Puede que alguna vez hayas vivido esta misma sensación: tenías que mostrar un proyecto en clase o el avance de un trabajo a tus superiores y sabes que tenías muy poco avanzado. Entonces… decides meter más interlineado, tal vez usar una fuente más grande. Hacer que cada diapositiva aparezca más tiempo en el PowerPoint y exprimir cada gota de contenido. En esencia, exagerar tus resultados.
No decimos que eso es lo que hayan pretendido desde la Policía de Coslada al anunciar la última incautación en su redada antidrogas, pero desde luego esa es la sensación que producen, no sólo a nosotros sino también a medio Internet.
Porque en la página de Facebook del propio Ayuntamiento de Coslada se han visto desbordados ante las respuestas de sus seguidores, posiblemente en muchos casos ciudadanos mismos del municipio y en otros comentaristas atraídos por la cómica imagen. 125 euros, unas pocas chinas, una cartulina oficial y la foto del perro implicado en la labor de la policía.
También a Twitter ha llegado la imagen, y con ella los consiguientes memes, a los que la actuación policial ha sorprendido no por el talento de las fuerzas del orden, sino por su altivez a la hora de exhibir públicamente lo que debiera haber quedado, entendemos, como una detención rutinaria. O eso, o nos falta información en la foto para comprender el peligro público de este narcotraficante.
-Hemos pillado al "Ratilla" con porros.
— Erofernin (@Erofernin) March 22, 2017
-¡Hay que publicarlo en Facebook!
-Pero..
-Prepare el bodegón, ES UNA ORDEN. pic.twitter.com/NzfEn21Orz
ha caído un imperio de la droga pic.twitter.com/o0uwT5TWhk
— Manu Manuel (@ManuManuel1) March 22, 2017
he oído que Walter White está operando en Coslada https://t.co/Ep2aSFzclG
— klk (@klkeeee) March 22, 2017
La broma no quita, claro, que estemos hablando concretamente de una actuación local, y que comprendemos que es lógico que no todas las intervenciones de la policía Coslada tengan la envergadura de las que aparecen en los telediarios nacionales. También que, efectivamente, nuestra policía ha luchado muy duramente contra amenazas a la sociedad, algunas que ellas referentes al narcotráfico, con incautaciones de mayor grosor.
¿Nos sirve de algo luchar contra el narcotraficante de Coslada?
Las Naciones Unidas han dicho que la guerra contra el vendedor local de droga no funciona. En unas estadísticas sobre la evolución del consumo que lanzaron el año pasado, mostraban cómo en los últimos años se ha recrudecido en los países occidentales la persecución contra el tráfico ilegal de drogas.
En Estados Unidos, y desde que Nixon le declarase la guerra al consumo, los arrestos por posesión y ventas han crecido en un 300%, y siendo como son los reclusos de las prisiones por delitos relacionados con las drogas un 32% de la población general de los centros, parece evidente la conclusión de que esa lucha contra el pequeño traficante es un importante factor responsable de la masificación de las cárceles a las que se enfrenta el país.
Así, mientras la policía recrudece las sanciones contra los vendedores, fuera de las cárceles el consumo crecía. Desde 2007, el número de personas que ha consumido cannabis en el último mes ha pasado del 6 al 7%, una cifra poco espectacular pero que desde luego no muestra el abandono del consumo que debería indicar la dureza policial. Es más, el precio y pureza de las drogas ha crecido a nivel global, y además el cannabis en concreto vale un 80% menos que lo que costaba hace 25 años.
Cada vez más norteamericanos están de acuerdo con la progresiva legalización de la marihuana. Algo que conseguiría, entre otras cosas, inyectar una gran cantidad de dinero en el estado, cosa que les motiva aún más ahora que la mayoría del producto se planta en suelo nacional y no mexicano (los cárteles se han pasado también por esto a la heroína). Esto también ayudaría a garantizar la calidad del producto y dejar a muchos policías con menos trabajo en sus manos.
Los agentes de Coslada no han hecho nada pernicioso, obviamente. Han cumplido con la ley y actuado contra lo que nuestro código entiende que es un delincuente. Pero también entendemos a los comentaristas que anuncian que, con esta nueva redada, tampoco es que se sientan mucho más seguros.