Pese a la continua digitalización de todas las facetas de nuestra vida, la economía mundial sigue rotando en torno a las materias físicas. El dinero es físico, y se sigue invirtiendo en materiales y productos que aseguran un buen retorno y de los que dependen enormes industrias. El ejemplo más evidente es el petróleo, pero también elementos más mundanos como el trigo o más desconocidos como el paladio. Todos ellos tiene valores cambiantes en función de la oferta y la demanda.
¿Pero cómo han variado? Es una buena pregunta, respondida por este estupendo gráfico elaborado por Visual Capitalist. En él se muestra cómo han subido y bajado los precios de mercado de diversas materias primas de la economía global. Es una foto panorámica de la tabla periódica macroeconómica, y una que ayuda a comprender hacia dónde ha rotado la economía del planeta durante la última década.
El triunfador absoluto es el paladio. Lo vimos hace algunos meses a cuenta del repentino interés de los ladrones de coches en los catalizadores, donde tiene una importancia capital para la industria automovilística. Ha sido el material más cotizado durante los dos últimos años, y su precio ha crecido un 56% en 2017 y un 18% en 2018. También superó a todos los demás en 2014 (cuando aumentó un 11%) y en 2010 (96,9%). En promedio, ha sido el material que más ha subido en estos diez años.
Es un caso interesante. El paladio hoy vale más que el oro en gran medida por la conciencia medioambiental de las sociedades contemporáneas. Tiene un rol crucial en la producción de catalizadores, capaces de filtrar partículas y de reducir las emisiones contaminantes de los vehículos. De ahí que el 80% de su producción mundial vaya destinada a la industria del automóvil, y de que la pieza se pague a unos $400 en el mercado negro.
En contraste, el petróleo no ha disfrutado de gran boyantía en los mercados. Fue el producto que más cayó durante el curso pasado, por debajo del 24%, y cerró otros tres años en negativo (2012, 2014 y 2015). Los motivos son variados. La guerra iniciada por Arabia Saudí contra el fracking estadounidense desplomó los precios a mediados de década. El mercado se llenó de producción y el precio del barril de brent se desplomó. Pese a las buenas previsiones a mediados del año pasado, su crecimiento volvió a congelarse en la recta final de 2018.
La tabla incluye otros productos interesantes, como el carbón, el aluminio, el cobre, el maíz, el oro, el plomo, el gas natural, el níquel, el platino, la plata, el trigo y el zinc. Hay muchos otros, por supuesto, pero juntos conforman una imagen relativamente precisa de la producción industrial global (a falta del acero, e incluyendo parte de la agroalimentaria).