Era cuestión de tiempo que las voluptuosas aguas del trap español, el fenómeno musical del momento entre la adolescencia y la juventud temprana, terminara trasvasando su marejada a otros océanos de la cultura popular.
Y el dique ha roto por el lado más previsible: la televisión. Previsible, al menos, desde que Eduardo García, Josemi en Aquí no hay quien viva, icónico y revoltoso hijo con sobrepeso del presidente de esta nuestra comunidad, Juan Cuesta, se irguiera en referencia del género desde su particular grupo, Los Burlaos. La historia que narramos a continuación mezcla guiones paródicos, rimas acusatorias, bases repletas de THC y la potencia viral indiscutible de YouTube. Y el origen de todo se encuentra en Fernando Tejero.
Las cuentas pendientes de Josemi
A finales del mes pasado, García, conocido artísticamente como Dudu, subía un vídeo titulado "Estación de Valdesquí" en el que parecía ajustar cuentas con un ente desconocido. Nada fuera de lo habitual: las letras del hip hop a menudo están repletas de competiciones y beefs, peleas en el argot, entre miembros de la misma escena. Lo interesante, esta vez, era que los ataques no se dirigían hacia ningún otro grupo o rapero, sino hacia el productor de televisión de Aquí no hay quien viva, Alberto Caballero.
¿Por qué? Simple: con anterioridad, Caballero había parodiado la renovada actitud vital y artística de Dudu en una frase del personaje interpretado por Fernando Tejero en La que se avecina, la suerte de infinita continuación de Aquí no hay quien viva.
"It's the jungle, nigga!", recitaba de forma forzada y poco natural Tejero, un deje del guión trazado por Caballero que se inspiraba en otro vídeo subido con anterioridad a YouTube en el que, sin ironía, Dudu se expresaba en tales términos tras hablar de las muchas armas de fuego a su disposición. Aquella frase culminaba una retahíla de alarde macarra y violento con un deje afroamericano, herencia del rap estadounidense del que el trap español tanto bebe, pero algo descontextualizada en boca de un ex-actor blanco español.
Para Caballero y Tejero, antiguos compañeros de trabajo de Dudu, la situación era demasiado ridícula como para no parodiarla (un joven español tratando de comportarse y hablar igual que un afroamericano de The Wire). La frase se incluyó en el guión, se grabó como tal y se emitió en la televisión.
La reacción no tardó en llegar, y de qué modo: García compuso una nueva canción y la subió a YouTube. En ella critica las prácticas laborales abusivas de Aquí no hay quien viva y de explotación infantil (trabajó como menor de edad en la serie), dadas las infinitas horas de trabajo, según él, que volcaba en la serie. Del mismo modo, acusa a Caballero y a Tejero de no comportarse con elegancia cuando él, simplemente, se había retirado de la actuación sin molestar a nadie. Bases trap + YouTube = 1.200.000 visionados. Boom.
Con anterioridad, García había aparecido por la cuenta de Instagram de Tejero para recriminarle que subiera el pequeño clip donde suelta su "it's the jungle, nigga!" denunciando que tanto él como Caballero y otros compañeros del reparto habían tratado de desprestigiarle tildándole de "camello" o "drogadicto". Dudu, quien hace abierta apología de la marihuana o el hachís, responde en su vídeo insinuando que García y Tejero son consumidores habituales de otras sustancias, de vía nasal ("Estación de Valdesquí", ejem).
Y así, de forma repentina y volcánica, Aquí no hay quien viva ha terminado en el fregado del trap.
El trap: historia de un aterrizaje desde Atlanta
"Un segundo, ¿el trap?". Sí, el trap: una variante contemporánea del clásico hip hop de bombo y caja que surgió en Estados Unidos, concretamente en Atlanta, a principios de los novenda, ejemplarizada hoy de forma brillante por raperos como Future. El género optaba por bases electrónicas, downtempo y con un claro deje narcótico, en contraste con las más aceleradas y vitamínicas composiciones de sus predecesores. Fue un bombazo (repetitivo y poco original, si cabe crítica).
En esta década, llegó a España. Y desde entonces se ha convertido en un auténtico bombazo. Grupos como PXXR GVNG o Pimp Flaco y Kinder Malo acumulan millones de visionados sólo en sus canales, y han logrado labrarse una popularidad tal que las majors han acudido a sus brazos. Todo ello al margen de los habituales canales de promoción musicales: radios y televisiones (ahora sí llegan, y mucho, ahí).
El fenómeno ha provocado que durante los dos últimos años salgan grupos de toda clase, algunos rozando la delgada línea que separa la parodia de la propuesta profesional. Los Burlaos fueron unos de ellos cuando hace más de un año subieron su primer gran éxito, en el que cruzaban referencias a la delincuencia y a las sustancias de toda clase, un clásico dentro del género. Fue tan exitosa que el concepto "voy burlao" se extendió, medio en broma medio en serio, como la pólvora.
Desde entonces y aprovechando la llamativa transformación física de García, han ganado prominencia y atención, acudiendo a programas patrocinados por Vodafone y emitidos en Los 40 Principales o gozando de espacio en el canal de Auronplay, uno de los youtubers con más alcance de hispanoamérica.
Y de ahí, a Aquí no hay quien viva. Internet y sus infinitas vueltas de tuerca.
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