Durante las últimas dos semanas las tormentas que han azotado la costa australiana han dejado casas frente a la playa al borde del colapso. Se trata de una prueba contundente de los riesgos que el cambio climático y la subida del nivel del mar suponen para las zonas costeras.
En nuestra última investigación analizamos el posible coste de este tipo de destrucción en el futuro. La cantidad de tierras costeras afectadas por las inundaciones (incluyendo mareas altas y otros fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el mar) podrían aumentar en un 48% para el año 2100, así como la cantidad de población y bienes expuestos a este tipo de catástrofes.
En un mundo con un alto nivel de emisiones de gases de efecto invernadero y sin medidas para prevenir las inundaciones, el coste material de este tipo de catástrofes podría equivaler hasta un 20% de la economía mundial para el año 2100. Si no reducimos de forma drástica las emisiones o realizamos grandes inversiones en diques y otras estructuras, la erosión de las costas tendrá efectos devastadores en la economía mundial y en gran parte de la población.
El nivel del mar está subiendo a un ritmo cada vez mayor debido a dos motivos principales. A medida que la temperatura global aumenta, los glaciares y las capas de hielo se derriten. Al mismo tiempo, los océanos absorben el calor de la atmósfera, haciendo que el agua se expanda. Los océanos están aumentando su nivel unos 3-4 milímetros al año, aunque se espera que dicho ritmo se acelere.
Este aumento, en combinación con la posibilidad de un clima más extremo, provocará grandes inundaciones. El objetivo de nuestro estudio era determinar la extensión de dichas inundaciones, a cuántas personas afectarían y los costes materiales y económicos. Combinamos los datos oceánicos durante tormentas extremas con las previsiones del aumento del nivel del mar si las emisiones de gases de efecto invernadero fueran moderadas o de alto nivel. A partir de ahí utilizamos los datos para crear un modelo de las posibles crecidas del nivel del mar para el año 2100.
Mezclamos dicho modelo con los datos topográficos (mostrando la geografía de la superficie) para identificar las áreas en riesgo de inundaciones costeras. Posteriormente estimamos el número de población y bienes materiales en peligro utilizando datos sobre la distribución global de la población y el producto interior bruto en las zonas afectadas.
Preocupantes resultados
¿Qué descubrimos? Uno de los resultados más impactantes es que, debido al aumento del nivel del mar, las catástrofes que ahora llamamos "del siglo" podrían ocurrir cada diez años o menos en la mayoría de las localidades costeras. En el caso de que aumenten las emisiones y no se introduzca ningún tipo de medida de contención al mar, como los diques, estimamos que total de terreno afectado por las inundaciones costeras podría aumentar un 48% para el año 2100.
Esto podría significar que para el año 2100 la población a nivel mundial expuesta a las inundaciones costeras podría llegar a los 287 millones de personas (un 4,1% de la población mundial total). Según la misma hipótesis, los bienes materiales costeros, como edificios, carreteras y otras infraestructuras con un valor conjunto que alcanza los 12 billones de euros, podrían estar en riesgo por las inundaciones.
Esto equivale al 20% del total del PIB mundial para el año 2100. Sin embargo, esta hipótesis más pesimista considera que no existe ningún tipo de defensa contra las inundaciones. Algo poco probable, puesto que ya se han construido diques y otras infraestructuras en algunas zonas costeras. Las inundaciones tendrán un gran impacto en el suroeste de China, en Bangladesh y las zonas de Bengala Occidental y Gujarat en la India, así como el noroeste de Europa, incluyendo el Reino Unido, el norte de Francia y el norte de Alemania.
Nuestro análisis mundial a gran escala tiene algunas limitaciones y los resultados obtenidos en algunos lugares concretos podrían diferir de los hallazgos locales. Sin embargo, creemos que nuestro análisis proporciona una base para investigaciones más detalladas sobre los impactos del cambio climático en las costas más vulnerables. Es evidente que el mundo tiene que endurecer las medidas para adaptarse a las inundaciones costeras y compensar los efectos sociales y económicos derivados.
Para ello será necesario construir y mejorar las infraestructuras de protección costera, como los diques de contención. También hará falta la relocalización de zonas costeras para permitir que algunas de las zonas más bajas se inunden, trasladando a la población a zonas más seguras tierra adentro. También será necesario el despliegue de sistemas de alerta en las costas y la preparación de las comunidades costeras ante inundaciones. Para ello es necesario una cuidadosa planificación a largo plazo.
Se trata de todo un reto, pero si se hace de forma correcta, la adaptación de las costas puede salvar cientos de millones de vidas humanas y ahorrarle a la economía mundial miles de millones de euros durante este siglo.
Imagen: STE/GTRES
Autores: Ebru Kirezci y Ian Young, Universidad de Melbourne.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.
Traducido por Silvestre Urbón.
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