Así traumatizó la tele de los 90 a los millennials: desde 'Médico de Familia' a 'Ana y los 7'

Eramos los millennials, nos íbamos a comer el siglo XXI, éramos la generación mejor preparada de la historia, la última que recuerda un mundo sin internet y móviles (aunque Zack Morris tuviera uno). Pero teníamos la calle, el videoclub, radiofórmula y la tele, sobre todo teníamos la tele.

A finales de los 80 y principios de los 90 llegaron las autonómicas y las primeras privadas y empezó la guerra de las audiencias. Una guerra cruenta repleta de programas y como todavía no se habían inventado los realities, había que agudizar el ingenio. Muchos de aquellos programas cayeron en el olvido pero otros los seguimos teniendo frescos en la memoria de tanto que nos marcaron (y de tanto que nos traumatizaron). Casi nos llevan al lado oscuro pero sobrevivimos... más o menos. Ponte tu chándal de tactel fosforito, que vamos a viajar al pasado, a la ya lejana época del cambio de siglo.

¿Recuerdas el efecto 2000? Pues lo que viene a continuación te helará la sangre... o hará que se te caiga una lagrimita. Depende ya de cada uno.

Médico de Familia

Médico de Familia (Telecinco, 1995-1999)

La culpa de todo la tiene Emilio Aragón. Antes las series españolas duraban lo que duran en todo el resto del mundo civilizado pero llegaron Milikito y su megalomanía con una idea: una serie para absolutamente todo el mundo, desde el niño a los abuelos, de 3 a 99 años.

Algo murió dentro de cada uno mientras el coche en el que Marcial viajaba a una urgencia daba vueltas de campana

Así en 'Médico de Familia' tenemos todos los personajes arquetípicos posibles: del padre viudo abnegado a la cuñada encantadora pasando por el abuelo de pueblo, la chacha andaluza, el niño trasto (¡Chechuuuuuuu!), la niña empollona, el sobrino rebelde, el amigo crápula, la compañera de curro sepsi... y Marcial y el señor Matías. Para meter a tanto personaje hubo que prácticamente duplicar la duración habitual de cada capítulo, que pasó a ocupar todo el prime time. El éxito fue tan brutal que desde entonces (y durante mucho tiempo) la mayoría de la ficción nacional se limitó a seguir la fórmula, dando lugar a infinitos bodrios.

Pero es que si esto no fuera ya suficiente para odiar a serie (vehículo de lucimiento) de Milikito, ¡se cargó a Marcial! Mira que había personajes a los que matar, pues se cargó a Marcial. Un acto de crueldad intolerable. Algo murió dentro de cada uno mientras el coche en el que Marcial viajaba a una urgencia daba vueltas de campana. Posiblemente el inicio del declive de toda una generación. Nunca nos recuperamos. ¿Cómo hacerlo?

¿Qué Apostamos?

¿Qué Apostamos? (La 1, 1993-2000)

Antes de hacer pareja con su capa (y Anne Igartiburu) y presentar las campanadas, Ramón García (o Ramontxu, que siempre ha sido un tipo muy campechano, un Bertín Osborne del Botxo) formó pareja con la bióloga-actriz-guionista-presentadora Ana García Obregón como conductores del mítico '¿Qué Apostamos?'.

Cuando la Obregón dejó el programa en 1998... contrataron a su archienemiga Antonia Dell'Ate

La sintonía más ridícula y pegadiza de la historia de la televisión en España daba paso a una serie de personas de la calle que se decían capaces de hacer cosas extraordinarias mientras los invitados famosos, que previamente habían asaltado las existencias de alcohol de los estudios de Televisión Española, tenían que apostar por o contra ellos. Los famosos menos duchos en el arte de la apuesta terminaban en la ducha mientras la comentada tonadilla volvía a surgir atronadora y todos la bailaban espídicos. Droga dura.

'¿Qué Apostamos?' nos dejó al niño que lo sabía todo de los dinosaurios, a Ivonne Reyes en la ducha, a Van Damme asustando a Chiquito de la Calzada y uno de los giros más locos de la historia: cuando la Obregón dejó el programa en 1998... contrataron a su archienemiga Antonia Dell'Ate para sustituirla.

