"De cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades" es una frase sacada de:
- A) Las obras de Karl Marx
- B) La Biblia
- C) La Constitución de los Estados Unidos
Si has respondido "A", estás en lo cierto. Pero si tu respuesta es "B" no estás del todo desencaminado.
Por el contrario, con la "C" no hubieras obtenido ningún punto, aunque no serías el único en responder de forma incorrecta En una encuesta realizada en el año 1987, casi la mitad de los estadounidenses encuestados creía que la frase "De cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades" procedía de la Constitución de los Estados Unidos.
En realidad la frase fue popularizada por Marx en su Crítica del Programa de Gotha de 1875. Pero sus orígenes son franceses.
De París a Moscú
La frase ya aparecía en los discursos del político socialista Louis Blanc en el año 1848 y se puede encontrar en la portada de la edición de 1845 de la novela utópica del filósofo Étienne Cabet "Viaje a Icaria": "Primer derecho: Vivir, a cada cual según sus necesidades. Primer deber: Trabajar, de cada cual según su capacidad".
Pero quince años antes de Cabet, los seguidores del teórico político francés Henri de Saint-Simon acuñaron una frase similar: "A cada uno según su capacidad; a cada uno según sus obras" como epígrafe de la revista L'Organisateur en 1829.
Sí que existe una constitución que contiene una mezcla de ambas frases, pero no se trata de la de los Estados Unidos, sino de la Constitución de la URSS. Joseph Stalin cambió "De cada uno según su capacidad" con "A cada uno según su trabajo" en la Constitución Soviética de 1936.
Vida comunal
La pregunta es dónde encaja la Biblia en todo esto. Saint-Simon, Cabet y Blanc, todos ellos cristianos comprometidos cuyos programas sociales fueron inspirados en su fe, tomaron prestadas cada una de estas frases de las traducciones de la Biblia al francés de la época y las defendieron en base a las escrituras. El erudito en historia de la economía Adrien Lutz y yo hemos rastreado estas frases hasta encontrarlas en varios pasajes de la Biblia francesa.
"A cada uno según sus necesidades" procede del Libro de los Hechos, donde se documentan las prácticas de las primeras comunidades cristianas en Jerusalén. En el Libro de los Hechos, los creyentes "estaban juntos y tenían todo en común", vendiendo sus posesiones y distribuyendo las ganancias entre la comunidad "a medida que cualquiera lo necesitara".
En "Viaje a Icaria" Cabet habla de una comunidad ficticia con costumbres similares de vida comunitaria. Más tarde se trasladó a los Estados Unidos, donde fundó una serie de "comunidades icarias" en la segunda mitad del siglo XIX que practicaban la propiedad comunal de los bienes y se regían por ideales igualitarios.
"De cada cual según su capacidad" también se puede encontrar en el Libro de los Hechos: "Así fue que los discípulos determinaron, cada uno según su capacidad, enviar socorro a los hermanos que viven en Judea". Cabet y Blanc interpretaron esta frase como una llamada a la servidumbre cristiana. Creían que la sociedad era una empresa cooperativa en la que los pudientes debían contribuir más.
Invertir los talentos
"A cada uno según su capacidad" está en el Evangelio de Mateo. En la parábola de los talentos, un amo otorga a sus sirvientes diferentes cantidades de dinero, o talentos, antes de irse de viaje: "A uno le dio cinco talentos, a otro dos, a otro uno; a cado uno según su capacidad". A su regreso, elogia a los sirvientes que han invertido la suma y aumentado su asignación, pero condena a quien enterró el dinero y simplemente se lo devolvió.
Para Saint-Simon, la frase venía a significar que había que poner los empleos y recursos en manos de aquellos que fueran emprendedores y estuvieran mejor calificados, así como quitárselos a la nobleza. Esto llevaría a una mayor productividad, beneficiando a todos y, en particular, a aquellos grupos socioeconómicos más desfavorecidos de la sociedad.
Salarios de virtud
"A cada uno según sus obras" aparece en muchos pasajes de la Biblia. Por ejemplo, en la Carta de San Pablo a los Romanos dice: "Dios retribuirá a cada uno según sus obras. Él dará la Vida eterna a los que por su constancia en la práctica del bien, buscan la gloria, el honor y la inmortalidad".
La frase también aparece en la Primera Carta a los Corintios: "No hay ninguna diferencia entre el que planta y el que riega; sin embargo, cada uno recibirá su salario de acuerdo con el trabajo que haya realizado". Mientras que la carta de San Pablo hace que las recompensas dependan de los logros de cada uno como individuo, en Corintios se mide el esfuerzo que uno aporta al esfuerzo colectivo.
El mismo artículo de la Constitución Soviética que emplea esta frase también contiene una cita de un pasaje de la Biblia que se encuentra en la Segunda Carta a los Tesalonicenses: "El que no quiera trabajar, que no coma".
El mensaje es el mismo, pero el trasfondo de la cita es interesante. El apóstol San Pablo creía que él y sus colaboradores tenían derecho a ser mantenidos por la Iglesia, presumiblemente porque su ministerio era en sí una contribución suficiente al bien común.
Pero se enfrentaban a un problema de incentivos: existían elementos ociosos y perturbadores en la comunidad cristiana que trataban de aprovecharse de los acuerdo de la vida comunitaria. Por esta razón, aunque estuvieran haciendo ministerio, San Pablo insta a sus seguidores a realizar trabajos manuales para servir de modelo y distanciarse de los aprovechados.
Nada nuevo
Las opiniones detrás de estos lemas no se limitan a las pilas de ceniza de la historia. En realidad, muchas de las políticas de la izquierda actual encajan en estas frases.
"A cada cual según su necesidad" puede aplicarse al debate sobre el acceso a la sanidad. El objetivo es que el acceso a la sanidad no dependa de los mercados y sea de acceso libre para todo aquel que la necesite. "A cada cual según su capacidad" es lo que subyace a la preocupación por el bien común y a una concepción de la sociedad como una empresa cooperativa, con el servicio público obligatorio como la propuesta política correspondiente.
"A cada cual según su capacidad" define la igualdad de oportunidades, un ideal que subyace la legislación de discriminación positiva y las medidas para garantizar el acceso a la universidad. "A cada cual según su trabajo" se corresponde con el ideal de salarios equitativos para los mismos puestos de trabajo y a la introducción del salario mínimo, que principalmente beneficia a los trabajos manuales.
Tras dos milenios usando estas frases, es un buen ejemplo de lo que ya aparecía en el libro de Eclesiastés: "No hay nada nuevo bajo el sol".
Fotos: Wikipedia, The Conversation.
Autora: Luc Bovens, profesor por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.
Traducido por Silvestre Urbón.
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