Hace tiempo que dejó de ser novedad que el cómic sea utilizado como medio para retratar la actualidad o facilitarnos un trasfondo histórico que nos permita entender mejor lo que pasa en el mundo. Ya sea a través de la ficción asentada en hechos reales o las obras de tinte autobiográfico, la historieta nos ha permitido conocer mejor el cómo y el por qué de conflictos que exigen una mirada reposada y, en ocasiones, un punto de vista alejado de lo mediático para poder asimilarlos mejor.
En el caso de Oriente Medio, el paso de los años ha construido una comicteca rica en matices que, sin duda, ha contribuido a dibujar un mapa en viñetas de Israel, Palestina, Irán o Afganistán que quizás antaño no pasaba del boceto. Así, Marjane Satrapi con su Persépolis, Joe Sacco con Palestina o Notas al pie de Gaza o El fotógrafo, de Lefèbre, Guibert y Lemercier son el pelotón de cabeza de una cada vez más numerosa bibliografía a la que, durante el último año, se han sumado varios títulos más que interesantes, entre los cuales destacan los cinco que detallamos a continuación.
Oscuridades Programadas, de Sarah Glidden
La dibujante norteamericana Sarah Glidden ya había realizado un cuaderno de viajes en forma de cómic en Una judía norteamericana perdida en Israel. A través de un Kickstarter, Glidden consiguió la financiación para acompañar en su recorrido por Turquía, Siria e Iraq a un grupo de periodistas independientes de Seattle y un ex marine que sirvió en zonas de conflicto de este último país.
Las acuarelas de la autora norteamericana y su estilo cercano ofrecen un interesante retrato del Oriente Medio posterior a la caída de Saddam Hussein. Sarah Glidden consigue, no solo a través del propio viaje y sus dificultades, sino, sobre todo, a través de testimonios de gente de a pie que se ha visto afectada por la guerra, transmitir de manera muy clara cómo ha cambiado la vida de cientos de miles de personas. Actuales refugiados y desplazados que, en realidad, tienen (o, al menos, tenían) mucho más que ver de lo que sospechamos con una persona de clase media de Europa o Estados Unidos.
Las vivencias del grupo de periodistas internacionales novatos y el ex marine convencido de su participación en la Guerra de Iraq, perfectos ejemplos del norteamericano progresista medio, con el que no es complicado que el lector se sienta identificado.
Kobane calling, de Zero Calcare
Oriente Medio y humor no es la primera asociación que uno esperaría encontrar en una obra. El italiano Zerocalcare sorprende a quienes no le conozcan (en su país es un auténtico fenómeno de ventas) con un tono extremadamente desenfadado y un poco vacilón en el que no faltan referencias pop un poco frikis como El puño de la estrella del norte y anécdotas disparatadas de todo tipo. Herramientas que el autor emplea para presentar un completísimo análisis de la situación del pueblo kurdo.
Zerocalcare, un chaval de barrio de Roma con un punto perroflauta y algo estrafalario, nos convierte en compañeros de viaje a través de los diversos enclaves del Kurdistán. Su trabajo, además de arrancar más de una sonrisa, se constituye como una utilísima guía de campo para entender quiénes son los kurdos, cuál es su pasado, por qué luchan y qué papel juegan en los actuales conflictos activos en Oriente Medio.
El autor, que no oculta su simpatía por la causa kurda, hace gala de una gran sinceridad en todo momento y de un necesario espíritu crítico. Su dibujo de estilo cartoon oculta una obra de gran valor didáctico que, además, divierte como pocas.
El sheriff de Babilonia, de Tom King y Mitch Gerads
Tom King pasa por ser uno de los guionistas del momento en EE.UU. Hace nada conocíamos la nominación al Eisner a la mejor serie limitada de su excelente periplo al frente de la colección de La Visión, junto al dibujante español Gabriel Hernández Walta, que se une a una destacada labor al frente de una de las cabeceras mensuales de Batman. King, además de licenciado en Filosofía e Historia, fue agente de la unidad de contraterrorismo de la CIA en la época posterior al 11S.
Sus siete años de servicio le facilitaron experiencias más que suficientes para ambientar El sheriff de Babilonia. La serie, pese a ser una obra de ficción, cuenta con una ambientación trabajadísima y completa, como solo puede ofrecer alguien que ha trabajado sobre el terreno. El propio guionista ha contado en más de una ocasión que los guiones son supervisados por la CIA para evitar que se revelen datos y procedimientos confidenciales. Sea cierto o simplemente una bravata, la serie, además de un thriller vibrante, también supone un acercamiento muy completo a la situación del Iraq posterior a la caída de Saddam.
La primavera de los árabes, de Jean- Pierre Filliu y Cirylle Pomes
Quizás el formato y aspecto de álbum francobelga al uso es lo que ha permitido que La primavera de los árabes sea la obra reciente sobre Oriente Medio de la que menos se ha hablado. Un olvido a todas luces injusto, en tanto en cuanto se trata de una obra con no pocas virtudes. En tan solo un centenar de páginas y un puñado de episodios, Filliu y Pomes logran contextualizar el complejo movimiento revolucionario que ha marcado la deriva de tantos países de Oriente Medio.
Jean-Pierre Filliu, historiador y arabista profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de París ya desarrolló junto a David B un interesante proyecto en dos volúmenes, Los mejores enemigos: una historia de las relaciones entre Estados Unidos y Oriente Medio. En La primavera de los árabes repite metodología y éxito, poniendo sus vastos conocimientos sobre la temática en manos de un autor de sobrada competencia.
El árabe del futuro, de Riad Sattouf
Riad Sattouf es una autor francés de origen sirio. Trabajó durante una década en el semanario satírico francés Charlie Hebdo, lo que tuvo como resultado su exitosa serie La vida secreta de los jóvenes. Sin embargo, es con los dos primeros volúmenes de El árabe del futuro con la obra que el dibujante ha logrado dar la campanada de ventas (más de 650.000 ejemplares en todo el mundo) y ser considerado uno de los autores actuales más relevantes de la bande desinée.
El árabe del futuro cuenta la infancia de Sattouf, de padre sirio y madre francesa y nacido en 1978 y su estancia en países como Libia o Siria. Una obra autobiográfica a través de la cual se puede comprobar cómo eran las cosas hace cuatro décadas en países hoy en conflicto que tienen como denominador común un fuerte ascendente dictatorial que el dibujante describe a través de los ojos de su yo infantil.
Quizás lo que convierte a las (por ahora) dos entregas de El árabe del futuro en una obra tan interesante es la capacidad de que un relato familiar en primera persona condensar de manera tan completa el ambiente sociopolítico de esas zonas de Oriente Medio.
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