Se ha descubierto que una misteriosa especie gigante y peluda de rinoceronte (conocida como el unicornio siberiano debido a su enorme cuerno) habría sobrevivido en el oeste de Rusia hasta hace sólo 36.000 años, según una investigación publicada recientemente en la revista Nature Ecology & Evolution. Esta fecha de extinción significa que los últimos días del unicornio siberiano fueron compartidos con los primeros humanos modernos y los neandertales.
Hasta ahora poco se sabía sobre esta criatura que se pensaba se había extinguido hace más de 200.000 años, pero los análisis genéticos y las pruebas de radiocarbono han empezado a revelar muchos aspectos de la forma en la que vivían y cuándo se extinguieron.
Un descubrimiento clave ha sido que el unicornio siberiano no se extinguió debido a la caza humana, ni siquiera en el momento cumbre de la última Edad de Hielo hace aproximadamente 25.000 años.
En realidad, fue víctima de un cambio moderado del clima que redujo la cantidad de pastos desde el este de Europa hasta China.
Nuestros nuevos resultados muestran que el unicornio siberiano dependía de dichos pastos y que, a diferencia de otras especies de la zona como el antílope saiga, fue incapaz de adaptarse al cambio.
El "unicornio siberiano"
El unicornio siberiano (_Elasmotherium_) tenía un solo cuerno cuya longitud se estima pudiera haber alcanzado un metro. Era una de las numerosas especies de rinocerontes que han existido.
Además de la extinción de los rinocerontes lanudos (que todavía se pueden encontrar en forma de momias congeladas), existen cinco especies de rinocerontes que aún siguen vivas. Sin embargo, todas estas especies se encuentran desafortunadamente en peligro de extinción, incluyendo el rinoceronte blanco (casi amenazado), el rinoceronte de Java (en peligro crítico de extinción) y el rinoceronte de Sumatra (también en peligro crítico de extinción).
La pérdida del unicornio siberiano nos proporciona un buen ejemplo de la mala capacidad de adaptación de los rinocerontes a los cambios medioambientales.
El animal con el que trabajamos fue encontrado en la Rusia actual, aunque su alcance también se extendía a zonas modernas como Kazajstán, Mongolia y el norte de China, donde habitaba un terreno estepario dominado por pastos y hierbas.
El unicornio siberiano compartió este ambiente con el antílope saiga y otras especies de la Edad de Hielo, como el rinoceronte lanudo y el mamut.
Pero la mayoría de las pruebas hasta la fecha sugieren que el unicornio siberiano se extinguió hace 200,000 años, mientras que el lanudo rinoceronte y el mamut se extinguieron hace alrededor de 13,000 y 4,000 años, respectivamente.
Entonces, ¿por qué se extinguió el unicornio siberiano mientras que otras especies que compartían el mismo hábitat perduraron durante miles de años más o incluso siguen con nosotros, como en el caso del antílope saiga?
Pruebas irrefutables
Algunas pruebas recientes que todavía no han sido confirmadas sugieren que el unicornio siberiano sobrevivió hasta más cerca del presente, parecido al rinoceronte lanudo. Con estos datos estudiamos la edad de 23 muestras de huesos del animal en colecciones de museos de Rusia y del Reino Unido.
En vez de 200.000 años, el resultado de las nuevas pruebas mostraba que el unicornio siberiano en realidad se habría extinguido hace tan sólo 36.000 años.
A continuación nos planteamos los motivos de su extinción en dicho periodo.
El cambio climático parece ser la respuesta más probable, pero 36.000 años es mucho antes del pico de la Edad de Hielo que sucedió entre hace 20.000 y 25.000 años.
Pero esta fecha no concuerda con el momento en el que se produjeron cambios importantes a veranos más frescos en el norte de Europa y Asia. Este cambio de temporada hizo que los pastos y las hierbas se volvieran más escasos y aumentara el número de especies vegetales de tundra como el musgo y el líquen.
Un especialista vulnerable
¿Cómo es posible que un cambio en el clima hace 36.000 años causara la extinción del unicornio siberiano pero no la de los rinocerontes lanudos o los antílopes saiga?
Para responder a esta pregunta, nuestra investigación estudió huesos fósiles del unicornio siberiano, del rinoceronte lanudo y del antílope saiga y examinó sus niveles de nitrógeno y carbono, puesto que sus diferencias reflejan las dietas de los animales.
Descubrimos que hasta hace 36.000 años los antílopes saiga y los unicornios siberianos tenían comportamientos muy parecidos con una dieta casi exclusivamente a base de hierba. Posteriormente, el carbono y el nitrógeno en los huesos de los antílopes saiga mostraban un cambio dietético importante hacia otros tipos de plantas.
Pero el cambio a otro tipo de dieta resultó ser demasiado difícil para el unicornio siberiano con sus dientes resistentes al desgaste y su cabeza ligeramente ladeada a la altura de la hierba. Parientes como el rinoceronte lanudo siempre habían comido una variedad más equilibrada de planta y un cambio de hábitat les impactó mucho menos.
Es importante tener en cuenta que el cambio climático que supuso la extinción del unicornio siberiano fue mucho menos pronunciado que los que se produjeron durante la Edad de Hielo posterior o los cambios a los que nos enfrentaremos en un futuro próximo.
La historia del unicornio siberiano es un recordatorio oportuno de que incluso los pequeños cambios en la distribución de las plantas pueden tener efectos devastadores para las especies de grandes animales.
Se trata de algo que pone en gran riesgo a muchos animales como a los parientes cercanos del unicornio siberiano que han sobrevivido y que gracias a los humanos ya se encuentran en peligro de extinción.
Autores: Kieren Mitchell, Adrian Lister, Alan Cooper y Chris Turney.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.
Traducido por Silvestre Urbón.