Al dar la bienvenida a los turistas, la mayoría de pueblos presume de su gastronomía y vinos, de ser una joya del Barroco, o de disfrutar de las mejores playas de su región. Cuando el visitante llega a Cândido Godói, un municipio brasileño del estado de Rio Grande do Sul que en 2007 no alcanzaba los 7.000 vecinos, lo que se encuentra es un pórtico con un lema escrito en enormes letras góticas: "Cidade Pomar. Terra dos Gemeos". Traducido: "Ciudad de Huertos. Tierra de Gemelos".
La primera parte de esa "tarjeta de presentación" se entiende antes incluso de entrar en Cândido Godói, cuando el viajero conduce por las carreteras de la comarca de Santa Rosa. Buena parte de las casas están flanqueadas por jardines con pequeñas huertas. Entre las viviendas no es extraño tampoco encontrarse con fincas recién fresadas, en las que la tierra revuelta está aún cubierta por hojas de maíz.
La segunda parte del pórtico, la que habla de la "tierra de gemelos", se tarda un poco más en comprender. Aunque no mucho. Si el turista no fuera sobre aviso al dejar atrás el cartel de letras góticas y adentrarse en el pueblo, lo primero que pensaría es que se ha equivocado de continente y conduce por alguna región bávara. A su paso se encuentra lugareños de piel tostada, pero rubios, de brillantes ojos claros y rasgos caucásicos.
A medida que se acerque al poblado de Linha de São Pedro (a unos cuatro kilómetros) la sensación del visitante será la de que, directamente, se ha vuelto loco: muchos de esos vecinos de cabellos dorados parecen repetirse por todas partes. A menudo incluso se les ve caminando a pares y por duplicado, a la caza de alguna sombra con la que sobrellevar mejor el apelmazante calor de la tarde. Linha de São Pedro, en Cândido Godói, es un punto perdido en la cartografía de Brasil que sobresale en el mapamundi por un fenómeno fascinante: de cada diez embarazos, uno termina en gemelos.
Con ese promedio la localidad de Santa Rosa es con toda probabilidad el lugar del planeta con más alumbramientos de este tipo.
El promedio nacional de Brasil es diez veces más bajo, del 1%. En general se considera que los nacimientos con gemelos tienen una incidencia bastante discreta, uno de cada 80 embarazos, aunque hay estudios recientes que muestran que ese promedio habría aumentado ya a uno de cada 45 debido a los tratamientos de reproducción asistida y a que la edad a la que las mujeres son madres aumenta poco a poco. Cândido Godói pulveriza esas marcas, que también dejan atrás otros puntos del planeta, como el municipio gallego de Camariñas, la ciudad nigeriana de Igbo-Ora o la aldea india de Kodinhi, en la selva de Kerala, donde la tasa sextuplica la media mundial.
El sospechoso halo nazi
En 2015 la BBC publicaba que en Cândido Godói residían 90 pares de gemelos, lo que supondría casi el 3% de su población actual.
Lo sorprendente lo refleja otra información divulgada en 2009 por National Geographic: de las 80 familias que entonces se repartían por Linha de São Pedro unas 40 habían tenido gemelos. Según la BBC, que cita a fuentes del ayuntamiento de Cândido Godói, el 35% de los alumbramientos registrados en el municipio entre 1959 y 2014 trajeron al mundo gemelos. Un estudio elaborado por Ursula Matte, experta del Servicio de Terapia Genética del Hospital de Porto Alegre (Brasil), concluye además que el 40% de los gemelos que nacieron durante su investigación (entre 1990 y 1994) fueron idénticos (monocigóticos) mientras el 60% estante no lo eran (dicigóticos).
¿Cómo se explican esos números?
A lo largo de los últimos años diferentes investigaciones han intentado arrojar luz sobre qué ocurre en "Terra dos Gemeos". La explicación más famosa y que atrajo la atención de medio mundo hacia Cândido Godói la aportó en 2009 un veterano periodista argentino, Jorge Camarasa, que a lo largo de su vida escribió varios ensayos sobre el éxodo nazi en América del Sur. En su libro Mengele: el Ángel de la Muerte de Sudamérica Camarasa lanzaba una teoría que dejó de piedra a los vecinos de Cândido Godói y despertó el interés del país.
Sus investigaciones señalan que la causa es el doctor nazi Josef Mengele, el "ángel de la muerte" de Auschwitz. Tras huir de Alemania en 1945 ante el avance de las tropas soviéticas, Mengele habría viajado primero a Argentina y más tarde a Brasil. Allí, en Bertioga, en el estado de São Paulo, murió el criminal nazi en 1979 oculto tras una falsa identidad. Antes de eso, Camarasa insiste en que Mengele realizó experimentos en Cândido Godói que explican por qué nacen tantos gemelos.
