De las declaraciones políticas al playback de Justin Timberlake: todo lo que han dado de sí los Oscars

Partamos de algo básico: nada de lo que ha ocurrido en la ceremonia de anoche se acerca ni por asomo al impacto que se sintió cuando se leyó el resultado de los ganadores a Mejor Película. Es difícil equipararse en intensidad con el que probablemente sea el desliz más grave de todos los que se han vivido en la historia del certamen. Equivocarse en la lectura de uno de los premios. Que sea el más importante. Que tarden más de dos minutos en rectificar.

Así que sí, es normal que eclipse nuestra atención el infarto que debieron vivir en ese instante ambos equipos de rodaje, los que creyeron ganar y resultaron perdedores y los que reciben la noticia, una vez han asumido su derrota, de que en realidad el trofeo es suyo.

De hecho, la 89ª ceremonia de los Oscar no será recordada por ningún otro motivo (no, desde luego, por la lista completa de ganadores), pero allá va un resumen de las claves de lo que te perdiste (aparte del Gran Evento) si optaste por dormir como las personas saludables.

Hubo muchísima política

Referencias al muro por parte de Gael García, pequeñas puyas sobre la bipolarización de la sociedad norteamericana de la mano de Kimmel, la lectura del premio a Mejor Película Extranjera de Asghar Farhadi, que rechazó acudir a la entrega a modo de protesta por las políticas antiinmigratorias, la Presidenta de la academia haciendo un discurso de apoyo a la diversidad racial y a la libertad de culto…

“Gracias al presidente Trump los Oscar ya no parecen tan racistas”, llegó a decir el presentador de la ceremonia. Son varios los momentos en los que se aludía a Trump, presencia constante en un evento que, de hecho, le reclamaba. Le necesitaban tanto que hasta le enviaron dos tuits (atención al gesto transgresor) en directo. Mientras tanto, el Presidente vivía una fiesta en la Casa Blanca como contraprogramación a la gala y todo lo que representa.

Y también canciones

Justin Timberlake abrió con un playback desangelado de Can’t Stop the Feeling de forma bastante premonitoria. Las cosas en el resto de la ceremonia se sucederían a desgana, con recesos cómicos algo acartonados. Tampoco salvó la ceremonia la interpretación de Auli'i Cravalho, la cantante de Moana, que desafinaba por momentos, ni la balada de Sting, dedicada a la prensa y que sólo sirvió para añadir una sensación de confusión temática.

Brava Viola Davis

Todos señalaron Fences como un producto hecho por Denzel Washington para lucirse a sí mismo donde todo quedaba subordinado a las actuaciones de sus protagonistas. Mientras el actor quedaba eclipsado por Casey Afflect, Viola Davis se llevó el premio a Mejor Actriz Secundaria. Pero la cosa no quedó ahí. Al subir al estrado se desbordó en lágrimas y nos dio el discurso más emotivo de la velada y que justificaba por sí mismo por qué esa intérprete tenía más que merecida la estatuilla.

Aunque sus palabras fueron polémicas. Dijo que su profesión, la de los actores y actrices, es "la única que celebra lo que significa vivir una vida". Mientras tanto varios biógrafos se revolverían en sus asientos.

También hay espacio para las mujeres de la NASA

Sin llegar al nivel de contagio emocional de Davis, el reparto de Figuras Ocultas tuvo su minuto de gloria, que dedicaron precisamente a llevar a primer plano a una de las protagonistas reales de la historia que recrean en la película. La veterana matemática y física Katherine Johnson. De 98 años, aparecía en silla de ruedas ante un público que se rindió al sentido aplauso conmemorativo.

El caramelo revenido

¿Recuerdas a Ellen DeGeneres pidiendo pizzas en mitad de los Oscar? Resulta que Jimmy Kimmel también se acuerda. Tanto como para hacer un chiste que implique ver cómo se arrojan caramelos del cielo entre los invitados. Pero atención: no bastaba con copiar el chiste una sola vez, el gag se utiliza en otro momento más adelante en la ceremonia, para tirar galletas. Aunque, como apuntaron algunos, la broma estaba menos gastada que la lectura de tuits malévolos que se hico en otro momento de la noche.

El surrealismo de la llegada de los turistas

Pero si hubo un momento incómodo e incluso ridículo fue la aparición de unos turistas que, supuestamente sin conocimiento de causa, irrumpieron en el Dolby Theatre vestidos de calle y con palos de selfies incluidos para tener la suerte de estrechar las manos de unos cuantos famosos y hacerse alguna que otra foto.

La estupefacción se leía por igual entre los rostros de las estrellas como de los incautos. Los Oscar se habían vuelto por alguna extraña razón un programa de Sorpresa Sorpresa, y cada interacción entre los dos grupos era demasiado incómoda como para mantener la mirada en pantalla.

¿Nicole Kidman?

Sí, las protagonistas que no esperábamos han sido las manos de la australiana, que captaron la atención de todos los tuiteros cada vez que la actriz aplaudía un premio.

El Oscar a Escuadrón Suicida

El momento exacto en el que las cosas se empezaron a torcer fue cuando una de las cintas más odiadas por los críticos y cinéfilos de todo el mundo se llevó un Oscar a Maquillaje. Eran momentos aún tempranos de la gala, pero la obra de David Ayer se había llevado más premios que La La Land o Manchester frente al Mar. A efectos numéricos, Escuadrón Suicida es más importante para la Academia que Carretera Perdida, tan importante como Pulp Fiction y así todos los cómputos históricos que quieras hacer con todo el cine históricamente infravalorado por los premios más importantes del cine.

Y los idiotas que sueñan

Al final del día, lo único que importa. El corazón de Damien Chazelle.

En Blogdecine | Lista completa de ganadores de los Oscar 2017

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