Arabia Saudí tiene una maravilla perdida Patrimonio de la Humanidad con 50.000 lugares arqueológicos que descubrir

La región de Alula presenta grandes contrastes, como una ciudad vieja laberíntica y abandonada junto al edificio con más espejos del mundo

Cuando pensamos en civilizaciones del pasado, es increíble descubrir los lugares en los que se desarrollaron. Zonas de ríos, fortificaciones naturales o lugares con abundantes recursos son marcos ideales en los que asentarse, pero resulta sorprendente saber que hay ciertos pueblos que prosperaron en desiertos. Aunque, claro, en algunos casos tiene "trampa", y la vieja ciudad de AlUla es un ejemplo.

Ubicada en un valle con un oasis, ha estado cerrada durante cientos de años, pero ahora la están redescubriendo como uno de los grandes tesoros de la humanidad.

Un oasis amurallado. AlUla o al-Ula es una 'ciudad' situada al noroeste de la región de Hejaz, en Arabia Saudí, que fue un pulmón para las civilizaciones del pasado. La ciudad vieja está ubicada cerca de un oasis que sirvió como corazón del asentamiento y una muralla que rodea el conjunto. Se estima que este oasis ha servido como asentamiento desde el 5.000 a.C.

La ciudad como tal se fundó en el siglo VI a.C debido a la riqueza del suelo gracias al oasis y a la abundancia de agua en el lugar. De vez en cuando se producían inundaciones, pero idearon un sistema de canales llamados qanats que permitían llevar el agua hasta los campos. Fruto de esto son las miles de palmeras, unos 2,3 millones que producen más de 90.000 toneladas de dátiles al año.

A punto de desaparecer. AlUla fue un importante foco que formó parte de la 'Ruta del Incienso' que conectaba India y Egipto, y hasta fue una parada relevante del ferrocarril, pero lo que no consiguieron las batallas a lo largo de los siglos, lo ha conseguido el cambio de mentalidad. En el siglo XX y debido a los cambios de estándares de infraestructura, los residentes empezaron a abandonar la ciudad, mudándose a otra población cercana. La última familia se fue en 1983.

Este abandono no se lleva bien con el tipo de estructura de la ciudad vieja, por lo que las casas cada vez se deterioraban más y más, pero la salvación parece que está en el turismo.

La ciudad vieja de AlUla

Un museo al aire libre. La ciudad vieja se llama Ad-Deerah y hace unos años se puso en marcha un programa para convertir toda la zona en un destino turístico. El distrito tiene ciudades como la de Hegra, que durante años rivalizó con la ciudad de Petra, pero en toda la zona se pueden encontrar tesoros de la antigüedad. Desde que se abriera al turismo y a las investigaciones arqueológicas, se han hallado multitud de restos.

Por ejemplo, rastros de perros domesticados en el 4.000 a.C., un hacha de 51 centímetros con unos 200.000 años y unos 1.600 monumentos de piedra del Neolítico. La propia ciudad antigua es un monumento debido a sus más de 800 casas construidas en adobo que forman un peculiar laberinto.

El espejismo de Maraya. Sin embargo, con ese afán de convertir la zona en un destino turístico para revitalizar la región, también se pueden ver construcciones nuevas. Y, como si fuera un espejismo, el museo Maraya se levanta como el edificio con espejos más grande del mundo. Cuenta con 9.740 espejos que reflejan los acantilados y orografía a su alrededor y tiene una función educativa, pero también es un centro para la celebración de eventos culturales como conciertos.

De hecho, algo singular de este edificio que en fotos puede dar la sensación de romper con el paisaje, en directo es diferente: dependiendo de la hora a la que visites la zona, tendrás más o menos fácil distinguir que ahí hay un enorme edificio. El objetivo era homenajear el paisaje y uno de los arquitectos que participó en su diseño afirmó que "si un edificio no puede competir con el paisaje, debe realzarlo".

Un 90% sigue oculto. Debido a ese tardío redescubrimiento, los arqueólogos consideran que aún queda mucho que descubrir. Atif Albalawi, uno de los guías oficiales de la región de AlUla, afirma que "quizá sólo hemos encontrado el 10% de la historia de este valle. Casi en cada acantilado y montaña se pueden encontrar tanto inscripciones antiguas como dibujos de hace miles de años".

Y resulta que el director general de Patrimonio de AlUla es un español llamado José Ignacio Gallego que afirmó en 2023 que "durante dos años nos hemos dedicado a peinar la zona. Hemos realizado prospecciones del territorio con arqueólogos, imágenes por satélite, helicópteros, testimonios de ancianos… y si antes teníamos 50 lugares arqueológicos, ahora tenemos 50.000".

Eso es decir mucho teniendo en cuenta que se han descubierto más de 50.000 mensajes entre petroglifos neolíticos hasta inscripciones en tumbas. Por no hablar del patrimonio natural gracias al propio valle y a las formaciones rocosas de toda la región.

Imágenes | Richard Mortel, Nesma & Partners

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