Se llaman AITA (Am I The Asshole, "¿seré yo el capullo?" en su traducción), TIFU (Today I Fucked Up o "hoy la he pifiado") y Relationships (relaciones), y son tres de los subreddits que más vidilla le han dado al mejunje viral de muy distintas redes sociales en los últimos años.
Allí se aglutinan almas peregrinas en busca de consejo emocional, idénticos a los consultorios típicos de la prensa ligera desde hace más de un siglo. A todos nos ha podido pasar alguna vez: hay conflictos para los que no hay reglas escritas, no sabemos quién ha actuado bien y quién mal. Podemos preguntarnos, por ejemplo, si es adecuado salir con el reciente ex novio de un amigo. Cosas así. Pero lo que nos encontramos en las cuentas de Twitter que recomparten las mejores de esas preguntas es el inmenso e inescrutable abanico de las situaciones que pueden darse entre seres humanos. Unos casos que, si viniesen escritos en un prospecto médico, se tildarían como fenómenos muy raros o de frecuencia directamente desconocida.
Esta es una escasa selección traducida de aquellos que más han hecho soñar a los internautas angloparlantes.
La lie en la recepción de la novia de mi amigo (más conocido como la famosa Boda Doble)
He metido la pata de tal manera que me está causando muchos problemas, aunque también creo que la gente está exagerando un poco con sus reacciones:
Me tocaba ser el padrino de boda de mi mejor amigo, Torkbuzz (nombre falso). Somos amigos desde hace 15 años.
Por mi parte, yo llevo saliendo con la que por entonces era mi novia cuatro meses, y queríamos casarnos. La idea que tuve es dar una sorpresa en la recepción de la boda de mi mejor amigo: contrataría a un pastor por internet y lo plantaría allí para casarme yo también. Pensé dos cosas. Una: que casarnos en la boda de mi colega nos ahorraría mucha pasta al no tener que contratar toda la ceremonia. Y dos: que Torkbuzz, su esposa y los invitados estarían encantados. Pensé que se alegrarían por nosotros y que les gustaría celebrar una Boda Doble.
Así que durante la recepción me levanté y dije que tenía que hacer un anuncio rápido. Cuando todo el mundo me miró dije “¡Oh Dios mío, es una Boda Doble!” con el mismo tono que el famoso vídeo de internet del “arcoíris doble”. Nadie lo pilló, pero el pastor estaba ya empezando. Aunque pensaba que todos estaban callados por respeto, empecé a notar que el silencio era un poco incómodo. En cinco minutos me casé con mi novia. Después, grite: “¡Venga, ahora que está hecho vamos a pasárnoslo a tope en el resto de esta Boda Doble!”.
Justo después empecé a notar malas vibraciones. Todos me echaban miraditas, notaba que todos hablaban de mí, y no bien. Pensé que todo el mundo estaría contento por mi día especial, pero, al parecer, la lie.
A los pocos minutos mi mejor amigo me saca de allí con IRA. Me grita y dice: “¿qué coño pasa contigo?” y “lo has arruinado todo” y “mi mujer está llorando el día de su boda”. Intenté explicarme pero no me escuchaba, dijo que yo y mi mujer teníamos que irnos. Tiró por la borda nuestra doble alianza.
Empecé a recibir mensajes horribles de todo el mundo. Me llamaron de todo. Mi mejor amigo y su esposa me dijeron que no contactase con ellos “por un tiempo”. Eso me dolió mucho porque es mi mejor amigo, me preocupo por él y además echo de menos salir con él por ahí los findes.
De verdad que no quería arruinar su boda o hacer ningún daño. De verdad pensé que lo vería como un “bonus” que haría su boda aún más divertida y memorable. Pensé que les haría felices. Creo que están exagerando… Aunque ahora que veo cómo ha acabado, haría cualquier cosa por ir atrás en el tiempo y desechar la idea.
Mi novia habla como Jar Jar Binks
Mi novia no para de hablar como Jar Jar Binks a todo el mundo, incluido mi jefe. No puede parar. Le he dicho ya que no es gracioso y que estoy al límite. A pesar de ello la amo. ¿Cómo hago para que pare?
