"España 'corta el agua' a los turistas británicos, dejándolos en 'condiciones tercermundistas'". No es la queja aislada de un viajero inglés descontento con los efectos de la sequía en Cataluña o el comentario de una familia de turistas recién llegada a Andalucía. No. La frase anterior es el titular lanzado este fin de semana, a toda plana, por el Daily Mirror, uno de los tabloides con más repercusión de Reino Unido. Y resulta interesante por varias razones: primero, porque no hace otra cosa que recoger las críticas de ingleses molestos con la restricciones de agua; segundo, porque apunta el desafío que se le viene encima al país con la gestión de la sequía y el cuidado de un sector, el del turismo, que deja miles de millones de euros.
De momento la polémica ha saltado en la Costa del Sol.
"Condiciones del tercer mundo". La queja, con entrecomillados incluidos, parte de dos tabloides ingleses, Daily Mirror y Birmingham Live, que aseguran hacerse eco a su vez de compatriotas molestos con las restricciones de agua con las que se encuentran en España. Las críticas de ambos periódicos, eso sí, se refieren a un caso concreto: los cortes de agua aplicados en Sotogrande, un lujoso complejo residencial del sur de la provincia de Cádiz que presume de disponer de "uno de los mejores campos de golf de España" y un puerto deportivo con más de 800 amarres, además de villas premium y cortijos en alquiler para turistas.
Lujo, descanso… y cortes de agua. Sus exclusivas instalaciones no han salvado al complejo gaditano de los efectos de la sequía. Hace unos días Aguas del Valle del Guadiaro, encargada de la gestión del suministro en Sotogrande y Pueblo Nuevo de Guadiaro lanzó una circular en la que avanzaba que no le quedaba más remedio que aplicar cortes de suministro por las noches entre las nueve de la tarde y las seis o siete de la mañana. El motivo: la pertinaz sequía que sacude las cuencas mediterráneas andaluzas, lo que no ha permitido relajar las restricciones ni siquiera tras las lluvias registradas en marzo, durante la Semana Santa.
"La urbanización de Sotogrande y Pueblo Nuevo de Guadiaro se encuentran en valores de consumo muy por encima de lo marcado por la Mesa de La Sequía y el Gabinete de Crisis del Campo de Gibraltar", recoge la compañía en su comunicado del martes 9 de abril: "Por ello desde la Administración se nos obliga a tomar una serie de medidas no deseadas por nadie, pero de obligado cumplimiento".
Cabreo por los cortes de agua. Daily Mirror denuncia que el corte de suministro por las noches deja a los turistas e ingleses instalados en Sotogrande "sin lo esencial para ducharse, cocinar o limpiar". E insiste, la medida "los deja en condiciones 'del tercer mundo'". El tabloide cita en concreto a un británico de 66 años, Rob Brummer, que carga tanto contra los cortes como la forma en que se han gestionado. "La comunicación ha fracasado por completo", censura Brummer tras recordar que los afectados se enteraron de las restricciones "el día antes".
"Sotogrande es una zona de grandes villas con cinco campos de golf y usa mucha agua. Yo viví en Oriente Medio ocho años y nunca tuvimos ningún problema en el suministro. Hay una gran escuela aquí con miles de niños que necesitarán lavarse y cepillarse los dientes por las mañanas. ¿Cómo pueden hacerlo?”, recalca Brummer. En declaraciones recogidas por el Mirror, recuerda además que la escasez de agua no es un problema nuevo en España. "Desde 2013 hay sequía, pero ni la autoridad nacional, ni las autonómicas, ni las locales han tomado las medidas oportunas. El gobierno de la zona no se preocupa. Están lejos y solo podemos quejarnos".
Suma y sigue. La de Brummer no es la única crítica que recoge la prensa. El Mirror reproduce también la queja publicada por otro turista británico en el grupo de Facebook International People in Malaga en la que se lamenta de lo mismo: que la escasez de agua amenaza con complicarle el verano. "Mi casero de Airbnb acaba de enviar un mensaje diciendo que debido a la falta de lluvias, nuestra vivienda reservada para julio no tendrá agua de 11.00 pm a 7 am. ¿Os parece normal?"
De agua y turistas. El de Sotogrande es un caso especial porque ha protagonizado un titular en uno de los tabloides de más alcance en Reino Unido, pero no es la primera noticia que demuestra hasta qué punto puede ser complicado gestionar la sequía al tiempo que se intenta controlar sus efectos en el turismo.
Ha ocurrido por ejemplo en Cataluña, donde los hoteles y campings buscan la forma de limitar las restricciones del suministro para sus clientes. O en Andalucía, donde las autoridades han decidido permitir el llenado de las piscinas en los hoteles mientras aplica restricciones a las instalaciones comunitarias.
Tensando la cuerda. Otro ejemplo lo deja la comunidad canarias. Allí ya se plantean organizar movilizaciones para reclamar un mayor control del turismo de masas. El motivo: la presión que ejerce el sector sobre la vivienda, el entorno o los servicios que se prestan en el archipiélago, incluidos la sanidad, la gestión de residuos o el suministro de agua, un recurso que tampoco abunda allí.
"Aquí en Fuerteventura todo se agudiza. Aunque la isla es muy grande, ha venido mucha gente en poco tiempo y todo se ha hecho sin previsión. No tenemos agua, todo lo que comemos lo importamos, todo nos sale más caro y se está destruyendo el patrimonio", explicaban hace poco a elDiario.es los organizadores de una protesta contra el turismo de masas que se celebrará este mismo sábado.
Imagen | El Coleccionista de Instantes Fotografía & Video (Flickr)
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