Lo que se está viviendo ahora mismo en los aeropuertos de Europa no tiene nombre. Bueno, en realidad sí lo tiene: se llama un verano "normal". Diferente al de los últimos años, pero al fin y al cabo normal con respecto a antes de la pandemia. ¿Qué nos hemos encontrado? Colas eternas, salas de espera abarrotadas y pasajeros agolpados en los stands de las aerolíneas pidiendo un reembolso por sus billetes. Billetes de vuelos que han sufrido retrasos durante toda la semana o que nunca llegaron a despegar.
Un fenómeno que afecta a más de 10 países y que tiene a políticos y autoridades llevándose las manos a la cabeza. ¿Qué ha pasado? Que se ha juntado todo. La salida de la pandemia ha hecho que todo el mundo quiera volar de nuevo, que es junio y que muchos de los trabajadores de los aeropuertos dejaron sus trabajos hace dos años.
La foto. La del aeropuerto de Bristol, en Reino Unido, no tiene desperdicio. Miles de turistas se han quedado en tierra esperando despegar. Pero como en Bristol, también los del aeropuerto de Bruselas, Ámsterdam, Mallorca, Estocolmo o Dublin se vieron obligados a formar largas colas en los controles fronterizos de hasta cuatro horas. El caos reina en toda Europa, y todo en medio de un crecimiento de los viajes en el continente.
En algunos lugares ha sido incluso más infernal. En Manchester han esperado hasta siete horas en las colas. Todas las aerolíneas están afectadas. EasyJet ha cancelado más de 200 vuelos en solo una semana. British Airways canceló al menos 124 vuelos. La situación es similar para el grupo Air France-KLM que tuvo que cancelar más de 225 vuelos el mes pasado por falta de personal y paros laborales.
¿Por qué? Escasez de personal. Hay que tener en cuenta que durante la pandemia una gran cantidad de trabajadores en los aeropuertos y aerolíneas perdieron sus trabajos. Basta decir que en el pico epidémico, al menos 191.000 trabajadores de la aviación europeo se fueron a la calle. Y claro, ahora que volvemos a la normalidad y se viaja de nuevo, no hay personal suficiente para lidiar con todo: equipaje, control fronterizo, seguridad, tripulación de los aviones, azafatas, etc.
Condiciones miserables. A todo esto se le suma un aspecto importante y no fácil de solucionar. Las campañas de contratación van con retraso y las condiciones de trabajo son poco atractivas o nada. Desde hace meses, los trabajadores critican sueldos bajos y se debaten con ir a la huelga en pleno verano de mucha demanda a no ser que les mejoren las condiciones. Un dato que dice mucho sobre el fenómeno: alrededor de 1.000 trabajadores del aeropuerto de Schiphol (Ámsterdam) han aceptado el despido voluntario desde septiembre de 2020.
Nuestro aeropuerto en Mallorca tiene problemas. También en la isla se han experimentado retrasos y largas colas. Uno de los problemas reside en los procesos y burocracia postbrexit, que piden a los residentes de fuera de la UE (como ahora Reino Unido) que rellenen formularios o tengan sus pasaportes sellados. Y bueno, todo esto lleva tiempo y requiere de personal especializado que no hay. El sindicato policial ya ha avisado que el aeropuerto puede colapsar si no se contrata a más empleados.
Y quien también está sufriendo el fenómeno es toda la cadena turística de este tipo de destinos de sol y playa. Que esperaba una cantidad inmensa de turistas desde ayer y que no aparecen. Los taxistas se encuentran las salidas de los aeropuertos vacías y los hosteleros esperan con ansias hacer su agosto. Aunque estemos en junio.
Otro verano "normal". Como decíamos antes y hemos contado en Xataka en más de un artículo, el cielo ha vuelto a llenarse de aviones. Las empresas vuelven a hacer negocio como antes de la pandemia, hace casi tres años. El deseo por viajar ha vuelto. Por eso las compañías han de ponerse las pilas. Hemos visto como en Air France-KLM han empezado a trabajar a un 90% de la capacidad que empleaban en 2019 y para ello han invertido 180 millones de euros en la renovación de nuevos aviones.
Otras aerolíneas como Aeromexico ya han puesto a disposición de los turistas un 43% más de vuelos a México desde Madrid que en 2019. Y lo mismo ocurre para ir a Emiratos Árabes Unidos: 9.000 asientos más que aquel año. ¿Pero de qué sirve tener más capacidad si no hay nadie para atenderte en el aeropuerto? Desafortunadamente, de nada. Y el caos y las colas siguen hasta el momento.
Imagen: Twitter @assarsson
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