Tras siglos preguntándose por el origen de su escultura del león alado, Venecia ha descubierto algo: es "made in China"

  • Un estudio ha descubierto que el famoso león de la plaza de San Marcos está hecho con bronce chino

  • Los expertos están convencidos de que no es un león, sino un "zhènmùshòu", una figura funeraria china

Banderaleon
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El león alado de la Plaza de San Marcos es uno de los símbolos más reconocibles, icónicos, reproducidos y fotografiados por los turistas en Venecia. Solo que hay un problema: todo indica que la pieza no es veneciana. Ni italiana. Ni siquiera europea. Sus orígenes estarían a miles de kilómetros del Adriático, en las lejanas minas de la cuenca baja del río Yangtze, China. Es más, la figura que llevamos siglos admirando en la piazetta probablemente no sea siquiera un león en sentido estricto; se trataría de un zhènmùshòu, una figura funeraria medieval.

En resumen, si las investigaciones que acaba de publicar un grupo de eruditos italianos han dado en el clavo, el famoso león alado veneciano sería en realidad una estatua "made in China".

Un león, un emblema universal. Quizás hayas estado en Venecia. Quizás no. No importa. Tanto en un caso como en el otro lo más probable es que reconozcas el León de Venecia, la archiconocida escultura que se alza sobre un de las grandes columnas que coronan la Piazzetta San Marco de la ciudad, un punto de paso obligado cada año para miles de turistas durante sus visitas al Véneto.

La figura, fabricada en bronce y de alrededor de 3.000 kilos de peso, muestra un león alado. Bajo las patas delanteras sostiene un libro, un añadido posterior en el que se lee "Pax tibi Marce, evangelista meus" ("Paz a ti Marcos, mi evangelista"), la frase que, según la tradición religiosa, dijo un ángel al evangelista San Marcos cuando este se vio sorprendido por una violenta tormenta durante su visita a la laguna de Venecia en el I d.C.

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¿Y cuál es su origen? Buena pregunta. Difícil respuesta. En el pasado hubo quien la asoció a Sandon, un dios de origen hitita, y especuló con que su origen podría estar en Tarso, en Asia Menor, y remontarse incluso al siglo III a.C., o incluso antes. Algunas teorías sugieren también que podía tratarse de una figura asiria, india o sasánida. De lo que no hay duda es de que el león alado se ha convertido en uno de los emblemas de Venecia, un símbolo del evangelista Marcos y una seña de identidad de la ciudad.

Leones alados encontramos también en otros puntos de la capital del Véneto, como la fachada de la basílica de San Marcos, la decoración del Palacio Ducal o la Torre del Reloj. La figura se ha colado incluso en la bandera de la Serenísima República de Venecia o en la industria del cine a través del Leone d´Oro, el máximo galardón del Festival de Cine de Venecia. A pesar de esa enorme visibilidad, los historiadores de Italia y el resto del planeta llevan tiempo mirando a su representación más icónica, la de la Plaza de San Marcos, con una duda irresoluble: ¿Cuál es el origen exacto de la escultura que se alza sobre la columna?

Una pieza "made in China". Esa es la fascinante idea que ha dejado botando hace poco un grupo de expertos de la Universidad de Padua, la Asociación Internacional de Estudios Mediterráneos y Orientales (Ismeo) y la Universidad Ca`Foscai de Venecia. Tras sumar fuerzas y su experiencia en campos tan dispares como la geología, química, arqueología o historia del arte, el equipo ha llevado a una conclusión curiosa: los orígenes del león alado están en China.

Lo primero que han descubierto es que el cobre con el que se ha fabricado la escultura procede del gigante asiático, más concretamente de las minas de la cuenca baja del río Yangtze, en China. "Así lo confirman los precisos análisis de isótopos de plomo, que dejan en el bronce huellas inconfundibles de las minas originales de las que se extrajo el cobre", aclaran desde la Universidad de Padua. Sus conclusiones se presentaron en septiembre, durante un congreso internacional celebrado en Venecia con motivo del 700 aniversario de la muerte de Marco Polo.

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No digas león, di 镇墓兽. No es la única conclusión que ha compartido el equipo. En un comunicado lanzado en septiembre por la Universidad de Padua y en el que desgranan parte de su trabajo, los expertos deslizan otra idea igual de fascinante: "muy probablemente" la figura del león alado fue originalmente un zhènmùshòu (镇墓兽), que podría traducirse como "guardián de la tumba", una figura funeraria fundida en el Medievo chino, durante la dinastía Tang, que se extendió entre el 609 y 907 d.C.

La figura habría sido eso sí alterada. Según recoge EuroNews, el estudio multidisciplinar apunta que en algún momento de su historia alguien modificó el zhènmùshòu, cortándole o lijándole ciertas partes, como los dientes, bigotes y cuernos, para que se pareciese más a un león que a una criatura del folclore asiático. En cualquier caso, Massimo Vidale, profesor de arqueología que participó en el estudio, deja claro qué muestran los análisis y qué es interpretación: "Por el momento, podemos decir con cierta certeza que el cobre vino de China, y que el estilo de las partes originales de la estatua coincide con rasgos formales chinos".

El vínculo con China. No es la primera vez que los expertos miran al gigante asiático cuando se preguntan por los orígenes del león alado de la Plaza de San Marcos, aunque en esta ocasión el estudio ha logrado una repercusión especial. Por los análisis que vinculan su bronce de forma rotunda —un nivel de certeza del 95-98%— con las minas chinas. Y por su interpretación artística, que liga al famoso león con una criatura tradicional de la cultura china.

"Para mí y mis coautores las similitudes con un zhènmùshòu resultan evidentes; pero tenemos que considerar las importantes transformaciones que ha experimentado la escultura original Tang —la más importante y temprana, si estamos en lo cierto— desde una criatura híbrida sentada con cuernos y alas a la imagen leonina horizontal que contemplamos hoy", señala el expertoal diario chino Global Times. Una de las claves estaría en los rasgos faciales de la escultura, similares a los de otros monumentos funerarios encontrados en tumbas del lejano período Tang.

¿Enigma resuelto? No. El estudio arroja luces, pero también dibuja algunas sombras oscuras en torno al origen de la enigmática figura. Lo reconoce la propia Universidad de Padua, que recuerda que, dado que en 1295, cuando Marco Polo regresó de su viaje, la estatua ya estaba erigida en la columna, "las circunstancias de su llegada siguen siendo un misterio". Los expertos apuntan que probablemente se trasladó en piezas y sugieren que puede estar relacionada con los viajes de Niccolò y Maffeo, padre y tío de Marco, que entre 1264 y 1266 habían visitado la corte en Pekín.

"No hay documentación sobre su llegada. Solo sabemos que el león ya estaba en la estatua en 1293. El papel de los parientes de Marco Polo es solo una especulación. La llegada anterior al Cercano Oriente o al Mediterráneo durante el intenso comercio a lo largo de la Ruta de la Seda es completamente posible", comenta el profesor y geólogo Gilberto Artioli, al diario chino.

Imágenes | Dominic Kurniawan Suryaputra (Unsplash), Sébastien Bertrand (Flickr), Pablo F.J. (Flickr) y Rob Oo (Flickr)

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