China y Japón están inmersos en una silenciosa escalada de las tensiones militares. El motivo: los mares

  • La disputa territorial por las islas Senkaku sigue siendo un asunto sensible entre China y Japón

  • Japón se queja de que China invade su territorio mientras China es crítica con la posición japonesa en la protección marina

Senkaku
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A lo largo de la historia, las relaciones entre China y Japón han sido complicadas. Tras décadas de invasiones en territorio propio o desembarcos con el objetivo de anexionar territorios, se llegó al punto álgido de la Segunda guerra sino-japonesa. En China se siguen acordando de la invasión nipona, tanto que el hecho de ser pro-Japón es una terrible ofensa que puede hundir negocios. En el espectro militar y político, la cosa no va mucho mejor.

Los dos países están en una disputa por el control del espacio marítimo colindante y la situación está llegando a unas cotas de tensión que pueden resultar peligrosas. No se trata de las ofensas por el nombre de un portaviones, sino de violación de territorio y venta de armamento.

China y sus vecinos. Los problemas territoriales del pasado es algo que sigue vigente. Taiwán es un ejemplo, siendo un país independiente, pero con China considerándolo como su territorio. No son pocas las ocasiones en las que hemos visto amenazas del gobierno chino dirigidas contra el país, recreaciones de zonas de Taipei para realizar maniobras y, por su parte, movimientos de defensa en Taiwán. La situación con Hong-Kong no es mucho mejor y estos últimos meses estamos viendo un refuerzo del brazo militar chino enfocado al control de sus mares.

El rearme japonés. Los japoneses no se están quedando atrás y, sin la beligerancia en sus mensajes que algunos representantes chinos ostentan cuando hablan de territorios como el taiwanés, han reforzado su fuerza armada estos últimos meses. El artículo 9 de la Constitución de Japón impide actos bélicos por parte del estado, pero recientemente se presentó un presupuesto de Defensa que apunta a un movimiento de rearme.

La nueva estrategia es un plan de inversión de 43 billones de yenes en cinco años, hasta 2027. Esto supone de no llegar al 1% a invertir un 2% de su PIB en el brazo militar. En euros, supone 63.000 millones al año y el objetivo es colocarse como la tercera potencia militar a nivel mundial, únicamente superados por Estados Unidos y China.

Japón se queja. Teniendo en cuenta esta situación actual, recientemente Japón ha informado de la presencia de barcos chinos cerca de las islas Diaoyu (o Senkaku, como se conocen en Japón). Son unas islas cuyo control no estuvo claro hasta que, en 2012, Japón las nacionalizó. El problema es que ahora son aguas japonesas y Tokio se queja de la constante presencia de la Policía Marítima de China navegando la zona.

China también reclama esa zona, por lo que consideran que estén en control de Japón y los viajes de autoridades japonesas a las islas un acto de provocación. Japón, por su parte, lo que estima es que esas islas son suyas y ver durante 158 días consecutivos barcos chinos en el límite de las 12 millas náuticas es un acto irresponsable por parte de China. El récord anterior se dio en 2021, cuando China tuvo presencia en la zona durante 157 días, pero en esta ocasión parecen decididos a seguir en la zona durante más tiempo.

Senkaku 2 Ahí están

China también. Por otro lado, China también tiene queja de Japón. En esta zona disputada, Estados Unidos suele actuar como un vehículo de control para disuadir a China, pero los analistas estiman que, como están ocupados tanto con las guerras de Ucrania como la de Gaza, alguien debe asumir el papel de proveedor de seguridad en la región. Y ese papel puede recaer en Japón.

El motivo es que Japón ha vendido cinco patrulleras a Filipinas que se entregarán entre 2027 y 2028 por unos 507 millones de dólares. Según Manila, esto responde a un paso adelante en el "compromiso inquebrantable de los dos países para mejorar nuestras capacidades de seguridad marítima en beneficio de nuestra nación y de la comunidad marítima en general". Esto puede suponer un movimiento agresivo de cara a China. De hecho, afirman que el fortalecimiento del ejército japonés y el hacer aliados dañaría la paz regional y mantendría la hegemonía estadounidense.

Escalada de tensión. Y de fuerzas. De momento, parece que esa calma tensa se está resolviendo con declaraciones por parte de todos mientras, a la vez, continúan haciendo sus movimientos. Lo que está claro es que cada vez va a ser más complicado operar en la zona. Sólo entre 2013 y 2022, China incorporó 148 buques de guerra, que era más o menos el número total de Japón. Actualmente, se estima que China tiene 370 buques y se espera que la cifra aumente hasta los 435 de cara a 2030. Estados Unidos tiene 280 buques.

Pero no sólo de barcos va la cosa, ya que Filipinas se está armando con esos buques comprados a Japón, pero también con misiles supersónicos que compraron a India en un acuerdo de 375 millones de dólares. Veremos a qué nos lleva todo esto, pero otro punto a destacar es que China no se ha olvidado de Taiwán y está emitiendo vídeos propagandísticos en los que ataca la isla en un acto que puede cruzar la línea de la provocación.

Imágenes | 海上自衛隊, Google Maps

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