Andrés Manuel López Obrador ha abierto una caja atronadora durante largo tiempo cerrada en España. El presidente mexicano ha enviado una misiva a Felipe VI en la que solicita sus "disculpas" por los abusos cometidos durante la Conquista de América. El gesto ha levantado una gigantesca polvareda al otro lado del Atlántico, motivando el escándalo de columnistas, opinadores, historiadores y líderes políticos españoles de toda condición.
En parte, la polémica está coja.
¿Qué ha dicho? AMLO ha hecho públicas sus cartas, una enviada al soberano español, otra remitida al Papa, en un largo vídeo a los pies de una pirámide maya. El presidente aprovecha el quinientos aniversario de la primera batalla entre Hernán Cortes y los mayas-chontales para rememorar las aniquilaciones sufridas por "los pueblos originarios".
Envié ya una carta al rey de España y otra al Papa para que se hagan un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos. Hubieron matanzas, imposiciones. La llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz. Se edificaron las iglesias arriba de los templos. Se excomulgó a nuestros héroes patrios, a los padres de nuestra patria, a Hidalgo y a Morenos.
Entonces es el tiempo ya de decir "vamos a reconciliarnos", pero primero pidamos perdón. Yo lo voy a hacer también, porque después de la colonia hubo mucha represión a los pueblos originarios. Fue lamentable lo que pasó con el exterminio a los yaquis, a los mayas, e incluso el exterminio a los chinos en plena revolución mexicana, desde el porfiriatio y luego. Entonces tenemos que pedir perdón, y que el año 2021 sea el año de la reconciliación histórica.
¿Qué ha trascendido? Sólo la primera parte. De ahí la histriónica reacción de Rafael Hernando, portavoz popular, recomendando a Lopez Obrador "que estudie un poco". Albert Rivera, líder de Ciudadanos, ha definido la misiva como "una ofensa intolerable al pueblo español". El propio gobierno de Pedro Sánchez ha rechazado "con toda firmeza" las cartas, cuyo contenido "lamenta profundamente".
¿Por qué? La petición de AMLO encaja a la perfección con su educación política, de fuerte sustrato nacionalista, pero también con una corriente de pensamiento latinoamericana que lleva décadas revisando el rol histórico del Imperio Español en la conquista. Desde la disputa de la figura de Colón hasta los fastos del 12 de octubre, el "descubrimiento" es hoy un acontecimiento discutido con fiereza.
¿Es confrontativo? Si bien AMLO dirige su exigencia hacia Felipe VI, cuesta interpretar en ella una petición de disculpas de España hacia México. El presidente habla en todo momento de los "pueblos originarios", en los que no se incluye, y extiende la responsabilidad de su persecución sobre el estado mexicano. Él, como su jefe de estado, también se compromete a pedir disculpas por los "exterminios" del siglo XIX y XX.
AMLO quiere que España pida perdón. Pero también México.
¿Qué significa? El relato fundacional mexicano se construye contra el Imperio Español. De ahí las responsabilidades morales que se le atribuyen en la conquista. Como siempre, es complejo: Cortés se valió de otros pueblos enemigos de los aztecas para triunfar. Y gran parte de la élite criolla sobre la que se construyó el México contemporáneo, y que tras la independencia continuó excluyendo a las poblaciones indígenas, es heredera de los colonos españoles.
¿Pide lo imposible? Durante los últimos años diversas potencias coloniales han pedido disculpas por sus conquistas pasadas. Canadá otorga una posición preferente a sus "primeras naciones", y el gobierno de Trudeau ha activado reparaciones económicas. Alemania ha dado pasos (lentos) hacia su reconocimiento del genocidio Herero en Namibia. Australia pidió perdón a sus pueblos nativos en 2008.
AMLO camina en líneas semejantes, aunque su petición es más controvertida por emitirse de un estado soberano a otro. Y no sólo internamente.
Imagen: AP
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