Hace tres años, ir a la oficina era el pan de cada día. Hoy, la posibilidad de trabajar desde casa se ha convertido en un reclamo casi global de los trabajadores a la hora de incorporarse a cualquier empresa. Y, por tanto, el espacio de oficina se ha convertido en una necesidad casi marginal. Los empleados se niegan a volver a sus antiguos puestos de trabajo mientras las empresas adoptan modalidades en remoto para retener ese talento.
Y, aunque, en los últimos meses el teletrabajo ha perdido algo de terreno, sigue mostrando notables ventajas tanto para empleados en términos de conciliación y productividad, como para la empresas en términos de ahorro inmobiliario, energético y administrativo. Y en un periodo en el que la coyuntura económica no acompaña y muchas compañías se han visto obligadas a recortar sus plantillas y abandonar instalaciones.
El fenómeno es innegable en Estados Unidos. Y la prueba es que las oficinas desocupadas en las 50 mayores áreas metropolitanas del país ya representan el 18,8%. Una cifra cercana a los máximos registrados hace tres décadas, cuando el mercado se vio sacudido por la crisis de ahorros y préstamos de los 80. Y las previsiones van en el mismo camino: un informe de la consultora Cushman & Wakefield estima que el trabajo híbrido hará que el número de oficinas vacías en EEUU supere en un 55% los niveles previos a la pandemia.
¿Cuánto es eso en metros cuadrados? Según datos de JLL, una empresa global de servicios inmobiliarios comerciales, a finales del primer trimestre de 2023, un total de 294 millones de metros cuadrados de espacio de oficinas estaba desocupado en EEUU. Para ilustrarlo, Visual Capitalist ha diseñado un gráfico que muestra qué pasaría si juntara todas esas oficinas en una torre gigantesca. El resultado es un impresionante edificio de 48.000 plantas.
Puedes consultar el gráfico en su máxima resolución aquí.
Tal y como se puede apreciar en el gráfico, esta inmensa torre incluso cruzaría a la termósfera, donde orbita la Estación Espacial Internacional. Nueva York tiene aproximadamente 23 millones de metros cuadrados de espacio de oficinas vacío. Si esto se apilara como un solo edificio de oficinas, ya tendría unos 11 kilómetros de altura, más que el monte Everest. Le sigue muy de cerca Washington D.C. con una tasa de vacantes del 21%, un 8% más de lo que se considera saludable para el mercado inmobiliario.
Pero si analizamos 54 mercados, San Francisco es quien se lleva el oro: tiene la tasa de vacantes más alta con más del 26%. Antes de la pandemia, era de apenas el 4%. Como ejemplo podemos mencionar el sonado caso de Salesforce, que abandonó una torre de 30 pisos en el centro de San Francisco en su esfuerzo por reducir costes.
Como resultado, se prevé que los precios de los edificios de oficinas caigan un 30% este año, según CBRE Group, algo que perjudicaría enormemente a los bancos, que constituyen la mayoría de préstamos para oficinas en el país. Además, recientemente se ha registrado un incremento en el número de propietarios de oficinas que no cumplen con sus préstamos. Se estima que entre cinco y diez torres de oficinas corren el riesgo de incumplimiento cada mes, según Trepp. Es el caso del gigante Brookfield Asset Management y su cuantioso incumplimiento de deuda por dos torres de 52 pisos en Los Ángeles.
Reconvertidas en viviendas
Puesto que el auge del teletrabajo es algo más que evidente, el no ir a la oficina ha causado cierto desajuste habitacional que se ha traducido en demasiadas personas en las zonas residenciales de las ciudades y pocas en las zonas comerciales. Lo que ha su vez ha causado una escasez notable de vivienda y un exceso de oficinas vacías. Con tal de solucionar ambos problemas y "matar dos pájaros de un tiro", ha surgido una tendencia de reconvertir los edificios de oficinas en desuso en apartamentos.
La misma San Francisco ilustra muy bien el fenómeno. En el distrito financiero de la ciudad se han quedado cientos de plantas de oficinas vacías desde la pandemia. Al mismo tiempo, la escasez de viviendas y la subida de precios ha expulsado a muchos residentes de toda la vida y aumentando la crisis habitacional. Como resultado, Marc Babsin, presidente de Emerald Fund, un desarrollador de viviendas, decidió convertir una torre de 28 pisos que albergaba una oficina de AAA, en un edificio de apartamentos.
El mismo fenómeno está teniendo lugar en todo el país. En Washington DC y Filadelfia se registran ya 1565 conversiones cada año, según estadísticas de RentCafe y las agencias de la ciudad de Chicago están trabajando en una original iniciativa llamada LaSalle Street para crear 1.000 viviendas en un tramo del distrito financiero de la ciudad.
Gráfico: Visual Capitalist
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