Nos conocimos en la universidad hace ocho años y empezamos a salir hace cinco. Siempre ha sido ultrafan de Star Wars (tiene un tatu de Star Wars, concretamente de Jar Jar Binks, curiosamente). A mí me gusta pero como mucho soy un fan casual.
Nuestra relación iba genial hasta que dejó de hacerlo hace un par de años. Se enfadó con el final de la última peli de Star Wars, así que se puso a ver en bucle la trilogía de las precuelas. Al principio era gracioso. Cuando llegó la cuarentena del coronavirus, las cosas se volvieron intensas. Citaba mucho a Jar Jar. Mucho.
En primavera dejó de ser gracioso, lo citaba todo el tiempo, como respuesta para todo. En vez de decir “perdona” decía “perdonamisa” y “misa torpusa”. Al salir de casa. Al entrar en ella. Una vez, cuando nos estábamos achuchando con interés romántico, dijo “misa misa te gusa” y jodió el ambiente. Pensé que al reprochárselo pararía.
En junio, cuando se levantaron las restricciones, mi jefe hizo un evento laboral al que llevar a tu pareja y ella le dijo “¿Tusa el Bomdab?”. Mi jefe se piró extrañado. La cosa siguió durante semanas.
En el pasado habíamos hablado de casarnos y siempre había querido proponerme. Tras mucho meditar, la llevé de excursión al campo y en un sitio bonito le declaré mi amor y lo feliz que podríamos ser juntos y si quería embarcarse en esta nueva aventura conmigo. Ella respondió “oki-doki”, e inmediatamente paré. Me siento mal porque me puse hecho un basilisco, pero es que ya había arruinado demasiados momentos bonitos por su maldita forma de hablar gungan.
La gota que colmó el vaso fue durante un zoom con mi madre, cuando dijo que vendía a casa por Navidad después de un montón de tiempo sin que pudiéramos vernos, y en mitad de la conversación le dijo a mi madre otra frase de Star Wars y empezó a reírse histéricamente, aunque a nadie le hizo gracia. Cerré la conversación y escribí en el whatsapp familiar que lo sentía mucho. Le dije que tiene que dejar de hacer eso de una vez por todas, pero ella dijo que esa forma de hablar era una parte de sí misma y que en el fondo tampoco es para tanto.
Sólo he listado algunas situaciones, pero hay ejemplos de su uso del misa y el tusa a puñados en miles de conversaciones. ¿Qué debería hacer? Creo que no puedo más con el tema.
Me reí de mi novia mientras practicábamos sexo por su uso del Powerpoint. ¿Cómo reencauzo nuestra relación?
Mi novia y yo tenemos una relación a distancia desde hace cinco años. Quedamos en persona de vez en cuando, pero es poco, así que hacemos lo que muchos, intentamos suplir esas carencias de contacto íntimo con tecnología. Videollamadas, llamadas… No es un sustituto idóneo, lo sé.
En fin, que la semana pasada quedé con ella después de lo que me pareció una eternidad. Cogí un vuelo a su ciudad y pasamos un finde estupendo. Pero la última noche que pasamos juntos ella tenía preparada una sorpresa. Estábamos ya desnudos y a punto de ponernos al tema cuando abre el ordenador y tiene preparada una galería de Powerpoint lista en la pantalla con 50 fotos eróticas de ella que yo aún no había visto. Es importante que diga que la presentación era en Powerpoint porque, bueno, fue superior a mí. Sí, me encantaron las fotos de ella que veía y se notaba que ella estaba entusiasmada con el tema, lo que pasa es que cada vez que pasábamos a la siguiente diapositiva tenía activadas transiciones con animaciones, las típicas que usan los niños pequeños para el cole. Algunas fotos se difuminaban sobre otras, otras tenían cortinillas de estrellas, en otras se abrían como simulando las cortinas de un cine, etc etc etc.
