La criptomonedas partían en su orígen con la premisa de ser una alternativa a las instituciones financieras tradicionales. Ahora, se han generalizado tanto que incluso los bancos y las compañías de tarjetas de crédito de más de 50 años quieran hacerse con parte del pastel de su éxito. Ya ofrecen tarjetas de débito con marcas de criptomonedas, programas de recompensas de lealtad basados en Bitcoin y plataformas para comprar y vender activos digitales.
Tu tarjeta, en Bitcoin. Los bancos y las instituciones financieras que ofrecen tarjetas de crédito y débito Mastercard ahora ya permiten a los clientes pagar su saldo y ganar puntos de fidelidad con Bitcoin, la criptomoneda que admite la plataforma Bakkt. Es decir, una manera de tener acceso a billeteras digitales de criptomonedas. Los comerciantes, restaurantes y minoristas, pueden ofrecer Bitcoins como alternativa a los puntos de fidelidad tradicionales que las tarjetas de crédito ofrecen.
¿De qué les sirve? Las personas que opten por convertir o acumular puntos en criptomonedas seguirán corriendo un riesgo porque el valor de estas está determinado principalmente por su volátil mercado. Pero claro, compañías conocidas harán que tomar ese riesgo sea un poco más fácil y menos abrumador que tener que registrarse por separado en una plataforma de cifrado. Lo que significa que los titulares de estas tarjetas (2.800 millones) tendrán via de acceso al mundo de las criptoinversiones.
No es la única. No es el único movimiento en este sentido. Ya existen varias tarjetas de crédito y débito para personas que desean utilizar criptomonedas. Las tarjetas de débito y prepago ofrecidas por las plataformas Uphold y BitPay permiten a las personas convertir rápidamente sus tenencias de criptomonedas en moneda tradicional, mientras que una tarjeta de crédito ofrecida por Gemini permite a los clientes ganar recompensas en Bitcoin en función de su actividad de gasto.
En la primera mitad de 2021, los clientes de Visa gastaron más de 1.000 millones en criptomonedas con tarjetas de crédito que la compañía ofrece a través de asociaciones con tres plataformas diferentes: Circle, BlockFi y Coinbase. Otras compañías de crédito han señalado que también podrían comenzar a ofrecerlas pronto. A fines del año pasado, American Express invirtió en una plataforma de comercio de criptomonedas llamada FalconX. Casi al mismo tiempo, Discover Financial, que opera Discover Card, también comenzó a contratar personal para desarrollar un proyecto similar.
El camino a los NFT. Hace sólo dos meses, Mastercard también creó su primer NFT (Token no fungible). En realidad, sólo era un balón animado firmado por el entrenador de fútbol José Mourinho como parte de un sorteo de fidelización. Pero es su manera de atraer a las generaciones más jóvenes y digitales. "A medida que las marcas y los comerciantes buscan atraer a los consumidores más jóvenes y sus preferencias de transacción, estas nuevas ofertas representan una oportunidad única para satisfacer la creciente demanda de criptografía, pagos y flexibilidad de recompensas", explicaba la compañía.
¿Y los bancos? No se quieren perder todo esto tampoco. U.S. Bank, el quinto banco minorista más grande del país, anunció hace unas semanas que su servicio de custodia de criptomonedas ya está disponible para los administradores de fondos. La oferta ayudará a los inversores a almacenar claves privadas para Bitcoin, Bitcoin Cash y Litecoin con la ayuda del subdepositario NYDIG. Y se espera que exista soporte para otras monedas como Ethereum con el tiempo.
La medida es la última señal de que las empresas financieras establecidas están comenzando a aceptar las criptomonedas como una clase de activo legítimo. En el ámbito de los bancos de custodia, que verifican y protegen billones de dólares en activos tradicionales, los principales, incluidos Bank of New York Mellon, State Street y Northern Trust, ya han anunciado planes para custodiar activos digitales.
La regulación. Toda esta tendencia se está acrecentando después de que un regulador clave publicara un documento el año pasado que establecía que los bancos nacionales podían custodiar los activos criptográficos. Jelena McWilliams, que preside la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, explicó en una entrevista con Reuters que el equipo de reguladores bancarios de EEUU está tratando de proporcionar una hoja de ruta para que los bancos se comprometan con los criptoactivos. Eso podría incluir reglas más claras sobre la custodia de las criptomonedas para facilitar el comercio de los clientes, usándolas como garantía para préstamos o incluso manteniéndolas en sus balances como activos más tradicionales.
"Si no llevamos esta actividad dentro de los bancos, se desarrollará fuera de ellos... y los reguladores federales no podrán hacer nada", señalaba. El objetivo es garantizar la coordinación de la política de criptomonedas entre los tres principales reguladores bancarios: la FDIC, la Reserva Federal y la Oficina del Contralor de la Moneda.
Es irónico el hecho de que, si bien Bitcoin se creó para eliminar a los intermediarios financieros, se están recreando franjas del antiguo orden financiero para atender a las monedas digitales. Después de todo, los administradores de fondos pueden optar por almacenar sus propias claves de criptomonedas. Pero los gerentes quieren el sello de nombres establecidos para disipar las preocupaciones de sus propios clientes.
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