¡Sorpresa, Sorpresa!

¡Sorpresa, Sorpresa! (A3, 1996-1999)

Hoy tenemos a Jorge Javier Vázquez, en los 90 teníamos a Isabel Gemio. A la diva se le quedó pequeña la caravana de 'Lo que necesitas es amor' y en '¡Sorpresa, Sorpresa!' se encontró con un plató gigante, con grandes escalinatas que ella recorría con garbo buscando al siguiente protagonista del programa entre el público, ya fuera para reencontrarse con algún ser querido al que hacía tiempo que no veía (algo así como la versión blockbuster de '¿Quién sabe dónde?') o conocer a alguno de sus ídolos. Junto a la Gemio, entre otros, Rody Aragón, el primo cursi y wannabe de Emilio Aragón. Todo un clásico que, curiosamente, ha pasado a la historia por algo que nunca sucedió.

La chica, el perro, la nocilla-mermelada-mantequilla, Ricky Martin en un armario y el placer oral

Obviamente me refiero al incidente de la chica, el perro, la nocilla-mermelada-mantequilla, Ricky Martin en un armario y el placer oral. La leyenda urbana más grande parida en este país nunca jamás... y años antes de que tuviéramos Twitter, esa máquina de matar famosos. Todos conocemos a alguien que asegura que lo vio o que conoce a alguien que lo vio, no falla.

Incluso conocemos a alguien que dice recordar el apuro de Isabel Gemio cortando el vídeo... cuando la Gemio ya no era la presentadora del programa en esa época. Fue sustituida, en otra idea loca, por Concha Velasco. La noche y el día. Cosas de los 90, supongo.

Esta noche cruzamos el Mississippi

Esta noche cruzamos el Mississippi (Telecinco, 1995-1997)

No teníamos edad para verlo pero aún así lo veíamos. El Mississippi fue el primer gran late night show de la tele española. Pepe Navarro, ex-chico Hermida, había visto mucho Letterman y creó un híbrido, un monstruo, al hispánico modo.

Crispin Klander, La Veneno, el Reportero Total, Lucas Grijander, "Juanma chiquitin, ponmelos", Tele Peich, "No siento las piernas, joderrrr"... todo esto y mucho más nos trajo el Mississippi a nuestras vidas y, claro, nuestros cerebros nunca volvieron a ser los mismos. Lógico.

Cuando no daba paso al humor más loco o entrevista a bizarros personajes, Navarro se metía en unos berenjenales tremendos. Uno de ellos, el de las niñas de Alcasser, terminó cerrándole el chiringuito y años después, incluso tuvo repercusiones judiciales. A pesar de todo un programa adelantado en el tiempo y digno de ser recordado.

Al salir de clase

Al salir de clase (Telecinco, 1997-2002)

Para escribir las tramas de ALSA había que estar perturbado o consumir muchas sustancias

Prácticamente cualquier actor y actriz en sus treintas que aparezca hoy día en la televisión española pasó en su momento por 'Al salir de clase'. Por eso al culebrón adolescente que durante cinco años y más de 1000 episodios ocupó las tardes de Telecinco se le conoce como "la cantera" o "la fábrica". Cantera de actores porque de guionistas poco y es que para parir las loquísimas tramas que ocurrían alrededor del instituto Siete Robles y el mítico garito CQC había que bien estar perturbado o bien consumir muchas sustancias de esas que no pasarían un antidoping.

De la misteriosa Mano Negra a los chungos de la Banda del Bate (sí, Dani Martín era uno de los integrantes de estos macarrillas), este 'Rompecorazones' patrio marcó (para bien o para mal, esto no está muy claro todavía) a toda una generación y nos dejó una mala para la posteridad, nuestra Amanda Woodward particular: María. Carmen Morales, que tenía ya sus buenos 30 palos, se coronó como esta psicópata adolescente capaz de cualquier cosa porque Iñigo (el soso de Mariano Alameda) terminara con ella.

En Viruete desmenuzan las peores-mejores tramas de la serie y en Mitele tienes todos los capítulos para tu visionado y disfrute. De nada.

