hay quien argumenta que dejar que los empleados trabajen más y pasen menos tiempo con la familia no resuelve un problema, sino que crea más.

En Magnet hemos comentado como incluso el país alemán, tradicional motor económico europeo, había conseguido reducir su paro a mínimos históricos y le había permitido al principal sindicato industrial del país, IG Metall, conseguir que los obreros disfrutaran de una semana laboral de 28 horas. Pero no es el único paso que se ha dado. Alemania fue pionera introduciendo la semana laboral de 35 horas a mediados de los 80.

El país de la parcialidad. También hay que hacer hincapié en que Alemania es un país que lleva 25 años haciendo crecer la parcialidad de los empleos. En 1996 había 8,3 millones de alemanes trabajando a tiempo parcial, en 2016 subía a los 15,3 millones. Y hoy son el 39% del total del empleo del país. Es el tercer estado de la Eurozona con más empleos de este tipo, por detrás de Austria y Países Bajos. Y la temporalidad ha conllevado a la precarización, con más empleo peor pagado.

La tendencia en Europa. El rumbo que lleva el continente está claro. Reino Unido dio hace unos días un paso adelante con lo que será el ejemplo más claro de que la jornada de cuatro días es el futuro. Además, con un modelo que es el más justo hasta el momento: los empleados de 70 empresas (casi 3.000 trabajadores) cobrarán el total del salario sin ningún tipo de reducción pero trabajando sólo cuatro días. En Islandia, por ejemplo, la reducción de las horas de trabajo a 36 horas por semana se probó en varios experimentos con resultados en su mayoría positivos.

Multitud de empresas llevan meses probando este sistema. En España, Telefónica se convertía en la primera gran empresa en ponerlo en marcha, tal como contábamos aquí. Lo mismo sucedió con Desigual, que estableció una reducción de jornada pero con disminución de sueldo. Dell hizo lo mismo en Países Bajos, también con una reducción de salario proporcional a esa disminución. Y Canon plantea un modelo que sí se ajusta más al modelo que defienden los teóricos británicos: reducir el tiempo de trabajo sin bajarles el sueldo. ¿En qué están pensando los alemanes?

Imagen: Unsplash

Comentarios cerrados
Inicio