En fin, no podía contener mi risa, sobre todo a medida que mi novia me miraba esperando la reacción de sorpresa ante casa nueva foto, pero cuando empezaba a desaparecer una de las fotos para ver la siguiente y lo hacía estallando en mil piezas como si fuese un cristal roto, no podía contener las lágrimas. Nos peleamos a lo bestia, y puedo entender perfectamente que ella me reprocharse haberla hecho sentir avergonzada. En fin, volé de vuelta a mi casa y desde entonces la conversación está enrarecida, no sé cómo recuperar el grado de intimidad anterior dado que me reí en su cara de las fotos que normalmente nos enviábamos cuando estábamos separados como ahora.
No sé si hice mal en reírme, me siento mal, pero es que, jolín, parecía una broma. ¿Tanto me he equivocado? ¿Qué puedo hacer para revertir esto?
Soy el amante de internet de mi propia esposa, ¿debería decírselo?
Vale, igual el título de esta pregunta me hace parecer una persona horrible, pero escúchame antes de juzgarme. Hace tiempo mi mujer y yo bromeamos sobre los famosos que más nos atraían y hablamos de concedernos liarnos con ellos en caso de que se diese la situación. Mi crush era Beyoncé, a la que obviamente no voy a conocer nunca jamás. El suyo era Jason Mantzoukas. Mi respuesta fue como, qué raro, esperaba que fuese Chris Hemsworth o alguien así, pero oye, bien por ella. Entonces me respondió y me dijo: “sí, fuimos a la misma universidad pero con diez años de diferencia”. Dijo que siempre que haya algún evento de su uni mirará a ver si se encuentra allí a Jason Mantzoukas.
No supe ver si me estaba tomando el pelo o no, pero me iba sonando cada vez más “real”, así que creé una dirección falsa de email de dicha universidad y le escribí sobre un programa de tutelaje de mentores entre ex alumnos. Escribí que le habían asignado a Jason Mantzoukas. Se emocionó mucho y empezó a intercambiarse mails con Jason Mantzoukas. Me entristeció bastante lo poco que tardó en empezar a flirtear con él.
Mi mujer no es una persona especialmente activa en el terreno sexual conmigo, así que me puse lujurioso. Le he enviado desnudos de un tipo peludo que encontré en Google que se le parece y ella me ha estado enviando desnudos de ella, así que oficialmente están liados.
Sé que todo esto suena como una locura, pero una parte de mí quiere saber a dónde va. Esta es la situación en la que más sexual he visto a mi esposa y eso me pone. Pero, aún así, es triste, porque me estoy haciendo pasar por Jason Mantzoukas.
¿Creéis que es absolutamente necesario que confiese? Aunque os suene raro, ¿hay alguna remota posibilidad en la que sea buena idea que siga con el rollo?
Le dije a una mujer el significado del nombre de su hija y ahora todo el mundo está enfadado conmigo
Hace tres semanas fui a visitar a mi amiga Alice y durante esa visita vino otra amiga suya, Mary.
En la conversación salió el hecho de que soy de origen etíope y Mary empezó a hablar conmigo sobre mi pasado cultural y étnico. Mary estaba encantada, al parecer cuando era joven se fue en un pseudo erasmus a Etiopía y pasó mucho tiempo investigando esa cultura. Entonces me dijo que la gente local la llamaba Yema Yimechi, “persona querida”, y que decidió ponerle ese nombre a su hija al nacer.
Le dije que si estaba de coña. Le pedí que me dijera exactamente cómo se deletreaba, la pronunciación exacta. Le dije, en fin, que Yema Yimechi no significaba “persona querida” en amhárico, sino “desagradable, molesto, imbécil” dependiendo del contexto de la oración. Mary se enfadó conmigo y se negó a aceptar lo que decía ya que era imposible que ella hubiese puesto un nombre tan ofensivo a su hija.
Muchos se enfadaron y ahora Alice no me habla por herir los sentimientos de su amiga, pensó que no debería haberle dicho nada y mantener la ficción.
¿Cómo arreglo esto?
Mi marido quiere abrir un restaurante para magos y está arruinando a nuestra familia
Llevamos juntos ocho años, tenemos un hijo de cuatro y una niña de dos. Nuestra relación ha tenido sus baches, sobre todo por su exigente trabajo en la industria de la restauración. Pero nos queremos profundamente y siempre lo haremos.
