Antes de ser la gran potencia económica que actualmente es, China era un país principalmente rural. Y, aunque la realidad de estas zonas no cobre protagonismo en los discursos de Xi Jinping, hay una youtuber que muestra semanalmente qué sucede si dejas la ciudad para irte a vivir al campo con tu abuela. Su nombre es Li Ziqui, tiene 29 años y se ha convertido en una estrella de internet.
Con casi 11 millones de suscriptores en YouTube, 22 en la red social china Weibo y 34 en TikTok, Li Ziqui testea cada semana cómo crece el interés en la cultura tradicional china y, más particularmente, en su forma de contarla. El valor de su contenido no nace de la calidad de la imagen, el color o la estética nostálgica (que también), sino más bien se debe a la singularidad de lo que cuenta.
Entrar en su canal de YouTube es como abrir una ventana al pasado y asomarse a la cultura tradicional de la China más rural, de ahí que medios de comunicación y comunidad de seguidores la hayan apodado como la Blancanieves del siglo XXI. Y no es para menos, lo mismo un día sube un vídeo sobre cómo desecar persimones que otro donde comparte la mejor técnica para fabricar muebles de bambú.
Sin embargo, una de las primeras preguntas que surgen al contemplar el estilo de vida que aparece en sus vídeos gira en torno a cómo se gana la vida. No se trata de un canal al uso donde un creador sube un vídeo hablando a cámara sobre un tema concreto de divulgación o entretenimiento. Li Ziqui muestra su día a día en la huerta, recolectando fruta, cocinando o tiñendo un vestido con el jugo de las uvas.
Es decir, se trata de vídeos que llevan mucho trabajo, no sólo desde el punto de vista técnico, sino también desde la propia ejecución. Al final, para crear estos minidocumentales sobre la cultura tradicional china tienes que ejecutar estas tradiciones en sí mismas. Y aunque actualmente cuenta con un realizador y un asistente de vídeo, durante los primeros años, ella era quien grabada y editaba.
Respondiendo a la pregunta anterior y como cabría esperar al ver el número de seguidores con los que cuenta, Li Ziqui se gana la vida subiendo contenido a internet. Pero su historia no siempre ha estado vinculada a un éxito como el actual, sino que más bien lo que hoy vemos en YouTube es el resultado de su fracaso en la ciudad.
¿Apología de la vida rural o contenido propagandístico?
En 2012, Li Ziqui volvió a vivir al pueblo junto a su abuela, cansada de tratar de buscar un empleo estable en la ciudad. Con tan sólo 14 años la youtuber abandonó la misma casa en la que reside actualmente y que entonces compartía también con su abuelo, para tratar de conseguir un trabajo que ayudase a su familia a salir de la pobreza. Nueve años después y sin haber encontrado prosperidad en la China urbanizada, decidió que sería más útil en el campo, cuidando de su abuela enferma.
Cuatro años después de su regreso, abrió una tienda en Etsy para vender sus creaciones y descubrió que la gente estaba más interesada en ver los vídeos donde mostraba cómo se había hecho el producto, que en el producto en sí mismo. A raíz de esta experiencia, Li Ziqui se dio cuenta de que su estilo de vida despertaba mucha curiosidad y que, por lo tanto, podía centrarse exclusivamente en crear vídeos para internet.
Así, en 2016, abrió un perfil en Weibo cuyo objetivo principal era ensalzar la cultura tradicional china. Es decir, en sus vídeos no sólo aprendemos todas las alternativas culinarias y medicinales que ofrece un producto como el ajo, sino también nos empapamos de una estética muy arraigada a la China ancestral donde ella misma aparece con una indumentaria clásica.
Además, como nunca habla a cámara, el espectador tiene que ver el vídeo completo si quiere descubrir qué es lo que está haciendo. La flauta que suena constantemente de fondo y los sonidos propios de la naturaleza convierten su contenido justo en lo que ella quería: "una experiencia relajante, agradable y ajena al estrés diario que caracteriza la vida en la ciudad".
Sin embargo, no todo el mundo lo ve de ese modo. Conforme su comunidad de seguidores ha ido creciendo, las polémicas en torno a ella también lo han hecho. Tanto es así que, cuando en 2018, el Partido Comunista Chino la nombró modelo a seguir por la juventud, el escepticismo en torno a ella comenzó a aumentar y muchos la vincularon con un mensaje propagandístico del gobierno de Xi Jinping.
Según cuenta la propia Li Ziqui en la única entrevista concedida hasta la fecha, comenzaron a llegarle muchos comentarios dudando sobre la veracidad de sus vídeos: que si ella realmente no hacía todas las cosas que mostraba en YouTube, que si en realidad no vivía así, etc. Como respuesta su particular movimiento hater, Li Ziqui subió un vídeo mostrando aquellas escenas que no aparecen habitualmente y donde ella se equivoca en una parte del procedimiento o se muestra deteniendo la grabación del iPhone y recogiendo el trípode.
En la misma entrevista, la youtuber explica que gracias a haber vivido todas estas tradiciones desde su infancia, ha podido aprender a ejecutarlas en la actualidad. Y añade que, por ejemplo, el arte de trabajar el bambú para construir muebles lo aprendió de su abuelo que se dedicaba a fabricarlos y venderlos en el mercado. Pero, a pesar de todo, a una parte del público todavía le cuesta creerse que todo el mérito sea suyo.
Sea o no fidedigna la intención de sus vídeos, lo cierto es que el Ejecutivo de Xi Jinping ha detectado el potencial que hay detrás de su ejemplo y pretende enviar a las zonas rurales a 10 millones de jóvenes. El Partido Comunista chino quiere que, en 2022, las aldeas rurales reciban el talento de jóvenes estudiantes que, en otras condiciones se sentirían atraídos por la vida de la ciudad: "Necesitamos que los jóvenes usen la ciencia y la tecnología para ayudar al campo a innovar sus modelos de desarrollo tradicionales".
Imagen: YouTube/Li Ziqui
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