"Solo quieren descansar de ser humanos": la última tendencia en China entre los jóvenes es difícil de explicar

Un pájaro puede definir la ansiada libertad, o incluso el encierro en una jaula

En el diccionario de la Real Academia de la Lengua dan dos definiciones muy diferentes de “pájaro”. La primera, y más común, nos dice que es un tipo de ave, especialmente si es pequeña. La segunda nos habla de una “persona astuta y con muy pocos escrúpulos”. En China, los jóvenes están empezando a adoptar el término ante la presión de emanciparse y comenzar la vida adulta. No solo eso. Están tomando la primera definición al pie de la letra.

Somos pájaros. Hace unas semanas lo contábamos. Parece que los jóvenes en China se están revelando ante un futuro prometido que poco tiene que ver al actual. Hay muchos datos para corroborarlo, pero uno se escribe en letras muy grandes. Cuando terminan de graduarse y miran a un lado y al otro, el escenario son millones de jóvenes en la misma situación.

Hace unos años, había un término para explicar la filosofía apática de los jóvenes que estaban hartos de la presión laboral y social a la que estaban sometidos: Tang ping. Ahora han ido un paso más allá. Esa rebeldía ante la situación asfixiante que vislumbran está llevando a muchos a comportarse literalmente como pájaros.

La lógica del vuelo. La razón seguramente la habrás adivinado, quizás no tanto cómo y dónde. Contaba el New York Times este fin de semana que el extraño movimiento se lleva cocinando varias semanas a través de las redes sociales en China. La situación es más o menos parecida en todos los casos. Un joven se pone una camiseta o jersey cubriéndose brazos y torso y esconde las piernas, dejando únicamente las manos que sobresalgan (sí, como si fueran las garras de un pájaro).

Dicen que es una forma de lidiar con las presiones de trabajar, estudiar o buscar trabajo después de graduarse, entre otros desafíos familiares. A veces, cuenta el diario, "solo quieren un descanso de ser humanos" en un momento en que su futuro se siente incierto ante la desaceleración del crecimiento económico. “Los pájaros pueden volar libres y sin rumbo”, cuenta Wang Weihan, de 20 años, un estudiante de finanzas que se hizo pasar por un pájaro en su dormitorio. Dice que la tendencia expresa “el deseo innato de libertad que hay en cada persona”.

La lógica del encierro. Sin embargo, también hay jóvenes "convirtiéndose" en pájaros por todo lo contrario. Frente a los que expresan libertad y no tener rumbo, otros tratan de reflejar lo más parecido al "encierro en una jaula" de un pájaro en el que parecen vivir, “me sentí como un pájaro no volador que sólo podía agarrarse a la barandilla y mirar a lo lejos”, contaba un joven al medio.

El futuro incierto. Zhao Weixiang, de 22 años y estudiante de biología en la provincia de Shanxi, en el norte de China, publicó una imagen alterada digitalmente de sí mismo como un pájaro posado sobre un poste de teléfono. “No más estudios, sé un pájaro”, decía la foto. El joven dice que vislumbraba la competitividad laboral a la que se acercaba y, un día, mientras miraba desde su aula, vio pájaros volando en círculos. “Envidiaba su libertad y decidí copiarlos”, dijo.

La tendencia (se cuentan miles) parece confirmar que muchos jóvenes en China se están desilusionando porque la historia que les contaron de un futuro brillante si estudiaban y trabajaban duro parece más dudosa a medida que la economía china se desacelera, explica al NYT Xiang Biao, director del Instituto Max Planck de Antropología Social en Alemania y experto en la sociedad china. La tendencia de las aves viene a ser otra manifestación de esta desilusión y permite a los jóvenes tener un momento de alegría "sin optar por salirse de la carrera de ratas", cuenta.

Una tendencia que va a más. Lo que empezó como una pequeña idea se fue haciendo viral y tendencia. De hecho, estos “pájaros” tienen una canción sobre las condiciones de trabajo explotadoras en la tambaleante economía post-COVID de China. Muchas publicaciones hacen referencia al sistema "996", que obliga a los empleados a trabajar de 9 a 21 horas, seis días a la semana (es decir, una semana laboral de 72 horas).

A pesar de que técnicamente es ilegal según las leyes laborales chinas, muchas empresas siguen aplicando esta política, supuestamente incluso la propia empresa matriz de TikTok, ByteDance. En términos generales, los nacidos en China entre 1995 y 2010 parecen ser los más pesimistas de todos los grupos demográficos, y más de la mitad expresa preocupación por su futuro. Un contraste con generaciones anteriores que han experimentado aumentos significativos en su nivel de vida, en particular desde que el país se abrió a la inversión extranjera a finales de los 70.

Otras formas de protesta en China. Lo contábamos antes. Las nuevas generaciones en China son más propensas a la crítica con el gobierno. Desilusionados por la disminución de las perspectivas de adquirir una vivienda y enfadados por algunas de las medidas más duras contra el COVID-19, este grupo demográfico formó la columna vertebral de una ola de protestas que arrasó el país en 2022, la mayor que ha enfrentado la actual administración.

Además del movimiento Tang ping, los jóvenes también han mostrado su descontento acudiendo en pijama a trabajar. A principios de 2022 se hizo famoso el término bai lan ('dejar que se pudra') en el discurso online. El concepto se originó en la comunidad de videojuegos de la NBA y se refería a la práctica de perder deliberadamente un partido cuando las posibilidades de ganar eran escasas.

En clave china, el término se tomó prestado y creció hasta encapsular un pesimismo general sobre la cultura laboral del país. Ahora parece que lo han simplificado todo un poco más convirtiéndose en pájaros.

Imagen | Douyin

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