Taylor Swift ha conseguido postrar a sus pies a toda una legión de fans en todo el mundo, pero lo más importante, es que también lo ha hecho con la industria de la música.
Tras arrasar con la gira, triunfar en las salas con un… ¿cineconcierto? y darle la vuelta a la tortilla con los derechos de su música, a la diva tejana solo le quedaba un hito por conquistar: ser milmillonaria. Ya lo ha conseguido.
Cuando tu gira de conciertos cuenta para el PIB de un país. Ni los Rollings, ni Madonna, ni Bruce Springsteen han conseguido que los resultados económicos de sus giras tuvieran tanta relevancia como ha conseguido Taylor Swift con su última gira ‘The Eras Tour’. Según estimaba Bloomberg, el volumen de negocio que la artista arrastraba con su última gira por Estados Unidos es superior a 1.080 millones de dólares en total.
Esta cifra supera el PIB de algunos países y, de hecho, el Banco de la Reserva Federal de Filadelfia la mencionó en su informe económico por su contribución al impulso económico que supuso el paso de su gira por la ciudad. Se estima que Taylor Swift estaría aportando unos 5.400 millones de dólares al PIB de Estados Unidos, poniendo su “granito” de arena para frenar la caída en recesión del país.
Un éxito que bien vale milmillones. La carrera de Taylor Swift no ha sido una balsa de aceite. La artista ha tenido que enfrentarse a la industria de la música y del streaming. Sin embargo, la inteligencia con la que ha actuado la artista sorteando las trabas de ambas industrias ha hecho que su fortuna crezca como la espuma hasta superar los 1.100 millones de dólares, según Forbes. Esto supone un incremento de 360 millones de dólares con respecto a junio de este mismo año.
El verdadero mérito de este hito, es que Taylor Swift es la primera que consigue alzarse por encima de los milmillones de dólares basándose únicamente en su trabajo como compositora, y como fruto de la recaudación de sus conciertos y espectáculos, no siendo fruto de inversiones paralelas.
Taylor Swift es 100% música. La reina del pop de 33 años no es la única superestrella de la música que atesora una fortuna milmillonaria. El caso más cercano y comparable podría ser Rihanna, que según la lista de millonarias hechas a sí mismas de Forbes, ocupa el puesto de 20 del listado con una fortuna de 1.400 millones.
La principal diferencia entre ellas, sin embargo, es que la cantante de Barbados no ha lanzado un álbum desde 2016 y su fortuna proviene de Fenty Beauty, su lucrativa firma de moda de lujo que creó al 50% con el gigante francés de la moda de lujo LVMH de Bernard Arnault, pasando a formar parte del catálogo de Sephora. Un año después de su creación, la firma cosmética de Rihanna ya generaba 500 millones de dólares anuales.
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