Hace tiempo que YouTube demostró ser un filón para los creadores de contenidos para niños. Incluso Google se ha rendido a la evidencia y ha creado YouTube Kids, una versión "light" con contenidos dirigidos únicamente a los más pequeños.
Las opciones en este sentido son asombrosas, y triunfan youtubers que se dedican a abrir huevos Kinder, hacer unboxings de juguetes o hacer carreras de canicas. Ahora el fenómeno de YouTube que triunfa es especialmente prodigioso, porque son películas para niños creadas con GTA V, un juego para adultos.
Spiderman y Rayo McQueen son BFFs
El "modo director" de GTA V permite a los creadores convertir este juego en un singular estudio de cine de animación en el que pueden acceder a una potente herramienta para añadir personajes, objetos y escenarios que luego responderán a sus necesidades de forma total. El control de las cámaras y del movimiento de esos objetos y personajes es tan amplio que se pueden hacer verdaderas maravillas no solo para adultos, sino también para niños.
El delirio creativo es aquí evidente, y las películas se centran en mezclar personajes totalmente dispares que son muy populares entre los niños y que permiten imaginar historias con esa lógica tan peculiar que aplican los propios niños al jugar en sus casas: coger un muñeco de Spiderman y un coche de Cars y empezar a montar una historia es muy normal en ellos: ¿por qué no hacerlo en YouTube en forma de película?
Eso es lo que ocurre por ejemplo con los vídeos de Rayo McQueen y de Spiderman, y de hecho el vídeo más visto de la historia en este segmento es precisamente una especie de "remake" de Cars 2 en el que ambos personajes y otros como el Joker de Batman son protagonistas. 127 millones de visualizaciones ya dejan claro que el formato tiene sentido.
Un negocio muy rentable
Las historias montadas en torno a Spiderman y Rayo McQueen son de lo más variopintas, y hay alguna que también se aprovecha de otro de los juguetes favoritos de los niños: los dinosaurios.
Las creaciones son a menudo repetitivas —como ocurre con otros tipos de contenidos hechos en YouTube— y por ejemplo el canal SuperHeroFun! está plagado de situaciones en las que Rayo McQueen se salva de ser arrollado por camiones o trenes mientras de fondo suenan nanas y canciones que volverán locos de contento a los niños y locos (de verdad) a los padres.
Los comentarios en esos vídeos no suelen tener demasiado sentido y parecen creados por bots y cuentas automáticas (muchos son simplemente una letra, un símbolo o una combinación absurda), lo que deja entrever un lado algo más oscuro y por supuesto un negocio en el que los creadores saben bien de qué va esto de YouTube: de generar interés con el menor esfuerzo, para luego recaudar ingresos publicitarios gracias a esas visualizaciones.
Evidentemente a los niños eso les importa poco o nada, porque los vídeos son para ellos absolutamente hipnotizadores: ver por fin esa película en la que Mickey comparte escenario de baile con Sonic, Spiderman o Crash Bandicoot no tiene precio para ellos. Y puede que para los mayores tampoco.
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