California acoge una de las islas privadas más extrañas del mundo: 25 millones por una roca rojiza sin electricidad ni agua

Red Rock se alza en mitad de la bahía de San Francisco, al lado del concurrido puente Richmond-San Rafael

Red Rock
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No es la más cara ni la más remota, ni destaca tampoco por su tamaño, pero Red Rock Island lleva tiempo convertida en uno de los "caramelos" más peculiares del mercado del lujo estadounidense. El motivo: una suma de factores entre los que se cuentan su precio, sus características y sobre todo su ubicación, en plena bahía de San Francisco, donde destaca como la única isla privada. La suya es una ubicación privilegiada, pero quien esté dispuesto a gastarse los 25 millones de dólares que cuesta se encontrará con un ínsula de roca rojiza (de ahí su nombre) sin agua ni luz, poblada por pájaros y en una enrevesada situación administrativa.

Cosas del mercado del lujo más selecto.

En un lugar de la Costa Oeste… Más concretamente en la bahía de San Francisco, muy cerca del concurrido puente Richmond-San Rafael, por el que circulan cada año casi 13 millones de vehículos, se sitúa una pequeña isla bautizada como Red Rock Island. El nombre no es casualidad, lo toma de la concentración de manganeso, mineral que durante un tiempo atrajo el interés de los mineros.

Si por algo destaca Red Rock Island no es sin embargo por su tonalidad, ni ubicación, sino por su condición administrativa: es la única isla de propiedad privada de la bahía de San Francisco y se sitúa entre tres condados diferentes (San Francisco, Marin y Contra Costa), con lo que cualquier trámite relacionado con sus terrenos debe tener en cuenta las regulaciones de esas tres administraciones.

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Una roca rojiza en el Pacífico. Red Rock despierta la curiosidad de los conductores que circulan por el puente Richmond-San Rafael porque se alza como un promontorio rojizo, escarpado y desangelado en plena bahía de San Francisco. Al fin y al cabo el islote está deshabitada. Sus únicos inquilinos son las gaviotas, los gansos canadienses, murciélagos y algún que otro conejo que cría entre sus rocas rojizas, matorrales y los túneles excavados hace décadas por los mineros.

Red Rock Island mide aproximadamente 5,8 acres, unas 2,3 hectáreas. Sus dimensiones son discretas para una isla, aunque no muy lejos de allí hay islotes como The Brothers y The Sisters aún más pequeños. Se calcula que Red Rock mide 150 metros de ancho, 230 de largo y 54 de alto. La agencia Chris Lim, de Christie´s International Real Estate, encargada de la gestión de su venta, destaca sin embargo que la ínsula se sitúa en la parte más profunda de la bahía y su costa es "perfecta" para llegar a bordo de un yate o con un helicóptero. Quizás no sean los medios de transporte más económicos ni los más accesibles; pero es que Red Rock Island tampoco se ha puesto a la venta en un mercado apto para cualquier bolsillo.

¿Te sobran 25 millones? Si es así, enhorabuena, puedes tener tu propia isla privada en un lugar privilegiado de la Costa Oeste de EEUU. Ese es el precio por el que salió a la venta Red Rock Island el año pasado, una suma que, como recuerda The Guardian, la sitúa en la "gama media" del mercado de las islas privadas, muy por encima de los entre 600.000 y varios millones de dólares que puede costar una pequeña isla en las Bahamas, pero por debajo de los más de 100 millones que llegan a pagarse por algunas ínsulas especialmente codiciadas del Caribe.

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25 millones.. y algo más. Eso sí, si el comprador de Red Rock tiene en mente construir en el islote debe contar con que a esos 25 millones iniciales se le sumará otra cantidad, igual o incluso más generosa, para trasladar materiales, personal y suministros. Red Rock carece de electricidad y agua corriente. Y cualquier plan de futuro debe tener en cuenta que está entre tres condados. Para Lim la isla es sin embargo más que un simple islote con potencial. En su opinión es una suerte de bien "coleccionable" de lujo, igual que hay quien opta por colgar un Mark Rothko de su salón o pujar por una de las carísimas piezas de Da Vinci que salen a subasta.

"Inversión única y prestigiosa". Así se anuncia la isla en el portal de Crhistie´s International Real Estate, donde la oferta todavía sigue activa 213 días después de su publicación. "Esta extraordinaria isla ofrece una belleza natural inigualable, importancia histórica y un potencial infinito para el comprador exigente que busca una inversión única y prestigiosa", recalca la agencia. Sea o no un "chollo", lo cierto es que Red Rock Island parece haber atraído el interés del mercado. En julio Lim aseguraba a la cadena CBS News que el vendedor había recibido ya dos ofertas y había al menos una "activa", sobre la mesa, en la que estaban trabajando.

¿Cuál es su estado actual? Esta misma The Guardian informaba de que a finales de julio se firmó un contrato con un comprador que, al menos de momento, ha pedido anonimato. La operación aún no se habría completado. "Será un proceso largo y el cierre del depósito no se realizará hasta el próximo año", explicaba hace poco el portavoz de la agencia a The Real Deal. En cualquier caso, el anuncio sigue activo en el catálogo de Christie´s International Real Estate, donde se permite además solicitar información a mayores o programar una visita a la isla.

Algo más que lujo y naturaleza. Red Rock Island no es solo un islote rojizo en mitad de la Bahía de Francisco poblado de arbustos, gaviotas, murciélagos, gansos y algún que otro conejo que se oculta entre sus pinos. La isla tiene una interesante historia detrás. Se cuenta que sirvió de hogar a comerciantes de pieles rusos, que hacia 1850 vivió en ella el comandante y empresario Selim E. Woodworth, que en el siglo XIX trabajaron en ella mineros interesados en el óxido de manganeso y en 1964 la adquirió David Clickman por una suma hoy irrisoria: 49.500 dólares.

En los 80 estuvo a punto de pasar a manos del polémico gurú Bhagwan Shree Rajneesh y hay quien vio en su tamaño y ubicación un filón para levantar "un club de playa con puerto deportivo", un área turístico o incluso, se cuenta, una mansión Playboy. Su riqueza mineral, que incluye esquisto, también despertó interés como cantera para la construcción de una autopista. Ahora es propiedad de la familia Durning… y busca escribir un nuevo capítulo en su fascinante crónica.

Imágenes | Wikipedia

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