Olvídate de la albiceleste de Messi, de la carioca de Neymar o de la roja de Iniesta: la camiseta que realmente está reventando el mercado de preventas antes del inicio del Mundial es la de Nigeria. La selección no es favorita y tiene complicado incluso pasar de primera fase, pero el alucinante diseño de Nike la ha colocado en un escalafón especial no sólo entre los aficionados nigerianos, sino también entre los coleccionistas de elásticas futboleras. Tanto que alcanza cifras récord.
¿Cuánto? Hasta ahora y aún a medio mes de que se inicien los partidos en Rusia, Nike afirma haber colocado en el mercado global más de tres millones de réplicas. Es un número exageradísimo, especialmente si tenemos en cuenta lo inaccesible del producto para la mayor parte de nigerianos (alrededor de 75 euros, el sueldo de todo un mes para muchísimos residentes del país). La fiebre se debe explicar por la diáspora nigeriana, sí, pero también por ventas puramente mitómanas.
¿Es tanto? Todas las grandes marcas deportivas confían en cada Mundial para disparar sus ventas durante el verano. Es natural: se trata del mayor acontecimiento deportivo del planeta, con permiso de los Juegos Olímpicos, y el fútbol es un vivero de mercadotecnia. Pero las cifras de la elástica nigeriana parecen particularmente alucinantes: por comparar, el Manchester United, quizá la campaña de márketing más exitosa de siempre, vende 2,8 millones al año.
¿Por qué mola? Tan sólo hace falta echarle un vistazo para entenderlo. Nike ha apostado por diversos estampados para numerosas selecciones mundialistas, pero la mayor parte de ellos se han resumido a motivos monocromos o a las mangas. En Nigeria to-da la camiseta es un gran estampado. Dos, en concreto: el verde y blanco que domina los colores tradicionales de Nigeria y el blanco y negro de los brazos. Era algo que, históricamente, sólo solía hacer Puma.
Además se remonta a la camiseta empleada por la exitosa selección de 1994, en Estados Unidos, un pequeño hito de la mercadotecnia futbolística (y en concreto de Nike).
¿Hay más? Sí, claro. El lanzamiento de la camiseta ha coincidido con un singular redescubrimiento de la identidad afro en todo el planeta, especialmente en Estados Unidos. La particularidad cultural cotiza al alza, y en el caso africano hay un sinfín de estampados, telares y texturas disponibles en la riquísima historia estética del continente. La prueba más evidente es Black Panther, cuyo éxito visual bebe en gran medida del cuidadísimo vestuario inspirado en las tradiciones africanas.
La camiseta de Nigeria no desentonaría del todo en Wakanda.
¿Es la mejor? Aquí ya entramos en el terreno de los gustos. Quizá sea la más vendida (o al menos la que está alcanzando cifras más inesperadas), pero su estatus como la mejor varía. La mayor parte de webs dedicadas al mundo fútbol coinciden, eso sí. Otras también están muy bien: Puma ha incluido estampados faunísticos en Senegal; Adidas ha acertado con los cuidadosos patrones de Japón, México y la segunda equipación de Alemania; y Nike también ha bordado la de Francia.
Mención aparte merece la de España y su fantasmagórica apología de la Segunda República.