Cada vez hace más calor, así que Europa ya se puede plantear cultivar café: Sicilia ya lo está experimentando

  • El calentamiento global está haciendo realidad el sueño de los cafeteros sicilianos

  • Tras más de 100 años, florecen sus plantaciones de café

El cultivo del café necesita unas condiciones muy concretas para que el resultado tenga cierta calidad. No sólo entra en juego la temperatura, también otros factores como la humedad y la altura de los campos. Cuando las condiciones son óptimas, tenemos cafés como el Geisha de 10.005 dólares el kilo. El problema es que las condiciones están cambiando y el responsable tiene nombres y apellidos: cambio climático.

Es algo que está afectando a las principales regiones cafeteras, pero también permite que otras que no eran tradicionalmente protagonistas por sus plantaciones de café, estén metiéndose en este sector. Un ejemplo son las plantaciones de café en Sicilia, donde ya estamos viendo plantas tropicales.

Café Made in Italy

Para cualquier país, es importante tener a mano recursos y materias primas. Cuanto menos haya que importar, mejor y, en el caso de la comida, cuantos menos kilómetros recorra el producto y más fresco esté, mejores propiedades, mejor sabor y más barato. Esto último en teorías, al menos. Sin embargo, hay países que son muy conocidos por productos que crecen a miles de kilómetros de sus fronteras.

Bélgica con el chocolate es un ejemplo, pero también Italia con el café. Cuando pensamos en café, palabras como espresso, moka, capuccino, latte o macchiato están en nuestra mente. También postres como el tiramisú, en el que el café es protagonista. Sin embargo, con toda esa tradición cafetera, Italia no tiene un café de kilómetro 0. Eso está cambiando.

Hace unos años se estableció en 1,5 grados centígrados el límite para el calentamiento global. El año pasado ya pudimos apreciar qué pasaba cuando se superaba esa línea roja y, a medio plazo, lo que puede ocasionar este aumento global de las temperaturas es que haya zonas que se vayan tropicalizando.

Yendo al café, sí, se puede cultivar café fuera del 'Cinturón del Café'. En Europa, por ejemplo, tenemos las Azores o Canarias, con pequeñas plantaciones. En Estados Unidos se cultiva café en Hawái y California, además de estar experimentando en Florida y en Australia también se están haciendo avances. Y es algo que se está logrando a altitudes ridículas.

Si para los mejores cafés se necesitan altitudes por encima de los mil metros sobre el nivel del mar, en California se está logrando con altitudes a 180 metros. Y en Australia en un abanico desde los 15 hasta los 900 metros. Son climas que pueden presentar condiciones propicias durante todo el año al ser zonas subtropicales o, directamente, tropicales en algunos casos.

Sicilia está en ese clima de transición, pero el problema se llama Mediterráneo. El clima en la isla italiana está fuertemente influenciado por este mar, ocasionando veranos calurosos y secos con inviernos templados y húmedos. Aun así, a comienzos del siglo XX, en Palermo se realizaron algunas pruebas para plantar café.

El 30 de enero de este año se confirmó que Sicilia alcanzó el récord de temperatura en Europa: 48,8 grados el 11 de agosto de 2021

Rosario Schicchi es la directora del Jardín Botánico de Palermo y explica que "un primer intento de cultivar café al aire libre lo hicieron el director del Jardín Botánico de Palermo, Antonino Borzì, y el jardinero jefe, Vincenzo Riccobono, plantando 25 plantas de café en 1905". Fracasaron debido a las bajas temperaturas invernales. En 1911 realizaron otro intento, pero una helada se llevó la plantación.

Dejaron la idea en barbecho durante un tiempo, hasta que en 1940 se plantaron unas plantas de arábica que lograron adaptarse. Y aquí entra en juego la familia Morettino. Ubicado en Palermo, la familia abrió en 1920 un tostadero de café, pero con el paso de las generaciones, aspiraron no sólo a tostar bajo sus criterios el café crudo que compraban, sino a cultivar su propio café.

Así, en 1990 plantaron sesenta plantas de arábica que habían nacido en el Jardín Botánico de Palermo. Se plantaron a unos 350 metros sobre el nivel del mar y en los primeros años, fracasaron. Sin embargo, algo cambió en 2018: 66 plantas dieron una producción de 30 kilos de café. Es algo que no sólo se ha mantenido con el paso de los años, sino que ha ido en aumento debido a que las plantas se han ido adaptando al clima y están creciendo fuera de invernaderos.

Como explican los propios Morettino, "lo más increíble es que las plantas crecieron al aire libre, sin la ayuda de invernaderos ni pestizidas. Es totalmente orgánico y, para nosotros, podría ser un nuevo comienzo". Adriano Cafiso colabora con los Morettino recorriendo plantaciones en América del Sur y África y comenta que "está claro que la emergencia climática y el consiguiente aumento de las temperaturas han jugado un papel decisivo en la floración de las plantas en Sicilia".

Actualmente, el Jardín Botánico de Palermo y el tostadero de Morettino están colaborando en un proyecto piloto para el cultivo de plantas y la familia expone que "nuestro sueño es crear un café de kilómetro 0 y llevar por primera vez la producción de café a pocos kilómetros de la Europa continental. En los últimos años, debido al cambio climático, Sicilia ha ido evolucionando hacia otros cultivos que parecían impensables hasta hace una década".

De aceitunas a mangos

A Morettino no le falta razón en esto último. Más allá del café, Sicilia está adaptando su producción. En los últimos 50 años, en algunas zonas de la isla se ha registrado un aumento de la temperatura media de unos dos grados. Eso está provocando cambios en el comportamiento de los cultivos. También de los agricultores.

"Antes cultivábamos limones y aceitunas, pero el sueño y el clima han cambiado. Ahora cultivamos mangos, aguacates y papayas", comenta Pietro Coccia, uno de estos agricultores. El aceite de oliva y las uvas de vino pueden ser las próximas en pasar a un segundo plano si la situación continúa así. Desde universidades como la de Catania se están probando variedades de semillas y plantas que sean más resistentes y adaptables al cambio climático con el objetivo de desarrollar cultivos que sean capaces de resistir climas más cálidos y secos.

Imaginando que el cambio climático no tendría otras consecuencias más allá de que los agricultores tengan que adaptarse, podríamos pensar que "tampoco es para tanto". El problema es que puede que haya un futuro en el que ni Morettino tenga oportunidad para sus plantas de café ni Coccia para sus papayas.

Aproximadamente el 70% de Sicilia corre riesgo de desertificación, lo que degradará el suelo y que es un proceso "comparable a sufrir quemaduras de tercer grado en el 70% del cuerpo. Algo así sería mortal para un ser humano", comenta el profesor Christian Mulder, de la Universidad de Catania.

Volviendo al café Morettino, los 30 kilos recogidos hace unos años son absurdos comparados con la producción de los grandes productores, pero lo importante en esta ecuación es que estamos viendo que se puede cultivar café en Europa donde antes era imposible. Aunque la parte negativa es que es parte de un problema a nivel mundial.

Imágenes | Noyolcont, Dedda71

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