Gracias a Internet, hoy en día tenemos todo el entretenimiento del mundo al alcance de un clic. Los medios digitales han hecho que podamos acceder a cualquier película que se nos pueda ocurrir, y ni siquiera tenemos que esperar a que nos llegue el DVD o Blu-ray por correo. Los numerosos servicios de streaming y la gran cantidad de películas que acumulamos en discos duros son tan inabarcables como instantáneos. Sin embargo, aunque parezca que todo es accesible y eterno, no es así.
Ver el último taquillazo de Hollywood es fácil, pero ¿qué pasa con todos los rollos de película perdidos en almacenes y vertederos de basura? ¿Qué pasa con los directores que no han tenido la suerte de pasar a los libros de historia? Desde lo que nunca llegó a estrenarse hasta las películas conocidas de las que es imposible encontrar una copia en buenas condiciones, ahí fuera hay todo un mundo cinematográfico esperando a ser rescatado y revivido.
Por suerte, hay mucha gente que ama tanto el cine que está dispuesta a luchar contra el paso del tiempo y otros enemigos incluso más implacables, como el mercado capitalista. Muchas de esas personas son directores de cine que están dispuestos a sacrificar su tiempo, su dinero y hasta sus principios para salvar a ese cine en peligro de extinción. Y no se trata solo de recuperar grandes obras maestras. Cine de explotación, acción asiática, salas a punto de ser derribadas y hasta directores muriéndose de hambre.
Estos héroes están dispuestos a salvarlo todo y estas son algunas de sus historias.
Nicolas Winding Refn, santo patrón de la serie B
Hace poco más de un año, Nicolas Winding Refn anunciaba el proyecto byNWR, un sitio web dedicado a mostrar películas restauradas. Con el paso de los meses, fuimos descubriendo detalles más jugosos. Su intención era dar a conocer películas extrañas, olvidadas o desconocidas. Y, lo mejor de todo, ¡no íbamos a tener que pagar nada por verlas!
Muchos sospecharon de la idea, era una noticia demasiado buena para ser verdad. ¿Iba a ser realmente gratis? ¿Qué tipo de cine iba a ofrecer? Mientras, quienes seguimos la trayectoria del director, nos lo tomamos como una muestra más de su coherencia. Winding Refn lleva años comprando material cinematográfico y restaurando películas. Él mismo repite continuamente que la única razón por la que hace publicidad, algo que no le interesa demasiado, es invertir el dinero que gana en recuperar a cineastas de los que no se acuerda nadie.
Algunas de sus restauraciones se habían visto en festivales de cine, y parte del material impreso que ha ido comprado a lo largo de los años se publicó en un lujoso libro de pósteres de cine de explotación y serie B. Esta labor no surge solo de su devoción por el séptimo arte, sino también de su sensación de que él mismo podría haber sido uno de esos cineastas olvidados.
byNWR abrió sus puertas este verano y es el paraíso para quienes nos interesa la serie B, el cine de explotación y otras rarezas. Además, no solo se toman la molestia de restaurar y subtitular las películas. Cada nuevo lanzamiento va acompañado de una apabullante cantidad de artículos, entrevistas y material gráfico.
The Film Foundation y Martin Scorsese
Windign Refn no es el único director que está cuidando del séptimo arte. La cara más conocida de esas nobles intenciones es Martin Scorsese. Scorsese fundó en 1990 The Film Foundation, una organización sin ánimo de lucro dedicada a proteger y conservar la historia del cine. Hasta la fecha, Scorsese ha ayudado a restaurar más de 800 películas. Su cinefilia quedó patente en series documentales como Un viaje personal con Martin Scorsese a través del cine americano y Mi viaje a Italia. Pero, ¿de dónde viene su obsesión por la restauración?
Scorsese explica que, cuando empezó a trabajar en Hollywood, un día fue al cine a ver un programa doble. La sesión constaba de dos películas de Marilyn Monroe: Niágara y La tentación vive arriba. La segunda se veía mal y los espectadores se quejaron, algunos incluso abandonaron la sala. La copia estaba en muy malas condiciones, algo con lo que seguro os habéis encontrado más de una vez si sois aficionados a las filmotecas y los reestrenos. En ese momento, Scorsese decidió empezar a hacer campaña para que se conservasen mejor las copias de las películas.
Hollywood resucitando a un maldito
Scorsese no solo se ha preocupado por conservar y restaurar negativos estropeados. Gracias a él, se ha recuperado a uno de los cineastas más influyentes del siglo XX: Michael Powell. La historia de Powell es singular. Adorado por público y crítica durante dos décadas, en 1960 se convirtió en un artista maldito a raíz del estreno de El fotógrafo del pánico. La combinación de sexualidad y violencia, sin olvidar la autorreflexión sobre la mirada del espectador y el papel de la industria, era demasiado moderna y chocante para su época. Ningún estudio quiso volver a financiarle un proyecto.
Cuando Scorsese conoció personalmente a Powell a mediados de los 70, nadie se acordaba de él. Estaba solo y arruinado hasta tal punto que no tenía dinero ni para comer. Por suerte, Scorsese y otros cineastas de la época, entre ellos Spielberg, Coppola y De Palma, adoraban sus películas. Fue precisamente Francis Ford Coppola quien se llevó a Powell a California tras su encuentro con Scorsese. Allí, empezaron a restaurar y proyectar sus filmes.