Compañeros

Compañeros (Antena 3, 1998-2002)

Si 'Al salir de clase' era el 'Los Rompecorazones' hispánico, 'Compañeros', la respuesta adolescente de Antena 3 (la eterna lucha), bien podría ser nuestro propio 'Degrassi'. La ficción canadiense triunfaba en las cadenas autonómicas con su visión naturalista de la adolescencia y el instituto y algo de eso intentó 'Compañeros', sin duda... pero realmente lo que nos atrapó entre las paredes del instituto Azcona fueron Quimi y Valle. O Valle y Quimi. La gran historia de amor de la ficción televisiva española. Nuestros Romeo y Julieta particulares.

Valle y Quimi. La gran historia de amor de la ficción televisiva española. Nuestros Romeo y Julieta particulares

Antonio Hortelano tenía 23 años cuando empezó la serie (y aparentaba diez más si se me permite decirlo) pero su quinceañero, pendenciero y entrañable Quimi pronto se convirtió en todo un icono y su tormentosa relación con el personaje de Eva Santolaria nos mantuvo pegados a la tele durante 7 temporadas (y una peli).

No estaban solos, claro está, por allí pululaban el niño pelirrojo de 'Farmacia de Guardia', un sobrino de Emilio Aragón, una del Club Megatrix, Beatriz Carvajal, Tina Saiz, Maria Garralón y Lolo, un zagal bastante poquita cosa que se echaba a Clara Lago de novia, que nunca viene mal un poco de ciencia-ficción.

Siguiendo la estela de la propia 'Degrassi' hubo un reboot, una nueva generación de alumnos en el Azcona pero ya nos dio igual, para que engañarnos. La original está enterita en Atresplayer. Bendita banda ancha, bendito streaming.

Crónicas Marcianas

Crónicas Marcianas (Telecinco, 1997-2005)

Pepe Navarro se marchó a A3... y se dio el batacazo padre. Buena parte de culpa la tuvo el programa que sustituyó al Mississippi en la noche canalla de Telecinco: 'Crónicas Marcianas'. El programa del otrora prestigioso Xavier Sardá era fresco, novedoso, arriesgado y dinámico y desde el principio fue un gran éxito tanto de audiencia como de crítica (varios Ondas y TPs de Oro así lo atestiguan).

Todo parecía una excusa para que el inefable Boris Izaguirre terminara en pelota picada

Pero pronto Sarda se acomodó y el programa entró en una dinámica de personajes frikis y corazón verbenero y gritón en el que todo parecía una excusa para que el inefable Boris Izaguirre terminara en pelota picada.

Al ínclito Sardá le debemos el descubrimiento (o popularización) de Fuentes, de Carlos Latre, de Cardenas, de Tamara (y de su madre Margarita Seisdedos), de Paco Porras, de Rocío Madrid (Peor. Presentadora. De la historia), del Yoyas, de Sonia Bermúdez (¡Papa llama!), del mismo Boris y un largo etcétera... y por eso le odiamos profundamente y no le perdonamos. Eso sí, no nos perdíamos el Crónicas ni una noche a pesar de que eramos muy conscientes del hedor que desprendía. Roque no me pegues. Roque pégame.

Y así hasta que llegó Buenafuente de TV3 a A3 y el reinado crápula de Sardá terminó de forma tan abrupta como empezó.

Tómbola

Tómbola (Autonómicas, 1997-2004)

Antes de 'Salsa Rosa', antes de '¿Dónde estás corazón?', antes de 'La Noria', antes de 'Salvame Deluxe', antes de todo estaba 'Tómbola'. Desde la soleada Comunidad Valenciana, aunque en algún momento u otro fue emitida por todas las teles autonómicas salvo TV3, y dirigidos por la nerviosa mano de Ximo Rovira (¡un abrazo Ximoooo!), Mariñas, Karmele, Lidia Lozano y el resto de colaboradores le daban la paliza al invitado de turno (muchos de ellos siguen hoy en día en el candelabro como la Esteban, la Pantoja, Ortega Cano, Pajares...) y se tiraban los trastos a la cabeza.

