"Deshonrado y vergonzoso": cómo los titulares de la prensa británica explican el desprestigio de Juan Carlos I

Hace unos días, el rey emérito fue visto en Londres saliendo de un club privado en un lujoso 4x4. El local en cuestión era Oswald's, el pequeño rincón londinense donde se reúne gente famosa y adinerada de la capital británica y donde se organizan cenas que pueden alcanzar los miles de euros. Aquel día, Juan Carlos I supuestamente habría cenado con miembros de la realeza británica como el príncipe de Gales y expolíticos como Boris Jonhson, entre otros millonarios.

Tal y como comentan nuestros compañeros de Trendencias, Juan Carlos I visitaba Londres para dirigirse el martes a Buckingham Palace y tener un almuerzo a solas con Carlos III, al que le habría mostrado su disconformidad con que Felipe VI y Letizia decidieran que ni él ni la reina Sofía acudan a la coronación del hijo de Isabel II. 

Sin embargo, el motivo de su viaje no es lo que más ha llamado la atención. Varios medios españoles se han hecho eco de otro detalle de interés: los descalificativos con los que la prensa británica se refieren al emérito.

El Daily Mail, por ejemplo, uno de los diarios más leídos de UK por el minucioso seguimiento de la vida monárquica (aunque también es un tabloide y por definición optan por la hipérbole y el sensacionalismo), titulaba uno de sus artículos refiriéndose a Juan Carlos I como "deshonrado" y "desgraciado". Los mismos periodistas le citan en el texto como "el controvertido miembro de la realeza, de 85 años, que ha estado en el centro de las investigaciones de corrupción en su tierra natal y de una larga batalla legal en curso con su examante". Ni siquiera le llaman rey. 

Pero van mucho más allá en otras líneas, donde directamente lo aniquilan: "Exiliado de vida escandalosa", "2000 amantes", "intentó cortejar a Diana", "vive separado de su esposa y familia, y se enfrenta a un proceso judicial contra su amante", "conocido por sus fechorías", "disparó mortalmente a su hermano", "adúltero", "conducta financiera impropia". También hacen énfasis en la denuncia de Corinna por acoso, el escándalo de Bárbara Rey o la amante muerta por extrañas circunstancias Sandra Mozarowsky.

Disgraced.

A pesar del respeto que tienen los británicos por la monarquía y la religión, tampoco fueron compasivos con los Borbones españoles en el funeral de Isabel II. La BBC calificó entonces a Juan Carlos I de "rey en el exilio" mientras que Daily Mail lo calificaba otra vez de "vergüenza", mientras recordaban que tiene un asunto pendiente con la Justicia inglesa por la demanda presentada por la examante Corinna Larsen por acoso, difamación y vigilancia ilegal.

No son las únicas veces en las que el emérito ha sido criticado por la prensa internacional. En otra ocasión, el diario británico The Times dedicó la cabecera de su portada a hablar de sus escándalos bajo el título "El rey caído". El diario alemán Spiegel Panorama calificó la polémica de Juan Carlos I con su compañera, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, como "Corinna-Virus". El francés Le Monde lo resumía todo de esta manera: "Maleta de billetes en Suiza, fundación opaca en Panamá: Juan Carlos, el desconcierto de España". Y The Asian Age titulaba otro reportaje con: "Una vez un héroe, una vez un rey"

De "héroe" de la Transición a repudiado

Aquel que algún día fue hacedor y valedor de la Transición no sólo en España, sino en el resto del mundo, ha acabado siendo un repudiado. Aquel que reinstauró la Corona y su legitimidad popular, sigue siendo protagonista de una serie de escándalos que erosionaron por siempre su imagen.  Tal y como comentábamos en este otro artículo de Magnet, su caída en desgracia dentro de la Casa Real, siendo repudiado públicamente por su hijo, abrió la veda para publicar todo lo escondido durante años.

Pero para entender todo el fenómeno hay que remontarse atrás en el tiempo. En junio de 2018, el presidente desalojó a Mariano Rajoy con una moción de censura. Al mes siguiente, varios medios publicaban las famosas cintas de Corinna, en las que la ex amante de Juan Carlos confesaba que el Emérito la utilizaba como testaferro: "No porque me quisiera mucho, sino porque resido en Mónaco".

Desde entonces, otros desenfrenos se fueron sucediendo. Entre ellas, las revelaciones de que el ex Jefe del Estado había ordenado en Zarzuela "crear una estructura" para ocultar dinero en Suiza, el regalo de 100 millones de dólares del rey saudí, la demanda por acoso presentada por Corinna en Londres o las sucesivas regularizaciones fiscales del año pasado.

Tras todos esos escándalos resultó "conveniente" que el 3 de agosto de 2020 el Emérito abandonara España. Y así se acordó entre Moncloa y Zarzuela, aunque nunca se comunicó de este modo de manera oficial. El Gobierno también aportó su opinión más honesta: "es preferible que el padre del Rey permanezca fuera de España. Al menos de momento, que siga viviendo fuera". Pedro Sánchez no dio su mano a torcer: "Los españoles merecen una explicación del anterior Jefe del Estado"... y ésta "todavía no se ha producido".

Imagen: GTRES

En Magnet | Todo lo que sabemos (y todo lo que no) sobre los negocios irregulares de Juan Carlos I

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