Cada vez que aparece una cifra económica, la lectura de dicha cifra cobra un tinte político manifiesto, marcado por aquel que da la interpretación del resultado. Los datos del desempleo y número de parados son una prueba evidente de ello, en la que cada intérprete dará como aspecto positivo o negativo aquello que más le interese. Sin ir más lejos, hoy hemos sabido que los datos del desempleo del mes de mayo presentan una bajada de 117.925 personas colocando el total de parados según las Oficinas de Empleo en 4.215.031 personas.
Ahora, podemos interpretar que estos son los mejores datos de bajada de paro de toda la serie histórica o también, que más del 45% de los desempleados no reciben prestación alguna ¿cómo podemos interpretar los datos del paro sin que nos vendan la moto?
La fuente base de los datos del paro: encuesta de población activa vs datos de oficinas de empleo
Los datos de paro en España tienen dos fuentes oficiales. Por una parte, tenemos una fuente de información estadística trimestral que es la Encuesta de Población Activa y por otra parte, tenemos los datos mensuales de desempleados y demandantes de empleo de Los Servicios Públicos Estatales de Empleo; SEPE (el extinto INEM para los que peinamos canas).
Para saber interpretar los datos que da cada encuesta, primero necesitamos conocer cómo se obtienen los datos de cada una de ellas. Para el caso de la EPA, el Instituto Nacional de Estadística realiza una serie de entrevistas telefónicas o presenciales a la población, tiene unos criterios claros de muestreo y unas definiciones ajustadas a desempleado, activo o inactivo dentro del mercado laboral y extrapola los resultados de dicha encuesta para toda la población.
Es decir, para mirar los datos de la EPA tenemos que asumir que es un estudio estadístico con todas las ventajas e inconvenientes que conlleva y también tenemos que asumir que este estudio estadístico, nos da la fotografía del mercado laboral para una semana determinada de cada trimestre del año. Sin ir más lejos, la última encuesta de población activa no dejó una tasa de desempleo para España del 23,78% correspondiendo con el 1º trimestre de 2015, para una semana del mes de marzo.
La segunda fuente de información del desempleo la tenemos en el SEPE. Mensualmente, el Ministerio de Empleo prepara un informe global del número de demandantes de empleo inscritos en las oficinas de empleo. Al total de demandantes, se les resta aquellos que están ocupados y de ahí sale el número de desempleados del SEPE.
El número de desempleados que obtenemos por esta vía, es un número exacto, pero tiene el hándicap del sesgo de voluntariedad. Es decir, si un desempleado que no recibe prestación y ha tirado la toalla en la búsqueda de empleo, está enfermo o cualquier otra circunstancia que provoque que no esté inscrito en el SEPE, no aparece en la cifra del total de parados. También se le suele poner la traba de que esta fuente de datos no mide el efecto de desplazamiento al exterior de los demandantes de empleo, así como la falta de una tasa respecto la población activa para comprobar la evolución de paro.
Por estas razones, a efectos de contabilizar el número de parados totales, es preferible guiarnos por la Encuesta de Población Activa, más que por los datos del SEPE, dado que la EPA si contempla el total de la población activa residente y considera como parados aquellos que no tienen trabajo en la semana de referencia y que en simultáneo tienen una actitud activa hacia la búsqueda de empleo.
Datos que no dicen nada en el SEPE: el número de contratos indefinidos
Los datos del SEPE mensuales, también arrojan un dato mensual que tiene múltiples lecturas. Este dato es el número de contratos indefinidos que se formalizan cada mes. Este valor, es usado de manera indistinta para extrapolar con la calidad del empleo creado durante el mes.
La primera evidencia clara de la lectura histórica del número de contratos indefinidos es que no tiene correlación alguna con la subida o bajada de desempleados inscritos al SEPE. El valor de contratos indefinidos ha subido prácticamente en años en los que la destrucción de empleo y aumento de desempleados ha sido muy importante, tal y como pasó en 2011 o 2012. Josu Mezo ya nos puso sobre la pista de esta nula correlación y por tanto, extrapolar la calidad del empleo creado por el número de contratos indefinidos firmados, no tiene base alguna y es un dato acontextualizado completamente que no dice absolutamente nada.
Número de horas trabajadas o magnitudes salariales, datos que se inventan
La tercera crítica que se suele realizar a todas las estadísticas de desempleados tiene su origen en que los empleos que se crean son de muy pocas horas o bien, que los salarios que se pagan tienden a la baja. En este caso, no existe dato alguno de la estadística del SEPE o de la EPA que nos permita afirmar alguna correlación entre empleos creados y horas trabajadas, así como tampoco nos permite afirmar si existe mucha temporalidad o no, basándonos solo en los contratos firmados.
El dato que se muestra en el SEPE mensualmente es el número de contratos a tiempo parcial. Pero un contrato a tiempo parcial puede ser desde una hora al mes hasta 39 horas a la semana sobre un total de 40 horas semanales. Asimismo, el propio contrato a tiempo parcial (sea temporal o contrato indefinido) no nos dice qué intervalo salarial tenemos por lo que, que existan más o menos contratos a tiempo parcial, tampoco nos correlaciona absolutamente nada con el volumen salarial o calidad del empleo creado.
Para extrapolar a términos salariales y a calidad de empleo, tenemos que recurrir a la Encuesta de Estructura Salarial, que por desgracia se publica cada 4 años y para aproximarnos al salario por contrato, tenemos que recurrir a la encuesta de costes laborales trimestrales.
Asimismo, los mejores indicadores globales de la evolución de salarios y empleo los tenemos por la combinación de ingresos declarados en el IRPF dentro de rendimientos del trabajo y número de afiliados a la Seguridad Social junto con las bases de cotización declaradas por los trabajadores por cuenta ajena. Con estas fuentes, podemos tomar valores anuales globales, que tampoco nos dan una foto fidedigna del empleo, pero si aproximamos la tendencia salarial y de cotización de la población.
En resumen, los datos del paro son sólo datos del paro
Tal y como hemos desmigajado, cada vez que veamos el dato del paro del SEPE, tenemos que traducir ese número en las personas que están inscritas a los Servicios Públicos de Empleo sin trabajo y a la búsqueda de un empleo y cada vez que veamos los datos de paro de la EPA, pensemos que es el número que más se aproxima al total de parados del país.
Cualquier otra lectura, positiva o negativa que se extraiga en términos salariales de estas encuestas, en términos de temporalidad o en términos de calidad del empleo creado, tiene una lectura y razonamiento interesado detrás, que no tiene datos algunos que realmente confirmen o desmientan esas afirmaciones.
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