La historia del café es mucho más joven que la de otras bebidas, pero aun así hay multitud de leyendas y muchos interrogantes
Uno de ellos es el de quién fue la primera persona que consumió café
Nos encanta el café. Lo bebemos por sus propiedades para la salud, pero también por el relax de esos minutos en los que estamos preparando nuestra bebida. Cada fin de semana elaboramos un artículo sobre el café y, en esta ocasión, nos ha asaltado una duda: ¿quién fue el primer humano que bebió café? Esas historias de "la primera persona que" suelen ser muy interesantes y un ejemplo es el de la primera persona que voló: un andalusí que inventó el paracaídas y se rompió las piernas en el proceso.
Ahora bien, encontrar a la primera persona que consumió -que no bebió- café no es nada sencillo, ya que se han dado por buenas las leyendas y la realidad es más compleja. Mucho más.
El origen. Yemen y Etiopía son los dos nombres que aparecen cuando buceamos en la historia del café. Por un lado, parece que Yemen fue la cuna del café, del café como alimento y bebida, pero ese café no apareció de la nada en Oriente Próximo, sino que se introdujo mediante el comercio a través de Etiopía.
Se sabe que fue el imán Muhammad Ibn Said al-Dhabhani quien lo importó y fueron comerciantes somalíes los que entregaron las bayas. Sin embargo, si lo importaron fue porque alguien ya conocía sus propiedades (desde la antigüedad hay manifestaciones de esas propiedades excitantes del café) y estaba interesado tanto en el cafeto como en el propio café. Y ahí entramos en el territorio de la leyenda.
El mito. Hay varias, pero la más célebre es la que cuenta que un pastor etíope paseaba con sus cabras cuando un buen día descubrió que sus animales no estaban en las laderas de Kaffa, donde solían pastar, sino más lejos. El pastor se dio cuenta de que las cabras estaban comiendo unos frutos extraños y, viendo que estaban más agitadas de lo normal y con más energía, se preguntó si el fruto sería el responsable.
Lo probó (sin infusionar ni nada, como si fuera un fruto seco) y, tras ingerir unos cuantos, empezó a notarse extraño, como más agitado. Lo contó en el pueblo y, al poco, empezaron a infusionar los frutos (aún sin moler, eso llegaría más tarde) para beberlos. ¿El motivo? Ayudaba a mantenerse despierto durante la oración nocturna. Se dice que su nombre fue Kaldi y que "descubrió" el café en el siglo IX.
Hay más. Hay una versión alternativa que cuenta que la primera persona que consumió café lo hizo de forma diferente. Si Kaldi se comió las bayas, un jeque llamado Omar que había sido repudiado en Mokha, la actual Yemen, encontró bayas. Las masticó, pero no estaba complacido por su sabor, así que las tostó y las hirvió. Esto produjo una bebida que lo revitalizó.
Los registros. El problema es que, aunque son buenas historias, no hay registros que las apoyen. Es algo que se ha ido contando, pero si algo no está escrito… ¿sucedió? Esto es una exageración, claro, pero una de las primeras menciones sobre el café aparece en los relatos de un yemení llamado Ahmed al-Ghaffar. También en registros de monasterios sufíes de Yemen que contaban cómo el café ayudaba a sobrellevar las noches de vigilia.
En estos textos del siglo XV, se hace referencia tanto al consumo del café de un modo similar al que realizamos en la actualidad, pero también a cómo tostar las semillas y detalles sobre el cafeto. Durante este siglo, el café se extendió por el mundo musulmán y, en 1583, un médico alemán llamado Leonhard Rauwolf que había estado de viaje por Oriente Próximo, detalló una bebida negra que era conocida por curar dolencias estomacales y que la gente bebía cada mañana. ¿Estaba hablando de las propiedades laxantes y energéticas del café? Esta fue su descripción:
"Una bebida que llaman chaube, que es casi tan negra como la tita y muy buena en la enfermedad, especialmente del estómago. Es bebida por la mañana temprano en los lugares abiertos por todo el mundo, sin temor o respeto, en piezas de barro o tazas de porcelana, tan caliente como pueden y bebiendo un poco cada vez".
¿Pero… sabemos algo del primero? Pues no mucho, la verdad. Cuando profundizamos en este tipo de temas, muchas veces podemos obtener conclusiones claras, pero también hay ocasiones en las que la respuesta es algo más difusa. En este caso, es complicado saber realmente quién fue la primera persona que tomó café y, seguramente, no haya una respuesta tajante.
Lo que sí está más claro es quién fue…
… el primer español que bebió café. Tras su expansión por el mundo árabe, con algunas prohibiciones en el camino, comerciantes venecianos introdujeron el café en Europa en el siglo XVI, abriendo la primera cafetería a mediados del siglo XVII. La expansión por Europa e Inglaterra fue veloz y, según la Real Academia de la Historia, el primer español que bebió café fue Pedro Páez en 1596. ¿Hubo alguien que lo bebió antes? Que se levante y lo diga, pero el registro dice que Páez, que era un misionero en Etiopía, fue capturado por los árabes y llevado a Yemen.
Fue entonces cuando probó esa infusión oscura y amarga, pero tampoco es que le hiciera mucho caso nadie en España, ya que el café tardaría un siglo en llegar a España de mano de los Borbones.
Al final, aunque es muy complicado responder a la pregunta de quién fue la primera persona que consumió café, esperamos haber satisfecho la curiosidad con el primer español que bebió café y cuándo se empezó a escribir sobre esta bebida que es mucho, pero que mucho más joven que otras como el vino o la cerveza.
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