La carrera de Filosofía vive un repunte histórico: por qué cada vez más jóvenes eligen estudiarla

Cada vez más jóvenes deciden estudiar Filosofía en nuestro país. Según datos del Ministerio de Universidades, el número de matriculados en esta disciplina ha aumentado casi un 10% en los últimos tres años, pasando de 22.289 en 2018 a 24.387 en 2020.

Una tendencia al alza que también se manifiesta en las notas de corte: hace cinco años rara era la universidad en la que esta carrera superaba el cinco para poder acceder; ahora, sin embargo, en la Universidad de Murcia ha alcanzado un 9,2 sobre 14, y en las de Valencia, País Vasco y la Complutense de Madrid un 8,5 sobre 14 y en la de Zaragoza un 8,5, según el buscador de El País.

¿Por qué? La Filosofía es una disciplina que interesa a muchos alumnos en Bachillerato. Sus enseñanzas ayudan a los alumnos a entender mejor un mundo, el de los adultos, en el que acaban de adentrarse y en el que todavía se sienten desubicados. Ese atractivo, además, se ha visto reforzado en los últimos años por la incertidumbre en la que se ha visto inmersa nuestra sociedad con la pandemia de coronavirus, que ha disparado la preocupación por la salud mental y ha hecho que muchos busquen en los filósofos un sentido para sus vidas, según han explicado diversos expertos a El País.

Aunque ese interés por la disciplina no explica por sí solo el mayor número de matriculaciones. La Filosofía, como hemos mencionado, siempre ha resultado atractiva a muchos estudiantes de Bachillerato, pero también se ha encontrado históricamente con un escollo importante: su baja tasa de empleabilidad. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos años, en buena medida porque el sector en el que más rápido crece el empleo, el tecnológico, ha visto en los graduados de esta carrera un interesante perfil para afrontar determinados retos de sus negocios.

Pensamiento crítico y creatividad. Las empresas tecnológicas consideran que los filósofos pueden serles de gran utilidad para dos aspectos muy importantes en todo negocio innovador: el pensamiento crítico y la creatividad. Como ya explicaron los compañeros de Xataka, en esas compañías son muchos los que defienden que los problemas no sólo se pueden resolver desde una perspectiva técnica, y es ahí donde entran en juego carreras humanísticas como Filosofía.

De hecho, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) promueve la inclusión de asignaturas de humanidades y letras en los currículos académicos de sus carreras, incluso en las más técnicas, ya que las considera un conducto de innovación y esenciales para promover el ambiente creativo en la ciencia y la ingeniería.

Y algunos nombres destacados de las empresas tecnológicas actuales, como Reid Hoffman, fundador de LinkedIn, Peter Thiel, cofundador de PayPal, o Mauricio Lapastora, ex director general de Toshiba y Fujitsu Siemens, tienen títulos universitarios en Filosofía.

Filósofos en Silicon Valley. De hecho, empresas como Google, IBM o Microsoft llevan varios años contratando decenas de licenciados en Filosofía, y no sólo para tener un pensamiento crítico o creativo, también para que les ayuden a resolver algunos problemas éticos y morales que plantean determinados avances tecnológicos como la inteligencia artificial a medio y largo plazo, según explica El Mundo.

Imagen | Rafael Edwards

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