Arnold Schwarzenegger retenido en la aduana por no declarar un reloj de lujo. Ahora tiene un reloj caro y una multa de 5.000 euros

Si el actor y exgobernador de California estuviera interpretando su papel de superagente de la CIA en Fubar, cruzar fronteras no supondría un problema. Sin embargo, la realidad es mucho dura y el actor de acción tuvo que permanecer varias horas retenido en la aduana del aeropuerto de Múnich interrogado por los agentes fronterizos.

Lo que en un principio parecía ser una broma incitada por la popularidad del actor, rápidamente se convirtió en un asunto mucho más serio cuando los agentes decidieron inspeccionar el equipaje de Arnold Schwarzenegger para descubrir un reloj de alta gama que no había sido declarado.

La UE establece un valor límite de 10.000 euros para los objetos o efectivo que los viajeros pueden llevar en sus equipajes y que se vayan a quedar en el país de destino. En esos casos, el viajero debe declararlos para no incurrir en una presunta evasión fiscal por importación ilegal de objetos valiosos.

Esta es una norma que no todo el mucho conoce por tratarse de un valor elevado para un solo objeto, pero el actor la incumplió y fue retenido en las dependencias policiales del aeropuerto hasta que formalizó el trámite de importación con el pago de los aranceles e impuestos correspondientes.

El actor que encarnó a Terminator se dirigía a la gala benéfica de la organización Schwarzenegger Climate Initiative para concienciar sobre la crisis climática, que desde hace tres años se celebra en la localidad austríaca de Kitzbuhel.

Arnold Schwarzenegger iba a ser el anfitrión e iba a aportar un exclusivo reloj fabricado por Audemars Piguet valorado en más de 21.000 euros que se subastaría entre los asistentes para recaudar fondos. La peculiaridad del reloj es que el fabricante incluyó un grabado de la imagen de Schwarzenegger interpretando a Terminator, lo cual lo convierte en una pieza única de coleccionista y tendrá un precio de salida en la subasta benéfica de unos 46.000 euros.

Con lo que no contaba Arnold es que el hecho de llevarlo él personalmente le iba a ocasionar tantos problemas. Según publica el diario alemán Bild, durante la retención el millonario fue interrogado por los agentes para conocer el motivo por el que el actor llevaba en su equipaje una pieza de tanto valor, hasta el punto de que el actor requirió la presencia de un abogado.

Una vez determinado que no había ánimo de evasión, se estableció que Arnold Schwarzenegger debía pagar 4.000 euros en concepto de tasas y aranceles, más una sanción de 5.000 euros por no haberlo declarado por la vía ordinaria. Un portavoz de la aduana de Múnich declaró a la agencia de prensa alemana DPA: “Si la mercancía se queda en la UE, hay que pagar impuestos y aranceles por ella. Eso se aplica a todo el mundo, se llamen Schwarzenegger, Müller, Meier o Huber”.

El actor tuvo que hacer frente a nuevo giro de guión cuando, a la hora de hacer efectiva su multa con una tarjeta de crédito, el dispositivo de cobro no funcionaba. Schwarzenegger fue escoltado hasta el banco más cercano que estaba cerrado y los límites de retirada del cajero eran demasiado elevados como para cubrir el importe total de la sanción.

Finalmente, los agentes aduaneros consiguieron un terminal de cobro que funcionaba correctamente y el millonario actor, con una fortuna estimada de 500 millones de dólares pudo seguir su camino hasta la cercana población austríaca donde se iba a celebrar la gala benéfica.

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Imagen | Gage Skidmore, Audemars Piguet