Ansiedad es una palabra que puede generar inquietud en las personas. Tenemos que comprender su naturaleza, como mecanismo natural de adaptación a situaciones estresantes. Aun así, en ocasiones, la ansiedad puede jugarnos una mala pasada y convertirse en un problema. Es entonces cuando conviene consultar con un profesional. Pero, primero, podemos usar algunas técnicas que nos ayuden a controlarla antes de que llegue lo peor.
La ansiedad, una respuesta natural
Para poder comprender mejor cómo funcionan estos mecanismos, las técnicas para reducir sus niveles o la importancia que puedan tener, hemos consultado con José Carlos Baeza Villarroel, Doctor en Psicología y Especialista en Psicología Clínica, perteneciente al Centro Clínica de la Ansiedad. Esto es lo que nos ha contado: "La ansiedad es básicamente un mecanismo defensivo". Es un sistema de alerta ante situaciones consideradas amenazantes".
Según nos explica el experto, la ansiedad no es un proceso anómalo, extraño, para el ser humano. "Es un mecanismo universal, se da en todas las personas, es normal, adaptativo, mejora el rendimiento y la capacidad de anticipación y respuesta. La función de la ansiedad es movilizar al organismo, mantenerlo alerta y dispuesto para intervenir frente a los riesgos y amenazas, de forma que no se produzcan o se minimicen sus consecuencias".
"La ansiedad, pues, nos empuja a tomar las medidas convenientes", continua. Huir, atacar, neutralizar, afrontar el problema, etcétera. son acciones para las que estamos más preparados gracias a la ansiedad. Nuestra reacción dependerá del caso y la naturaleza del riesgo o del peligro, nos explica el doctor Baeza. "La ansiedad, como mecanismo adaptativo, es buena, funcional, normal y no representa ningún problema de salud. Sin embargo, en algunos casos, este mecanismo funciona de forma alterada, es decir, produce problemas de salud y, en lugar de ayudarnos, nos incapacita".
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
¿Qué técnicas existen para reducir la ansiedad?
Para evitar llegar hasta un "punto de no retorno" con la ansiedad, tenemos a nuestra disposición una serie de acciones y medidas que pueden ayudar a controlar los niveles de ansiedad. "Como personas susceptibles de padecer ansiedad (todos lo somos) lo mejor que podemos a hacer es seguir un conjunto de buenas prácticas encaminadas a prevenirla", nos explica el doctor Baeza.
Entre ellas están el reducir el consumo de estimulantes del sistema nervioso, como la cafeína o la nicotina. También hay que minimizar el uso de depresores del sistema nerviosos, como puede ser el alcohol, además de evitar el consumo de otras substancias (básicamente todo lo que se considere una droga). El experto nos explica que mantener hábitos adecuados de higiene del sueño y alimentación es esencial. Esto quiere decir que debemos dormir las horas que necesitemos, y descansar de verdad cuando lo hagamos.
También es necesario llevar una buena alimentación y reducir los malos hábitos relacionados con la nutrición. Otra recomendación consiste en practicar ejercicio físico regularmente, "al menos tres veces por semana", nos indica el psicólogo.
A la hora de enfrentarnos a los problemas o a otras personas, es necesario desarrollar habilidades asertivas. Disponer y cuidar las relaciones interpersonales, evitando conflictos innecesarios. También es conveniente conocer y aplicar algunas técnicas de desactivación fisiológica. Entre las más sencillas, por ejemplo, está la respiración abdominal. Parece obvio, pero es importante que aprendamos a prevenir el estrés o gestionarlo adecuadamente. Esto quiere decir que debemos darle el valor adecuado a los problemas, y no permitir que nos abrumen emocionalmente.
Una técnica que sirve para esto es marcar de antemano un tiempo para atender las preocupaciones, en lugar de hacerlo sobre la marcha en función del estado emocional. Esto suele pasarnos a todos, ya que nos enfrentamos a los problemas según sintamos angustia, tristeza, enfado... En el mismo momento.
Cuando la ansiedad se convierte en un problema
Por desgracia, no siempre podemos trabajar la ansiedad "a tiempo", y sus consecuencias pueden llegar como fruto de su descontrol. En esos casos podríamos estar enfrentándonos a una ansiedad de tipo patológico. "Los tratamientos básicos para el tratamiento de la ansiedad son los de tipo psicológico", nos comenta el doctor Beaza, "si bien, en algunos casos, puede ser necesario un apoyo farmacológico".
"Los tratamientos psicológicos más efectivos en el tratamiento de la ansiedad son los basados en procedimientos llamados cognitivo conductuales, un conjunto de métodos y técnicas, basados en la evidencia científica, destinados a entender y gestionar mejor la ansiedad y aquello que la origina y mantiene". Entre dichas técnicas, "diferentes recursos y herramientas útiles para regular los síntomas, los pensamientos, las emociones y las conductas relacionados con la ansiedad y los problemas asociados con ella". Y recurrir a un especialista.
"Los psicólogos clínicos, con un tratamiento psicológico, y los psiquiatras, con un tratamiento farmacológico, son los profesionales sanitarios especializados en el tratamiento de los problemas de ansiedad", nos confirma el experto. En el caso de que la ansiedad se haya convertido en un auténtico problema, es necesario buscar y aceptar la ayuda para deshacernos de ese peso que nos atormenta.
Imagen: AF
Una versión anterior de este artículo fue publicada en octubre de 2018.
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