Las grandes ciudades que conocemos en la actualidad, a menudo, se elevan sobre las ruinas de emplazamientos pasados. Algunas tienen varios siglos de antigüedad y es interesante ver que, bajo ciudades como París, prácticamente hay otra ciudad. Eso ocurre también en el caso de Ciudad de México, la enorme urbe de más de nueve millones de habitantes (en su zona urbana) que se levantó sobre ciudades como Tenochtitlan o Tlatelolco.
Lleva tiempo siendo una de las zonas más interesantes de la ciudad, pero ahora se han encontrado sus canales y el embarcadero prehispánico que explican la importancia estratégica que tuvo la zona durante años.
Tlatelolco. En 1338, un gran grupo indígena se separó. Una parte se quedó en Tenochtitlán mientras que el grupo Tlatelolca fundó Tlatelolco. No es que se comieran mucho la cabeza con el nombre, pero mantuvieron su independencia durante más de cien años y, durante ese tiempo, su mercado -tianguis- se convirtió en un importantísimo centro no sólo comercial, sino de intercambio cultural. La ciudad estaba dividida en 19 barrios y su gran riqueza cultural tenía que ver con los mercaderes de tierras lejanas que se quedaban en la ciudad.
Más allá de su arquitectura, algo que se puede apreciar en la actualidad en el corazón de Ciudad de México, lo que destacó de su cultura son las cerámicas, los murales y las esculturas. Sin embargo, descubrimientos recientes nos enseñan que, además de ser una sociedad multicultural, dominaban la hidráulica.
Especialistas en hidráulica. Los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia -INAH- han realizado excavaciones en unos 40 pozos de sondeo en una zona de 11.000 metros cuadrados. Esto ha ayudado a entender no sólo el estilo de vida en la época, sino también la estructura hídrica de la ciudad. Uno de los descubrimientos más importantes tiene que ver con una estructura del periodo Posclásico Tardío (entre 1200 y 1521 d.C.) compuesta por canales con dimensiones de entre 1 a 8 metros. También un embarcadero de 4,8 por 3,1 metros.
Xantal Rosales García es una de las arqueólogas que ha participado en el descubrimiento de estos canales y explica que utilizaron mampostería para construir los muros, así como una escalinata que permitía descender al agua en la época prehispánica. Además, han descubierto que el límite norte de Tlatelolco se encontraría en realidad unos 300 metros antes de lo que se creía.
Este hallazgo, según el arqueólogo Tulio Cordero, es útil porque "conocer los márgenes de Tlatelolco permite completar la imagen que tenemos de esta ciudad e imaginar la vida de sus habitantes con su complejo sistema hidráulico". Y más allá del embarcadero, está el descubrimiento de que Tlatelolco tenía un complejo sistema de canales destinados a la irrigación y el drenaje, pero que también permitía la navegación.
Ahora bien, lo que se ha encontrado ahora es la evidencia de su existencia, ya que obras como este mural de Diego Rivera de 1945 ya mostraba este complejo sistema de canales que permitían tanto la navegación como el riego de cultivos.
Vestigios de cultura indígena. En la excavación, los arqueólogos han desenterrado nuevos restos humanos gracias a tres sepulturas. Además, en ellas se han encontrado ofrendas fúnebres y cientos de trozos de cerámica. Esto es interesante porque sugieren que la población indígena siguió habitando la zona después de la llegada de los españoles y, a diferencia de lo ocurrido en otras zonas, el cambio cultural fue más gradual.
¿Por qué lo saben? Pues porque en esas sepulturas se han encontrado rastros de ofrendas de la época prehispánica, por lo que la población nativa siguió, al menos durante un tiempo, realizando parte de sus ritos y cultura.
El desastre. Ahora bien, parece que ese cambio total de mentalidad vino con las inundaciones de 1555 y 1607, así como con epidemias que contribuyeron a la disminución de la población indígena en esa zona de la ciudad, por lo que agonizó hacia los siglos XVII y XVIII.
Imágenes | ProtoplasmaKid, Thelmadatter
En Xataka | Las ruinas mayas tienen un problema: empiezan a ser inaccesibles por culpa de la violencia
Ver 0 comentarios