Su teoría es sencilla. Escondido en Brasil, Mengele se resistía a abandonar los macabros experimentos que había iniciado en Auschwitz para potenciar la raza aria. La razón por la que habría escogido Cândido Godói es por su elevada población de descendientes de alemanes, rubios y de ojos azules. Según Camarasa, Mengele se hizo pasar por veterinario que realizaba también pequeños trabajos médicos, como atender varices o labores de dentista.
Con esa excusa habría recorrido las granjas ofreciendo sus servicios y, de algún modo, habría logrado aplicar un tratamiento que favoreció que aquellas descendientes germanas diesen a luz gemelos. Camarasa apoyó su teoría con cientos de entrevistas. "Hay testimonios de que asistió a mujeres, siguió sus embarazos, las trató con nuevos tipos de drogas y que habló de inseminación artificial", explicaría en 2009. "Nadie sabe con certeza en qué fecha llegó Mengele a Cândido Godói, pero los primeros mellizos nacieron en 1963, año en que escuchamos por primera vez informes de su presencia". En su libro recoge el testimonio de personas que tuvieron relación con Mengele sin conocer su verdadera identidad.
La publicación de Mengele: el Ángel de la Muerte de Sudamérica tuvo eco en buena parte de la prensa nacional e internacional. Quienes más sorprendidos se quedaron con sus conclusiones fueron sin embargo los propios vecinos de la localidad de Rio Grande do Sul.
Intentando borrar a Mengele
La idea de que sus orígenes estuviesen vinculados a un personaje como el médico nazi no les entusiasmaba y decidieron recurrir a otros expertos en busca de explicaciones menos funestas. Una de las puertas a las que llamaron fue la de la genetista Lavinia Schuler-Faccini, de la de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Su equipo retomó una vieja investigación que ya había iniciado en la década de los 90. La conclusión que arroja es distinta a la de de Camarasa. El estudio analizó 42 madres de la comunidad que había alcanzado aquella desorbitada tasa de gemelos. En ellas detectó un gen que no es determinante, pero sí "predispone al embarazo de gemelos".
La endogamia en la comunidad de origen alemán y las relaciones consanguíneas, entre otros factores, habrían contribuido también a ese fenómeno. Sus causas estarían así relacionadas con el conocido como "efecto del fundador": los primeros colonizadores tendrían ya ese gen modificado, que se habría ido perpetuando con los años.
El estudio de Faccini arrojaba también otra conclusión que desmonta la teoría de Camarasa. A pesar de lo que sostenía el periodista argentino, señala la genetista, el fenómeno en Linha de São Pedro se remontaría a antes de la supuesta llegada de Mengele. "Hay familias que tienen cinco generaciones de embarazos gemelares, desde su llegada la región", apunta Schuler-Faccini después de que su equipo buceara en los árboles genealógicos de la villa.
"La mayoría de los gemelos que observamos en Cândido Gódoi se agrupan en familias y ha sucedido así durante un largo periodo de tiempo, mucho antes que Mengele. Esto apunta a un factor genético. No tiene nada que ver con los nazis. Principalmente, porque esta tendencia es anterior a ellos y porque no habrían tenido la manera de lograr algo así en aquella época", insistía Matte a la BBC en 2015.
Como parte del estudio de Matte se analizaron más de 6.600 certificados de bautismo de las últimas ocho décadas. Una de sus principales conclusiones es que el fenómeno que Camarasa atribuye al criminal de Auschwitz se remonta al menos a la década de los 30, mucho antes de que Mengele pusiera siquiera un pie en Brasil.
Los expertos señalan aún otra incongruencia más: si el número de gemelos repuntó por el tratamiento de Mengele, ¿cómo es posible que la tasa siga alta cuatro décadas después de su muerte? El doctor Gary Steinman explicaba en 2009 que, incluso en el caso de que Mengele dispusiera de medicamentos adelantados a su época, su efecto no duraría más allá de una generación. Para Steinman, es prácticamente imposible que Mengele manejase los conocimientos necesarios para lograr los objetivos que le asigna Caramasa.
A pesar de esas evidencias, el periodista siempre se resistió a abandonar su teoría. "La hipótesis que planteé sobre la intervención de Mengele sigue siendo válida", reivindicaba o en 2013, dos años antes de fallecer por un paro cardíaco. A lo largo de los últimos años se han formulado otras teorías que intentan explicar el fenómeno de Cândido Godói. Algunas apuntan a una influencia de los factores ambientales, como el agua. Acepten las evidencias de Schuler-Faccini y Matte o sean más partidarios de la teoría de Camarasa, los viajeros que se adentran en Cândido Godói siguen recibiendo el saludo del gran pórtico que identifica al pueblo como "Terra dos Gemeos".