Dentro de lo maravilloso del ser humano está el hecho de que exista una verdadera cultura de los idiomas no funcionales o ficticios, es decir, aquellos que se han desarrollado dentro de un guión o historia de ficción, como una novela o una película. Lenguas que no se quedan en las pocas palabras que se pueden mostrar en el resultado final, sino que en ocasiones llegan a quedar como idiomas convencionales que aprender con sus reglas y academias.
Dado el peso que llegan a coger, y al tratarse de creaciones y carecer de la herencia y normativa de una lengua común o ancestral, surge la duda del derecho a usarlas, sobre todo de cara a la comercialización de productos. Igual que los términos de los mundos ficticios se sujetan a derechos de uso, como la palabra "superhéroes", ¿han de tener copyright los "nuevos" idiomas?
La duda surge cuando puntualmente se tira de uno de estos idiomas para crear un nuevo contenido a comercializar, com ha ocurrido con el proyecto para el fanfilm Axanar y el klingon, idioma que se creó para la mítica Star Trek. Como nos cuentan en THR, las propietarias de ésta, la Paramount y la CBS, han interpuesto una demanda por apropiación indebida tanto del idioma como de otros aspectos a los responsables del proyecto, reabriendo un caso que no es ni mucho menos el primero.
El copyright de Babel
El klingon puede que sea el idioma inventado por antonomasia o el más recurrido cuando se quiere hacer referencia a algo freaki, pero no hay que pararse a buscar mucho para caer en otros ejemplos que en la mayoría de los casos se han dado a conocer gracias a su uso en películas. Éstos son algunos de los idiomas creados para obras bien literarias o cinematográficas:
- Parsel: el idioma de las serpientes que J.K. Rowling ideó para su conocida saga Harry Potter
- Na’vi: la lengua que hablan los habitantes de Pandora, en la película Avatar. Creado por Paul Frommer, profesor del USC Marshall School of Business.
- Neolengua: (o newspeak) creada por George Orwell para su libro "1984".
- Mangani: en las novelas de Tarzán, el idioma que hablan los grandes simios.
- Nadsat: usado en La Naranja Mecánica, creado a partir de expresiones bíblicas, jergas londinenses, expresiones rusas y palabras inventadas por el autor A. Burgess.
- Alien: el que se usa en la serie Futurama. Aparecen bromas ocultas en dicho idioma con tal de que los espectadores jueguen a encontrarlas y traducirlas.
- Dothraki: idioma que usan los habitantes del pueblo ficticio con el mismo nombre que aparece en la serie de novelas de George R. R. Martin "Canción de hielo y fuego", así como en su adaptación televisiva posterior. Creado por David J. Peterson con la colaboración de George. También aparece en Juego de Tronos.
- Valyrio: también de "Canción de hielo y fuego".
- Barsoomiano: usado en la película John Carter.
- En otras ocasiones sólo se emplea una pequeña muestra de idiomas inventados (asociados a su país inventado), como en el caso de Tomania en El Gran Dictador (de Charles Chaplin), el krakozhiano en La Terminal, y el lenguaje Ku en La Intérprete.
Y como broche final está la aportación de J.R.R. Tolkien, que creó numerosos idiomas para los habitantes de la Tierra Media, región ficticia creada para las obras de su serie de novelas "Legendarium", entre las cuales se encuentran "El Hobbit" y "El señor de los anillos" entre otras.
- Quenya: idioma élfico hablado por los vanyar, noldor y algunos teleri.
- Sindarin: idioma élfico hablado por los que se quedaron en Beleriand.
- Dunael: hablado por los numenoreanos.
- Oestron: la que representa la lengua común.
- Éntico: hablado por los Ents.
- Valarin: el idioma de los ainur.
- Kuduk: idioma original de los hobbits.
- Rohírrico: lengua hablada por los rohirrim. Relacionada con el kuduk.
- Lengua negra: idioma de los sirvientes de Sauron.
- Khuzdûl: hablada por los enanos.
El uso de los idiomas inventados por Tolkien, así como el resto del patrimonio del autor, están gestionados por el Tolkien State. Ésta especifica textualmente que las lenguas creadas por el autor están protegidas por copyright:
Las lenguas élficas son un trabajo artístico y literario creados por J.R.R. Tolkien, por lo tanto están sujetos a protección por copyright en la mayoría (si no todas) las jurisdicciones a nivel global.
No obstante, según explica Michael Adelman en el texto que publicó en el Harvard Journal of Law & Technology en noviembre de 2014 hay bastante confusión entre los entusiastas de estos idiomas. De hecho, éstos han registrado ya alguna batalla legal, como el caso de Helge Fauskanger en 1999, que recibió la advertencia de esta institución al intentar publicar un análisis de 60 páginas sobre dos manuscritos de Tolkien no publicados en quenya. Por miedo a salir perdiendo (y a lo que le podía costar), Fauskanger cesó en su empeño y finalmente no publicó su obra.
Así, en cuanto al klingon, hasta la fecha no se habían emprendido acciones legales, si bien se había tratado de obras cuyo fin era más bien divulgativo en cuanto al idioma. Adelman explica que el klingon se convirtió en un elemento clave para la marca Star Trek tras vender más de 250.000 copias del primer diccionario del idioma. Y, como introducíamos, los derechos en este caso pertenecen a Paramount Pictures, tanto de los copyrights de todos los libros de Okrand (co-creador del klingon) sobre la lengua como de las marcas "Star Trek" y "klingon".
Por último, el otro caso que se ha registrado en cuanto a batallas legales por idiomas ficticios es el del loglan. Un lenguaje artificial cuyos entusiastas quisieron participar en la composición final del idioma así como publicar manuales, pero fueron demandados por el autor original, el doctor James Cooke Brown, teniendo que crear otra lengua, el lojban.
Habla klingon, pero no lo vendas
De este modo, las lenguas "ficticias" o creadas en relación a una obra sí tienen copyright al ser una marca registrada. Otro caso en el que encontramos el registro y la especificación de que sólo se permite un uso comercial (tanto de la versión de las obras de Martin como de la serie de la HBO) es en el que hemos mencionado previamente, el dothraki, cuyos derechos pertenecen al autor y a la cadena.
Con respecto a la realización qué acciones infringen o no el copyright de estos idiomas, el Código legal de los Estados Unidos (U.S. Code) estipula en el título 17 (Copyrights) que el uso de un elemento registrado para "comentar, criticar, enseñar o investigar no infringe el copyright". Dependerá pues del uso final y de si el fin es comercial o no, es decir, comunicativo o artístico (producto).
Así, la Corte Suprema de los Estados Unidos remarcó que la clave está en el efecto del uso final del material con respecto al mercado potencial, algo que en perspectiva ha hecho que las propietarias de los derechos (como la Paramount o el Tolkien State) no hayan emprendido acciones legales en el caso de material como libros de gramática o manuales. En estos casos las publicaciones sirven para captar más público, siendo más bien una ayuda que una competencia (como lo es según la Paramount en el caso del fanfilm Axanar).
Imágenes | TrekNews, Freepik, Deviant Art, Maps of fantasy
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