Este estudio reciente de la Universidad Politécnica de San Petesburgo, en el que se ha grabado una aparente "conversación" entre dos delfines, ha vuelto a despertar la curiosidad respecto a los lenguajes (o cuanto menos los modos de comunicación) que tienen algunos animales para transmitirse información entre sí.
Lo particularmente interesante de dicho estudio es que mientras un delfín emitía señales, el otro esperaba a que terminase para hablar él. Y aunque no tiene por que serlo en una realidad, los responsables del estudio sugieren que cada conjunto de pulsos de sonido enviado por cada delfín podía equivaler a una palabra o a un fonema, y que por lo tanto ese intercambio entre ambos delfines podía ser una "conversación".
Hay que tener claro que esta última parte acerca de la conversación es una deducción del investigador Vyacheslav A. Ryabov, pero para nada una confirmación oficial de que esos delfines estaban echando una risas como cualquier par de amigos un viernes por la tarde. De hecho, hay quien dice que el estudio no se ha hecho correctamente. Pero es algo completamente posible, y no sólo atribuible a los sonidos que emiten los delfines.
Hay muchos más animales capaces de emitir sonidos desarrollados, considerables como una forma de comunicación, y que merecen ser recordados. Echemos un vistazo.
Los barritos y resoplidos de los elefantes
Los elefantes no sólo dan barritos: gruñen, resoplan y hasta rugen a unas frecuencias tan bajas que los humanos no podemos escuchar nada mientras que ellos pueden detectarlos a distancias que se miden en kilómetros. Durante años los investigadores han intentado construir un diccionario para esos sonidos sin éxito.
Por cierto, hay un vídeo también reciente que ha llamado la atención y que podéis ver en este vídeo: en él aparecen un grupo de elefantes en lo que parecen "lamentaciones y luto" ante el cadáver de una antigua matriarca.
La "danza" de las abejas
No hace falta gruñir o gritar de algún modo para poder comunicarse con otros miembros de tu especie. Fijaos en cómo se mueve la abeja del vídeo superior para comunicar, con sorprendente precisión, hacia dónde tiene que ir toda la colonia para encontrar comida. El ángulo de forma la línea que traza sacudiendo su abdomen con la dirección de la vuelta que da luego se traduce en el ángulo al que hay que ir respecto al sol para ir a recoger el alimento.
El comportamiento de ese baile cambia según las estaciones: estudios afirman que cada segundo en el que una abeja baila equivale a unos 750 metros, y en verano la distancia a cubrir puede ser 22 veces mayor que en invierno. Y eso es bailar un buen rato.
Los gestos de los babuinos y los chimpancés
Estos simios pueden comunicarse entre sí con gestos y modos de moverse cerca de otros babuinos. Un estudio reflejado en Nature revela además que son capaces de distinguir palabras auténticas de nuestra lengua cuando las mostramos junto a palabras falsas. El experimento, instalado en un hábitat de babuinos en el que los animales podían participar libremente cuando quisieran, consistía en una pantalla táctil en la que los primates señalaban palabras mal escritas para ganar un premio en forma de comida.
Con el tiempo, los científicos planean crear un alfabeto apropiado para los babuinos con el fin de poder comunicarnos mejor con ellos. Y lo mismo puede decirse de los chimpancés, que utilizan una serie de gestos y movimientos para expresarse con otros miembros de su especie. El simio que más ha demostrado esto sin ninguna duda es Koko, que aprendió a comunicarse con humanos a un nivel nunca visto.
Los chirridos de los perritos de las praderas
Los perritos de las praderas pueden alertar de la presencia de depredadores a sus compañeros identificándolos por su tamaño, altura e incluso por su color. Sí, avisarán de una forma u otra dependiendo de la camiseta que te pongas.
Se han identificado decenas de chirridos, que van cambiando con diferentes posturas corporales. Sabíamos que los usaban para comunicarse entre ellos, pero no que había tantísimos detalles en esos sonidos.
Los ultrasonidos de los murciélagos
Sabemos que los murciélagos apenas tienen visión y se fían del sonido que emiten y vuelven a recibir rebotado para poder reconocer su entorno... pero no es demasiado sabido que saben reconocer hasta 33 sílabas que incluso combinan para comunicarse entre ellos como ha demostrado este estudio de la Universidad de Washington.
¿Los murciélagos, emitiendo sílabas? Sí, pero no estamos hablando de las que estudiamos en el colegio, sino de combinaciones de distintas frecuencias de sonido y ruidos. Nada de do, re, mi, fa, sol, la, si, do.
Los sonidos de las ballenas
Los mamíferos más grandes del mundo (porque sí, son mamíferos), emiten estos sonidos para comunicarse cuando nadan en grupo, distinguiendo entre sonidos en sus "ritos" de apareamiento. En YouTube también triunfan los vídeos con estos sonidos para relajarse y/o meditar, como este de aquí con ocho horas de material.
En este caso la intención de los sonidos puede variar dependiendo del tipo de ballena: la jorobada emite sonidos cuando quiere comunicarle a una hembra que es una buena opción para aparearse, mientras que las dentadas lo hacen para identificarse en el grupo de ballenas y transmitir sus intenciones.
La voz de los leones marinos
Los estudios para estudiar el comportamiento social de los leones marinos se llevan a cabo desde hace años. Son capaces de reconocer letras de nuestro alfabeto y ciertos movimientos para reaccionar si aprenden a relacionarlos con un estímulo.
En cuanto a sus propios sonidos, los machos los usan principalmente en la época de apareamiento para marcar su territorio y defenderlo en los meses posteriores. Las hembras también emiten sonidos, pero para comunicarse con las crías e identificar su respuesta para luego poder encontrarse fácilmente.
Imagen | Peter Salanki