Noticia de justo hace un año: según un análisis de Car and Driver, la electrónica representa ya el 40% del coste total de un coche nuevo, el doble de lo que era dos décadas atrás. Vamos hacia la softwerización del coche, y esto se va a notar en nuestra relación con los vehículos y en nuestros bolsillos.
Tesla is a pay-to-win company https://t.co/ZBzMLGIzzj
— A meme page to check every time MatLab crashes (@memecrashes) April 30, 2021
Tu Tesla es un sistema pay to win, dice un vídeo de Tiktok que se ha compartido ampliamente en Twitter. Un supuesto propietario de uno de estos vehículos asegura que notaba que su Model Y iba “algo lento”, que pagó a través de Apple Pay a un tercero para “acelerar” el coche por un módico precio de 2.000 dólares y que casi al instante se desbloquearon funcionalidades que hicieron que ganara 0.6 segundos de aceleración subiendo la velocidad de 0 a 100.
El programa usado parece ser similar a Ingenext, un intermediario que modifica el software para mejorar el rendimiento de tu Tesla sin ninguna garantía pero por pagos inferiores a los que te exige la compañía. Como sabe cualquier aficionado al universo muskiano, la cadena de coches nunca se ha escondido y admite que encierra en sus vehículos altos grados de funcionalidad o de autonomía en la conducción bloqueados de serie y que deben ser activados pagando aparte.
For reference, this is the original pop up message I got on the system - couldn't snap it last night as I was mid-drive. BMW store says it's £160 for "unlimited" use... pic.twitter.com/zLbkuktEwV
— Jake Groves (@_jakegroves) March 25, 2021
Pero los demás ya están aquí. Hace un mes The Verge desvelaba que para su modelo 530e BMW había empezado a pedir un pago adicional denominado “asistente inteligente para luces fuertes”. Con sólo un coste único de 160 libras podrías hacer que tus faros delanteros se atenuasen para no cegar a los demás, ya que el programa de serie hace que sean especialmente luminosos. Si hace años se pensaba que la industria automotriz cambiaría su rostro por uno enfocado al leasing, lo que les convertiría de alguna manera en el “nuevo Netflix”, se mantiene esa idea de cambio de modelo hacia un paradigma “Netflix” de suscripciones, pero por la vía del software. Function On Demand, lo llaman.
Audi, BMW, Lexus y Mercedes han confirmado a Bloomberg que incorporarán opciones similares en sus próximos modelos de alta gama, aunque lo que no está claro es en qué grado, para qué extras dentro del vehículo y en qué mercados extenderán este nuevo modelo de pago. Lo más obvio parece que serán las subsecuentes actualizaciones del propio software de navegación o inocentes mejoras de seguridad: BWM incorporará alertas de tráfico en tiempo real y grabaciones de las operaciones del conductor, que, en caso de colisión, permitirán reproducir clips de 40 segundos de lo que ocurrió antes y después de un accidente.
Otros servicios avanzados ampliamente discutidos serían localizadores del coche por GPS, poder controlar el estado de la carga de los eléctricos, funciones de conducción autónoma o el mantenimiento de una "nube" personal.
Las compañías se frotan las manos: los cálculos de Ford indican que las suscripciones digitales podrán suponer un día 100.000 millones de dólares dentro del nuevo modelo, tres veces la actual cuota de mercado de la propia Ford Motor. Las cuentas has hacen de la siguiente manera: los 75 millones de usuarios de sus vehículos pagarán no muy tarde 10 dólares mensuales, esto es, 9.000 millones de dólares anuales extra con apenas costes de producción.
Ubik es una novela de ciencia ficción escrita en 1969 por Philip K. Dick, uno de los ejemplos de manual de la literatura distópica. El escritor imaginaba un futuro tan mediado por el mercado que todo aquello que forme parte de tu vida tiene un precio, y caro: los propios electrodomésticos de tu casa requerirían un pago cada vez que quisieras usarlo, el teléfono para descolgarlo, la nevera para abrirse; y si no tienes dinero o no puedes comprar deuda, te quedas sin usarlo. No hay por qué ponerse apocalípticos con lo que parece un cambio de modelo de consumo, pero a muchos usuarios de las redes sociales también les resulta difícil no sentirse inquietos ante el nuevo panorama.