Hoy en día, en los tiempos del Poli Deluxe y sus preguntas de leyenda, 'Tómbola' puede parecer poco menos que naif o infantil pero en aquellos convulsos tiempos de cambio de siglo, acostumbrados a programas del corazón más campestres y menos canallescos como '¡Qué me dices!' o '¡Mamma Mía¡', era poco menos que un shock: la gente pierde cualquier atisbo de vergüenza por ser famoso y tener su cuota de televisión y gloria. El jodido Warhol tenía toda la razón.

El Informal

El Informal (Telecinco, 1998-2002)

(Des)informativo que durante más de cuatro años en el access prime time de Telecinco hizo que prácticamente nos atragantáramos de la risa. Las falsas tomas falsas, los videoclips, Felisuco imitando al dancing baby de 'Ally McBeal', el Chuache mañico, las pifias mentales, el Michael Landon encasillado, los flipados del público detrás de la mampara de metacrilato... tantos y tantos buenos recuerdos del programa capitaneado (nunca mejor dicho) por Javier Capitán y Florentino Fernández (cuando todavía hacía gracia).

Cancelaron 'El Informal' cuando los resúmenes de 'Operación Triunfo' en La 2 les pasaron en audiencia

Entonces, si 'El Informal' era un gran programa, ¿por qué está en esta lista de televisión noventera traumática? Porque hubo dos hechos tremebundos que nos traumatizaron a base de bien (tres si contamos a Felisuco en pañal): 1) que Imma del Moral se fue del programa porque se lió con Pedro Ruiz, que no sólo es bastante mayor y más pequeño de estatura que ella si no que era uno de los blancos favoritos del programa y 2) que cancelaron 'El Informal' cuando los resúmenes de 'Operación Triunfo' en La 2 les pasaron en audiencia. La 2 por delante de Telecinco. Bisbal mató al Poli Risitas. Never forget.

Ana y los 7

Ana y los 7 (La 1, 2002-2005)

En '¿Qué Apostamos?' le hacían sombra los invitados internacionales y las asombrosas habilidades de los concursantes. En 'A las 11 en casa' se quedaba en un segundo plano frente a dos titanes de la comedia como Antonio Resines y Carmen Maura. No podía ser, Ana García Obregón, la Da Vinci de nuestra era, necesitaba un vehículo a la altura de su egolatría y entonces, para nuestro horror, llegó 'Ana y los 7', que protagonizaba y escribía la bióloga más famosa a este lado del río Pecos.

En ella la Obregón, ya casi cincuentona, interpretaba a una stripper sepsi, sepsi que como no llega a final de mes con esto del baile erótico, entra a trabajar como niñera (todavía no estaba de moda lo de au-pair) de los 7 hijos, 7 de un adinerado viudo (empezamos con viudos y terminamos con viudos, mira tú por donde, la simetría). Ella debe espabilar a unos chavales más pijos que el osea a la vez que evitar que tanto la chavalada como el padre descubran su oscuro y sensual secreto.

Todo muy loco, muy cursi (spoiler: al final hay boda)... y muy exitoso, posiblemente la única serie que de verdad ha competido las audiencias míticas de 'Médico de Familia' y que incluso tuvo cierto éxito en Estados Unidos... aunque dudamos que sea más famosa que 'Homeland' allí, no es por nada Anita. Y sí, la tienes entera en RTVE A la Carta, por si eres masoquista o por las risas o por lo que sea.

Los 00s ya entienden un poco mejor que diablos les ocurre en la cabeza a los millennials

Podríamos seguir ad infinitum: 'El Gran Prix del Verano' (Ramontxu returns), 'Lluvia de Estrellas', '¡Música, sí!' (la losa en el ataúd de los programas musicales de TVE), 'El Comisario', 'El diario de Patricia', 'El Vagamundo' - 'Ratones Coloraos', 'Cruz y Raya', 'Caiga Quien Caiga', 'Manos a la Obra' (aka Manolo y Benito)... pero mejor lo dejamos aquí, que ya es suficiente, que creo que los 00s ya entienden un poco mejor que diablos les ocurre en la cabeza a los millennials.

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