Aunque Powell no volvió a dirigir, colaboró con Scorsese en más de una ocasión. Gracias al llamado Nuevo Hollywood, Powell salió de la ruina y dejó de ser un cineasta maldito.
Zombis, ninjas y Paul Thomas Anderson
The American Genre Film Archive es otra organización dedicada a salvar películas abandonadas en almacenes, basureros o, incluso, incineradoras. Como su propio nombre indica, su ámbito se limita al cine de género. Aparte de rescatar películas de terror y acción estadounidenses, se preocupa por el cine de otros lugares, especialmente Hong Kong. Uno de sus consejeros es Winding Refn, otro que quizá suene más fuera de lugar es Paul Thomas Anderson.
Anderson, quien también forma parte de la Film Foundation de Scorsese, es uno de los pocos directores que se empeña en seguir rodando en 35mm. Su preocupación por preservar el material y las intenciones originales de los autores lo ha llevado incluso a encabezar protestas contra las cadenas de televisión. Muchas cadenas de televisión y plataformas de streaming emiten las películas en formatos que no son los originales. Una de las quejas más habituales es el cambio de proporción.
Es decir, que se recorte o se amplíe la imagen para rellenar toda la pantalla del televisor. Otro problema más reciente son ajustes como el suavizado de movimiento, también llamado “efecto culebrón” porque exagera la nitidez de los actores provocando que los fondos parezcan decorados.
Quizá a Anderson le interesa más que no desaparezca el cine rodado en negativo que los zombis y los ninjas de las películas que ayuda a recuperar a través del American Genre Film Archive. En cualquier caso, ha contribuido a rescatar películas de género como The Astrologer, una rareza de los años 70 en la que un astrólogo de pega descubre que tiene realmente poderes paranormales. ¡Y es una autobiografía!
Salvando las películas, y las salas
Las películas no son el único elemento cinematográfico en peligro. Durante las últimas décadas, todos hemos visto como en nuestras ciudades y pueblos desaparecían salas de cine, o eran reconvertidas en multisalas preocupadas solo por los últimos éxitos de taquilla. Hay algunos cineastas, como Quentin Tarantino, que se han tomado la molestia de rescatar tanto películas como cines.
Al igual que Anderson, Tarantino es uno de esos cineastas que ha llevado la obsesión por lo analógico más allá de su propio trabajo. Empezó coleccionando copias de películas que proyectaba en casa para sus amigos y terminó comprando un cine.
El cine en cuestión es el New Beverly de Los Ángeles, una de las pocas salas de la ciudad que proyecta cine clásico, independiente y extranjero. El conocido director era cliente habitual de la sala desde su adolescencia. Cuando se enteró de que peligraba su existencia, empezó a donar a sus dueños una suma mensual para que pudiesen seguir manteniendo la programación. Cuando el patriarca de la familia que llevaba el negocio murió, Tarantino decidió salvar al New Beverly de un futuro incierto comprándolo.
De entrada, Tarantino se limitó a renovar las instalaciones y hacer algunas sugerencias de programación. Unos siete años después, decidió olvidarse de proyectar en digital y centrarse en su colección de películas. Actualmente, el cine está cerrado por reformas, se espera que vuelva abrir a finales de este mismo año.
Nacho Cerdà, Ventura Pons y los cines de barrio
En España, tenemos casos similares al del New Beverly, como el Phenomena y los Cinemes Texas. La iniciativa Phenomena surgió gracias a la pasión por el cine del director Nacho Cerdà. Lo que comenzó como una propuesta mensual, terminó encontrando su casa en un cine de Barcelona. La sala, cerrada en 2014, estaba destinada a convertirse en un supermercado. Afortunadamente, eso no fue así. Aunque la idea inicial era proyectar cine de los años 70, 80 y 90, el Phenomena ha ido mutando hasta cobijar películas de todas las épocas: estrenos, reestrenos, cine clásico y de género, etc.
Los Cinemes Texas de Barcelona eran hace años una sala de sesión continua que programaba reestrenos. Era uno de esos cines de barrio con solera en los que lo mismo te encontrabas a una familia con fiambreras que a un vagabundo echando la siesta.
Más tarde, la sala se reconvirtió en un multicine. En 2014, el cineasta Ventura Pons lo recuperó y reabrió al público para ofrecer cine en versión original, centrándose en reestrenos, cine independiente y cine infantil a precios populares. El año pasado, Pons amplió su proyecto a Valencia bajo el nombre Albatexas, reabriendo otra sala que llevaba siete años cerrada. Este mismo año, ha resucitado otro cine en Figueres que llevaba cerrado nada menos que 18 años.
Así que ya sabes, en todas partes tenemos a directores cuidando del séptimo arte. No solo de Hollywood se alimenta el cine, ni los espectadores. Si quieres poner tu granito de arena, seguro que tienes en casa alguna película familiar esperando una segunda oportunidad. Saca el polvo a esas cintas VHS, o incluso películas en Super 8, que están olvidadas en una caja. Todas las películas merecen ser conservadas.
Imagen: iStock, gtresonline, Siebbi, muckster, Gage Skidmore, Nacho Cerdà/Martí Pradera
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