La cruzada de Rusia contra el anime: "Daña el desarrollo espiritual y moral de la naturaleza rusa"

Armas de fuego, sangre, desmembramientos o violencia. Son algunos de los elementos que tienen en común los animes Attack on Titan, Akira o la serie de dibujos estadounidense Happy Tree Friends. Sin embargo, desde hace unas semanas comparten otra característica: están prohibidos en Rusia. Sí, series que llevan años pululando por plataformas de streaming conocidas como Netflix y que se han convertido en iconos de la cultura pop se han convertido en el blanco del sistema judicial del país.

Al parecer, ninguno de ellos cumple con el “desarrollo espiritual y moral de la naturaleza rusa”. Y el país ha emprendido una cruzada contra el anime de grandes proporciones.

La medida. El último resultado de esta contienda ha sido la decisión de un tribunal ruso en San Petersburgo de prohibir animes japoneses populares como Attack on Titan y Akira, argumentando que los títulos son perjudiciales para el desarrollo mental de los niños y serán retirados de las plataformas de video y páginas webs rusas. El tribunal concluía que pueden causar un comportamiento "violento" en los menores y potencialmente conducir a un "comportamiento autolesivo".

Motivos. Tan al extremo se han llevado los informes de los “expertos”, peritos judiciales hasta ahora desconocidos, que según el servicio de prensa del Tribunal de Distrito de Oktyabrsky de San Petersburgo, "ver la serie animada indudablemente daña la educación y el desarrollo espiritual y moral de los niños pequeños y contradice la naturaleza humanista de la educación inherente a Rusia".

De la misma manera, Happy Tree Friends, que trata sobre tres animales del bosque de dibujos que mueren de formas gráficamente violentas en cada episodio, "contiene elementos de crueldad" y "está diseñado en un estilo común para la animación estadounidense". Para "Akira", citan posibles daños a la salud y el desarrollo psicológico.

Fotograma de la serie de anime japonesa 'Attack on Titan'.

La cruzada contra el anime. Rusia ha estado tomando medidas enérgicas en los últimos meses contra las películas y series de anime. De hecho, en enero, otro tribunal ya prohibió Death Note, Tokyo Ghoul, Inuyashiki y Elfen Lied por su "descripción de violencia, asesinato y crueldad". El país ha construido un pasado en evitar que ciertos animes se estrenen allí y los razonamientos de los censores rusos para restringir la audiencia del género ha resultado en una especie de guerra fría entre ellos y el medio.

La web sobre videojuegos Igromania citaba a expertos diciendo que Inuyashiki, por ejemplo, contiene "indicios de relaciones sexuales no convencionales". El anime Death Note lleva siendo el centro de la controversia desde 2013, cuando la Organización de Padres del Distrito Federal de los Urales de Rusia escribió personalmente al presidente Vladimir Putin para prohibir el manga. El grupo buscaba crear conciencia sobre un incidente en la ciudad de Ekaterimburgo, donde trágicamente en febrero de ese año, una niña de 15 años se suicidó. La Policía había encontrado en su poder cuatro volúmenes de Death Note. Sin embargo, la investigación mostró que no hubo conexión entre el suicidio y el manga.

Suicidio y reencarnación. Los últimos animes que se vieron atrapados en este fuego cruzado son Konosuba y el famoso That Time I Got Reincarnated as a Slime. Ambos pertenecen al subgénero Isekai, un estilo que ha experimentado un tremendo auge en popularidad en los últimos años, lo que lamentablemente lo ha convertido en un objetivo para ser acribillado por los censores rusos. Las historias de tipo Isekai, literalmente en japonés "otro mundo", versan sobre personajes que son transportados a un mundo de fantasía, muy diferente del real.

¿Por qué es un dolor de cabeza para Rusia? Según los fallos de la Corte, supuestamente enseñan la idea de que la muerte conduce a la reencarnación en una vida más plena. Y bueno, Rusia tiene una tasa de suicidios notablemente alta (terceros a nivel mundial), según la ONU.

Fotograma de la serie de anime japonesa 'Konosuba'.

Los problemas. Pero no solo el Isekai está bajo ataque. El tribunal también sugirió someter a juicio a otros animes populares, como Naruto. Una de las series más famosas y aclamadas en todo el planeta. Esto significa que algunas de las franquicias más grandes del anime se convertirían en una especie de "contrabando" en uno de los países más grandes del mundo, uno que se está involucrando cada vez más en este tipo de asuntos culturales.

Pero claro, estas medidas sólo prohíben el contenido en sitios de retransmisión rusos, como puede ser Animejapan.tv, por lo que es probable que haya varias alternativas para que los fans sigan viendo las series. Sitios como estos, en realidad, albergan contenido de manera ilegal, por lo que, en teoría, la prohibición solo parece tomar medidas contra la piratería del anime más que contra el contenido en sí. Desafortunadamente, con servicios como Crunchyroll bloqueados también en el país, los medios legales para ver estas series se van a volver más escasos.

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