Hasta la fecha y descontando pequeñas excepciones, el coche eléctrico está más presente en la gran conversación global sobre la movilidad del futuro que en nuestras vidas. A nivel mundial, su cuota de mercado no supera el 3%. Y su crecimiento se ha ralentizado ligeramente durante este extraño 2020. Gran parte de sus limitaciones provienen de sus precios. Los coches eléctricos son caros. Hasta un 80% más (el modelo más barato no baja de los 21.000€). Pero tiene truco.
El mantenimiento. El coste de un coche no es estático. Requiere de carburante y mantenimiento para un correcto funcionamiento a lo largo de su vida. ¿Cómo se comparan ambos factores entre los vehículos de combustión interna y los eléctricos? Es la pregunta que aborda este breve estudio elaborado por Consumer Report. En él, computan el gasto por kilómetro de los coches eléctricos, de los híbridos enchufables y de los convencionales. El resultado es sorprendente.
Más baratos. Es cierto, la compra de un eléctrico es más exigente. Pero el dinero destinado a su mantenimiento es menor a lo largo de los años. Por debajo de los 80.000 kilómetros de vida, tanto los eléctricos como los híbridos cuestan menos (0,010€ y 0,025€ por kilómetro) que los de combustión interna (0,33€ por kilómetro). El coste aumenta progresivamente conforme avanza su uso, llegando a los 0,051€ (eléctricos) y 0,093€ (combustión) por encima de los 160.000 kilómetros.
Refrendo. Trabajos previos han apuntado en la misma dirección. Este, en concreto, estima una reducción de costes de hasta el 40% en favor de los eléctricos; y este otro, elaborado en Canadá e incluyendo el precio del combustible frente al precio de la electricidad, eleva el ahorro al 47%. En agregado, Consumer Report estima unos 3.900€ menos en mantenimiento a lo largo de la vida útil del vehículo.
Montante que amortigua la mayor inversión en la compra.
¿Por qué? Operan varios factores. Por un lado el combustible, más caro que la carga eléctrica. Por otro, los componentes, los mismos que disparan el precio de venta de los vehículos eléctricos. No se trata tanto de que las reparaciones sean más baratas, sino de que son menos frecuentes. "Sus componentes tienen menos partes móviles y no necesitan cambios de fluidos", argumenta el informe. Y pese a que el coste aumenta con el paso de los kilómetros, aumenta más entre los convencionales.
¿Diferencial? Es la pregunta del millón. ¿Ese ahorro estimado será suficiente para disparar las ventas de coches eléctricos? En España, en el primer trimestre de 2020, su cuota de mercado quedó por debajo del 7%. Encomiable en relación a años previos, pero lejos de la tan anunciada (y ansiada) revolución en el sector. Sólo en países como Noruega o Suecia su triunfo es rotundo (en torno al 30% del mercado).
A nivel global, 2020 está suponiendo un año de moderación en el crecimiento de las ventas eléctricas. En España sí parecen haber capeado el temporal mejor que los de combustión interna: entre enero y septiembre se han vendido unos 11.000, un 23% al alza respecto al mismo periodo del año anterior. Pero siguen siendo migajas. Los eléctricos, en agregado, no representan más del 1,6% del mercado.
Imagen: Ed Harvey
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