El alcalde que hizo unboxing de 1.000 productos de Amazon para convencer a Bezos

El alcalde que hizo unboxing de 1.000 productos de Amazon para convencer a Bezos
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Imagínate. Presides una ciudad pequeña, no especialmente atractiva. Quieres lo mejor para tu población. Y te ves luchando con otros municipios mucho más consolidados por intentar lograr el jugoso acuerdo empresarial que podría generar 50.000 puestos de trabajo para tus habitantes: una de las empresas más grandes quiere abrir una nueva sede y ha llegado la hora de las rifas.

¿Cuál puede ser la mejor estrategia? Pensar fuera de la caja y no darles todos esos incentivos fiscales y reducciones de tarifas que ya van a ponerle en la mesa todos los demás. No, tú has optado por el camino difícil, y no es otro que hacer lo que Amazon más necesita: comentaristas entregados a la causa.

Así lo ha hecho el alcalde Sly James, que ha publicitado su trabajo de valoración de 1.000 productos del gigante de las ventas por Internet. ¿Unos huesitos para perros? ¿Una mochila con forma de cabeza de caballo? ¿Alas de Halloween para niñas pequeñas? Todo lo que imagines, las mayores payasadas, productos utilitarios y básicos de la compra semanal con reviews de 200 palabras meditadas y redactadas con ingenio. Respondiendo a los interrogantes de los posibles compradores. Puro quality content.

No hagas las matemáticas. Como redactora habitual me lo sé de memoria: James ha dedicado el trabajo completo de unos 60 u 80 días. Eso sí, siempre con la máxima puntuación para los excelentes productos entregados por Amazon, la nueva tienda amiga de Kansas.

James ha puesto todo su carisma para seducir a Amazon. No sólo ha hecho las críticas, sino que ha acompañado su campaña de vídeos en redes sociales donde muestra sus descubrimientos a modo unboxing y nos explica cómo los productos estarán después destinados a funciones benéficas. ¿Qué están haciendo los habitantes de la ciudad? Algunos, animados por el gesto de su alcalde, también están haciendo sus valoraciones extrapositivas añadiendo a sus comentarios una referencia al movimiento "Cinco estrellas por Kansas" o #Kc5Stars.

Es un gesto desesperado por parte de una ciudad a la que no le sobran empleos, pero tan carismático que si ahora la nueva sede de Amazon se ubica en rivales como Dallas o Nueva York la compañía quedará como un monstruo desalmado. Ni siquiera querríamos verla asentarse en Stonecrest, quien ya ha prometido cambiar el nombre de su poblado a Amazon si finalmente la empresa se traslada allí. Es una encarnizada lucha capitalista por ganarse el favor de las migajas de las corporaciones y es posible que, bien visto, sea una competición deprimente. Pese a todo, a nosotros nos ha ganado el team Kansas.

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