La pandemia ha golpeado a prácticamente todos los sectores económicos, pero sin duda una de las consecuencias brutales que hemos podido observar es cómo ha congelado la actividad del mercado inmobiliario. Y, sin embargo, apenas empezábamos a ver la luz de nuevo, las operaciones de compraventa de vivienda se han ido recuperando poco a poco a los niveles previos a la pandemia durante ya el primer trimestre del año.
Pero la crisis no sólo ha traído consigo un cambio en la oferta y la demanda, sino que también ha modificado las preferencias de los compradores. Y la tendencia muestra un incremento de búsquedas de viviendas unifamiliares. Sí, ha llegado la era del "chaletismo".
Las cifras. Basándonos en los números, podríamos afirmar que la venta de chalets en España vive el momento más dulce desde hace 14 años. Y el Covid ha sido el detonante. Es lo que reflejan las estadísticas del Colegio de Registradores de España: entre enero y abril se ha formalizado la compraventa de 47.536 viviendas unifamiliares en todo el país, un 60% más que en el mismo periodo de 2020 y la cifra más alta desde 2007.
De media, se han vendido casi 400 chalets al día en estos primeros meses del año y respecto a la media de la última década, aumentó en 2,1 puntos porcentuales. En concreto, de todas las viviendas vendidas, un 77,5% fueron pisos y apartamentos, y un 22,5% fueron chalets, villas, bungalows y casas unifamiliares.
La tendencia del "chaletismo". Esta moda va en sintonía con la creciente apuesta por las viviendas de mayor tamaño y con espacio exterior que viene detectando el sector inmobiliario en los últimos meses. Consecuencia directa de los numerosos confinamientos decretados, toques de queda y otras restricciones sanitarias. Sin embargo, algunos expertos del mercado inmobiliario explican que la pandemia sólo ha acelerado una serie de transformaciones que ya se venían produciendo de manera gradual.
Desde hace dos o tres años viene registrándose en España un ligero aumento del interés por las viviendas unifamiliares, frente a la compraventa de pisos de altura. Y el aumento del teletrabajo o la necesidad de espacios abiertos han sido los catalizadores perfectos para levantar este cambio cultural. ¿Moda o tendencia? No está claro. Pero lo que si sabemos es que hay nuevas costumbres que vienen para quedarse y una de ellas es optar por una mejor calidad de vida en el hogar.
Motivos. No faltan. Llevamos más de un año asistiendo a un fenómeno nómada, de trabajadores trasladándose a pequeñas ciudades, pueblos o zonas rurales. A una vida al aire libre. Lo hemos contado en Magnet. La razón más plausible es el hecho de estar más en casa, principalmente por el teletrabajo. Se necesita más espacio: un patio, un porche y por qué no, un jardín o una piscina.
A todo esto se suma que el ahorro de los hogares está en máximos históricos, con una tasa del 14,85% de su renta disponible, según el INE. También influye que actualmente las entidades bancarias están ofreciendo mejores condiciones de financiación, con unos tipos de interés más bajos que nunca. Otra razón que podría justificar el fenómeno al alza es que la vivienda continúa siendo un activo muy rentable para invertir, con el que podemos seguir obteniendo ganancias a través del alquiler.
Más caros. Si bien el precio de la vivienda ya subió una media del 2,1% el pasado año en comparación con 2019 y se trata del séptimo año consecutivo de crecimiento, esta mayor demanda que vivimos también tiene su impacto directo en los precios. El valor de la vivienda de segunda mano subió un 1,6% interanual en enero y un 1,1% en febrero, situándose en 1.771 euros por metro cuadrado, según Idealista.
A pesar de que el incremento general no ha sido excesivo, se ha notado más según el tipo de vivienda. Los chalets han visto crecer sus precios un 3,2% interanual, hasta los 1.547 euros por metro cuadrado de media, mientras que los pisos se han mantenido prácticamente estables, y solo se han movido un 0,7% al alza. ¿Dónde son más caros? Las comunidades que encabezan la lista son La Rioja, con un incremento del 5,6%, e Islas Baleares, del 4%. Andalucía, la Comunidad Valenciana y Cataluña se encuentran en los siguientes puestos.
Con todo, podemos afirmar que el hogar ha pasado de ser un sitio cuyo propósito era dormir, descansar y disfrutar del fin de semana a convertirse en un lugar donde compatibilizar vida profesional y vida familiar. Sin duda, un espacio donde vamos a pasar más tiempo.
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