La pésima situación económica que vive España se está notando en las hipotecas. El rumbo que están siguiendo los bancos ahora es el de cerrar el grifo del crédito. Primero, porque se huelen desde hace días el temporal con la subida de los tipos de interés y han endurecido tanto las condiciones como los criterios para concederlas, exigiendo mayor solvencia. Y segundo, porque se piden y conceden menos, una tendencia que continuará porque el Euríbor sigue al alza, situándose ya en el 2,7%.
La mayor caída desde 2008. Según la última Encuesta sobre Préstamos Bancarios publicada por el Banco de España, los criterios para conceder préstamos y las condiciones que piden las entidades se han vuelto a endurecer en toda España en el tercer trimestre de 2022 con lo que describe el organismo como un "retroceso de la oferta de mayor intensidad en el segmento de financiación a los hogares para adquisición de vivienda".
En total, la banca concedió 10.700 millones de euros en hipotecas en julio y agosto. Eso es un 15% más que los 9.300 millones que prestó en los dos mismos meses de 2021, pero frente a los dos meses pasados (mayo y junio de 2022) la concesión baja un 14%.
¿Por qué? Esta caída se debe a varios factores. Primero, las entidades han detectado más riesgos en los hogares por las desastrosas perspectivas macroeconómicas derivadas de la inflación. Segundo, los clientes han pedido menos préstamos para comprar vivienda ante la subida de los tipos de interés y el encarecimiento de la financiación. Todo esto hace que sean más estrictos a la hora de conceder una hipoteca.
Luego también hay otros motivos como los mayores costes de financiación soportados por los bancos y la menor disponibilidad de fondos.
Crédito al consumo. También la caída se ha notado en el crédito destinado a los hogares para consumo y otros fines, donde los criterios de concesión también se han endurecido. Igual que en el caso de la vivienda, este cambio se debe sobre todo al aumento de los riesgos percibidos por la mala situación económica que viven muchas familias con el aumento de la inflación y al empeoramiento en la solvencia. Las empresas no se libran: ha aumentado el porcentaje de solicitudes de fondos denegadas a empresas.
Subida de tipos. A todo este se le suma la reciente noticia de que el Banco Central Europeo ha vuelto a subir los tipos de interés del 1,25% al 2% para tratar de contener la elevada inflación. Esto supone un revés para los ciudadanos endeudados, sobre todo aquellos que dispongan de una hipoteca variable, ya que aumentarán las cuotas que deben pagar. Hemos ahondado sobre ello en este artículo de Magnet.
De media, los analistas de HelpMyCash calculan que las cuotas aumentarán más de un 30% dependiendo de factores como el importe, el plazo, su diferencial o la fecha de contratación.
La tendencia actual es la de alquilar. Pero la realidad es que su precio también ha subido. El esfuerzo económico que las familias españolas dedican al pago del alquiler ha aumentado en todas las capitales del país a lo en el último año. Tanto, que los hogares de 13 grandes ciudades ya se ven obligados a destinar más del 30% de sus rentas a costear la vivienda, porcentaje a partir del cual comienza un "sobreesfuerzo".
Un estudio del portal inmobiliario Idealista señala que en marzo de 2021 sólo seis capitales registraban un sobreesfuerzo, con las mayores dificultades en Bilbao, donde las familias dedicaban el 34,6% de sus rentas al alquiler. Ahora, esa cifra queda incluso lejos de lo que se vive Barcelona actualmete, donde la cuota se ha disparado hasta el 47,5%.
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