Desde hace unos cuatro meses revolotea en su mente la idea de abrir un “restaurante para magos”, cada vez con más ahínco y dedicación. Explico en qué consiste: se ha imaginado un restaurante que, aunque al público general le parezca normal, estará lleno de herramientas y trucos para hacer magia ocultos a la vista: mesas que pueden volar, cubertería que se dobla, menús que se deshacen y recomponen, cosas así. Se pueden reservar juegos de cartas con cartas trucadas, y los camareros pueden compincharse contigo de antemano. La idea es crear un ambiente para que hombres que tengan citas y que sean aficionados a la magia, por muy amateurs que sean, tengan un ambiente óptimo para impresionar a sus acompañantes.
Me guardaré mi opinión sobre la idea en sí para más adelante, aunque seguro que ya te la imaginas. Sí es importante que te diga que mi marido no ha mostrado ningún interés en la magia hasta hace cuatro meses, cuando conoció a un ahora amigo llamado Chris (uso un pseudónimo, porque sé que pulula por Reddit y podría estar leyéndome) que es un entusiasta de la magia. Desde que se conocieron ha raptado la imaginación de mi marido. En las dos últimas semanas Chris ha convencido a mi marido para dejar su trabajo de toda la vida e invertir todos los ahorros familiares en este restaurante, lo cual nos ha sumido en una gran incertidumbre financiera. Hace dos noches nos peleamos a lo grande y le dije cosas que ahora lamento. Me metí con su restaurante, con sus habilidades culinarias y con Chris.
Durante la pelea mi esposo me reprochó que no le dejase perseguir sus sueños, y me dijo que el plan tenía que ser bueno porque “Chris tuvo la idea original, y, dado que Chris es mago y los magos son gente inteligente, la idea del restaurante tiene que serlo”. La verdad, el hombre con el que discutí ya no se parece al hombre del que me enamoré, que era creativo pero también razonable y pragmático. Su fijación con Chris ha nublado su juicio y no creo que exista ninguna posibilidad de que vivir de un “bar para magos” sea un plan real para sostener a una familia de cuatro bocas.
¿Cómo podría convencer a mi marido de que la idea es mala sin dañar la relación? Está hipersensible con el tema, parece que es capaz de hacer lo imposible por defender a Chris, un tipo al que NO CONOCÍA DE NADA cuatro meses atrás.
Mi novio me dice que huelo mal
Llevo un año con mi novio y desde que empezamos me dice todos los días que huelo mal. Todos, los jodidos, días, al menos una vez cada día. Dice que apesto y que tengo un mal olor corporal.
Antes de conocernos me duchaba, me echaba un montón de desodorante, me cepillo los dientes tres veces cada día. Ahora estoy paranoica y he doblado mis hábitos de higiene. Tengo una alarma en el móvil para echarme más perfume. Me lavo los dientes cada vez que bebo algo que no es agua.
Me estoy volviendo loca. No creía que oliese mal antes y tampoco ahora… Pero… En fin, me he vuelto esa persona que va por ahí olfateando sus axilas en público, he ido al médico y me dice que no hay nada erróneo conmigo en términos médicos. Literalmente le he pasado los sobados a mis amigos para que me digan si huelo mal y todos ellos dicen que huelo como una tienda de Lush. Esto me está pasando factura, ya ni quiero abrazarme con él por si dice que huelo. Ya no sé qué hacer.
Actualización: esperé a su comentario por la mañana, como siempre. No tardó ni una hora después de que me hubiese duchado para decirme “Dios, qué mal hueles”. Cambié el tono por completo y le increpé a que me dijera qué es eso mío que olía tan mal porque, llegados a este punto, debía ser una de las personas más limpias del planeta Tierra, y que si seguía pensando que olía mal lo mejor era que lo dejásemos. Entonces se volvió loco y se molestó, y al final terminé sonsacándoselo: al parecer su padre le decía eso a su madre siempre, de continuo. Según le dijo su padre, era una técnica perfecta para que la mujer con la que estés se sienta demasiado inferior como para ponerte los cuernos, ergo siempre te querrá y además siempre estará super limpia”
Sé que no hace falta que lo diga, pero lo hago por si acaso: su padre estaba completamente equivocado, así que ahora su hijo está haciendo las maletas para irse de esta casa hoy mismo.
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