Cómo Goku acabó en un sumario por enaltecimiento de terrorismo en que se piden 2 años a unos anarcoveganos

Cómo Goku acabó en un sumario por enaltecimiento de terrorismo en que se piden 2 años a unos anarcoveganos
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Decir “Goku vive la lucha vive”, la mítica frase que alude a Dragon Ball, puede llevarte a la cárcel. Esta es la lectura parcial de unos hechos judiciales que han llamado la atención de muchos españoles y que vamos a explicar a continuación: hay seis antisistema de entre 19 y 23 años detenidos y pendientes de juicio por un delito de enaltecimiento de terrorismo por haber dicho en redes sociales esta frase entre otras 18.

Todo viene de la operación policial Ice, donde las fuerzas de seguridad, así como una acusación privada de un banco cuyo nombre no ha trascendido, apuntaron a seis chicos “straight edge”, veganos y anarquistas como presunta organización criminal responsable de ataques incendiarios a sedes bancarias. De esto hace dos años. Cuando entraron en sus casas la policía mostró como pruebas requisadas productos diarios de limpieza, caldo lombarda, un montón de clavos en una bolsa, petardos, pasamontañas y un bate de béisbol. También, al requisar sus ordenadores, les acusaron de haber hecho búsquedas en internet sobre los GRAPO y presos de ETA.

Una dudosa investigación: gracias a la jueza instructora de la Audiencia Nacional Carmen Lamela esto llevó a los seis acusados a estar investigados por organización terrorista, por lo que les podían caer penas mínimas de 35 años. Uno de ellos ha pasado año y medio en prisión bajo el régimen penitenciario más duro. Sin embargo, la investigación posterior de la fiscalía desinfló los informes policiales y llevó a que se archivaran las denuncias por no poder probar sus ataques a bancos ni cualquier otra actividad delictiva de la banda.

Ausencia de pruebas de comisión de delitos: el término por el que se archiva la causa de organización terrorista y que fue la misma resolución de otras dos investigaciones de los últimos cuatro años por parte de la policía, las conocidas como Operación Pandora y Operación Piñata, que también intentaron probar la violencia de grupos anarquistas españoles, sin suerte.

“Enaltecimiento de terrorismo en redes sociales”: es la única acusación que se mantiene a este grupo de anarquistas veganos, justificada según la jueza en la laxitud de lectura que permite el actual código penal: “cualquier hecho violento que pretenda subvertir el orden institucional” es terrorismo.

¿Y cómo han subvertido el orden los "straight edge"? Según la acusación, con 12 comentarios en su página web así como 19 tuits donde decían cosas del estilo de “Arderán vuestros cajeros”, “Muerte al capital” o “Capitalismo asesino”, algunos de ellos acompañados de fotografías de sucursales bancarias atacadas o de imágenes de los disturbios de Gamonal. Aunque en general se trata de consignas genéricas del movimiento antisistema, el tuit más extremo es fue “#HazFelizAAlguien y revienta bancos que nos sobran piedras, correr es gratis y la policía estará en el centro cuidando borrachxs”. Dentro de la instrucción también se incluye un tuit con cita de Herbert Marcuse y el conocido eslogan de Dragon Ball. Así que sí, hay seis personas que podrían ser condenadas a dos años de cárcel por, entre otras cosas, citar a Goku.

La lucha contra el anarquismo: además del debate acerca del enaltecimiento de terrorismo en redes sociales y la encarcelación de “tuiteros”, la Operación Ice conecta con la ofensiva policial actual contra el llamado mundo "anarquista insurrecionalista". Desarticulada ETA y gracias a la facilidad de detención de grupos por redes sociales, la policía está más centrada en una lucha contra el anarquismo, “una prioridad” según el director general de la Policía, Ignacio Cosidó. Desde 2013 46 anarquistas han sido acusados de terrorismo, quedando muchas de ellas en libertad por faltas de indicios. Sólo un acto violento ha sido realizado en todo este tiempo por personas afines al anarquismo, una bomba casera en la basílica del Pilar de Zaragoza que causó daños materiales y secuelas en el tímpano a una mujer. La sentencia final a este grupo dictaba que no se podía probar que se tratase de una organización terrorista, pero les cayeron cuatro años de condena.

La reforma del Código Penal de 2015: de aquí viene todo, del pacto PP-PSOE contra el yihadismo por el que ya no se combatían organizaciones terroristas sino individuos o grupos pequeños, así como el cambio de foto de la dimensión del crimen: ahora se persiguen ideas tan indeterminadas como “subvertir el orden constitucional o alterar la paz pública”. Según el abogado defensor Daniel Amelang, “el atentado del que se les acusaba fue de escasa entidad, sin daños personales, y no se puede decir que alterase la paz pública porque ni salió en la prensa”. Es decir, que no sólo se ha demostrado que no había pruebas suficientes de que cometiesen el delito, sino que este ataque que les ha llevado a estar encausados por organización terrorista encajaría difícilmente en la definición de acto de esta naturaleza.

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