A sus 82 años Charles Manson vuelve a ocupar las noticias. No ha asesinado a nadie. No ha sacado disco, y tampoco ha dado otra de sus famosas entrevistas. Manson, simplemente, se ha muerto tras pasar más de medio siglo en prisión por alentar, conspirar, idear y facilitar algunos de los crímenes que mayor impacto psicológico tuvieron en la sociedad estadounidense.
El icono de los 70, cuya trepidante vida está plagada de mitos, podría dejarnos en cualquier momento. Es la ocasión de recordar algunos de los hechos más importantes del líder de la banda de culto asesina más popular del siglo XX, así como otros datos menos comentados sobre la biografía de este criminal y de sus allegados que no deberían pasar por alto a la hora de intentar darle forma a su historia.
La noticia sorprendió a todos en aquel verano de 1969. Aunque 1968 había sido políticamente más convulso, el sangriento crimen cometido en Los Ángeles cayó como un jarro de agua fría y el cinismo acerca del movimiento hippie asoló a muchos estadounidenses. Unos melenudos habían matado a varios famosos de Hollywood en un crimen sin piedad ni, aparentemente, móvil posible.
Tras el asesinado en la casa Tate llegaron dos muertos más en una residencia cercana, la casa del matrimonio LaBianca, un ejecutivo de supermercados, y una copropietaria de una tienda de ropa. Como se sabría después, los asesinos habían participado en fiestas en hogares de la misma calle. En las siguientes 24 horas se vendieron más de 2.000 armas en las inmediaciones y el precio de los perros guardianes aumentó en un 150%. California no volvió a ser la misma, y las viviendas de los famosos aumentaron desde entonces enormemente sus medidas de seguridad. Esa es la famosa mansión de Sharon Tate en Benedict Canyon.
Al poco tiempo se conoció a los asesinos. Una aparentemente feliz familia de hippies que vivían de forma nómada en una comuna de amor. Al escarbar la fachada se fue revelando la verdadera naturaleza de la pandilla: un montón de personas descarriadas que habían encontrado una forma de vida en una comunidad con estructura de secta. A la cabeza, Charles Manson.
Pese a que muchos quisieron ver en él una consecuencia macabra del hipismo, lo cierto es que Manson nunca fue exactamente un cordero de Dios. Desde muy niño empezó a obsesionarse por los cuchillos y las pistolas, y siendo menor de 10 años estuvo a punto de matar a su prima JoAnn con una cuchilla, según el testimonio de la misma.
A los 13 años le detuvieron por atraco a mano armada, y esa es sólo una de las muchas infracciones del estilo que cometió en su juventud. Eso cuando no estaba en instituciones penitenciarias. Hasta 1967 en diversos de estos sitios pasó, entrando y saliendo, 17 de sus 32 años de vida.
A sus 21 años estuvo cerca de encontrar algo parecido a la estabilidad emocional, la felicidad. Se casó con Rosalie Willis, una buena chica de 15 años. Mantuvo a la joven durante un tiempo gracias a trabajos parciales y el robo de coches. Fue por esto mismo que lo apresaron a los pocos meses. Willis estaba embarazada y dio a luz mientras Manson estaba en la cárcel con una condena de tres años. Willis terminó dejando a Manson para irse a vivir con otro hombre.
En la cárcel, Manson aprendió a tocar la guitarra y estudió obsesivamente el libro Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, uno de los primeros best-sellers de autoayuda publicados y recurrido manual para hombres de negocio. Aunque también pasó por etapas de aprendizaje de técnicas de sectas cristianas y de la cienciología, se dice que perfeccionó el arte de la manipulación que luego ejercería sobre su “familia” a través de las enseñanzas de este libro.
El LSD también jugó un papel central en el lavado de cerebro. La mezcla de sus discursos, su magnética presencia, las técnicas de manipulación aprendidas en los libros y fuertes cantidades de alucinógenos lograron sumir a los miembros en un estado de pérdida de control parcial sobre sus acciones. Como una de las integrantes explicaría después, no recordaba que Manson tomase las drogas la mayoría de veces que él les ordenaba.
En la foto, Leslie Van Houten, una de las integrantes más destacadas. Tenía 19 años cuando participó del asesinato de Leno y Rosemary LaBianca. Fue la mujer más joven en cumplir una sentencia de cadena perpetua en California. El abogado Ronald Hughes que representaba a la “familia” cambió de cliente durante el juicio y se volcó en la defensa de Van Houten, exclusivamente. En 1970, en un viaje de camping, desapareció misteriosamente y se le encontró al poco tiempo muerto en el bosque. Aunque su muerte sigue siendo un misterio, la hipótesis más extendida es que fue una venganza de los miembros de la comuna hacia el abogado por darle la espalda a su líder.
Susan Atkins (en la foto), Tex Watson, Bobby Beausoleil, Leslie Van Houten, Bruce Davis y Patricia Krenwinkel fueron los principales asesinos de los crímenes ordenados por Manson. Eran los miembros más cercanos al cabecilla. Durante el difícil juicio hubo lucha por mantenerse fieles a Manson, y sólo Linda Kasabian quebró y confesó arrepentimiento por los crímenes. La predilecta de Manson durante su etapa con la “familia” siempre fue Atkins.
Durante la fase de sentencia del juicio, Atkins testificó que ella fue quien apuñaló a Sharon Tate porque estaba "harta de escucharla a ella, rogando y suplicando, rogando y suplicando". También negó que Manson tuviera algún papel en la organización de los asesinatos. A lo largo del juicio, Atkins y los demás imputados iban cantando canciones que Manson escribió mientras era llevado a la sala de audiencias. Los cuatro acusados fueron condenados a muerte el 29 de marzo de 1971, condenas que se redujeron a cadena perpetua por la abolición de la pena de muerte. En la foto Patricia Krenwinkle, Leslie Van Houten y Susan Atkins.
Sí, una de las cosas que más llamó la atención a la opinión pública en su momento es que la tropa de Manson estaba integrada mayoritariamente por mujeres, y estas se encargaron de varios de los actos más violentos de la familia. Manson elegía con cuidado a los integrantes de su familia, y prefería a mujeres débiles con problemas de autoestima para convertirse él en una suerte de figura paterna e idealizada. En la tribu se practicaba el “amor libre” sólo cuando él lo ordenaba. Y tampoco era la primera vez que se buscaba un harén femenino. Una de sus ex mujeres tuvo que transigir con la convivencia de Manson con otras 18 novias mientras mantenían el matrimonio.
Las chicas también le servían para financiar la vida de “la familia”. Una parte de los ingresos provenía del robo de coches. Otra, de la prostitución de las jóvenes a cargo de Manson, que seducían a hombres en las calles para conseguir que se alistaran a la familia o les concedieran beneficios como dinero o un sitio donde alojarse. Buena parte del ambiente de misoginia de la familia Manson se explica en el reciente éxito literario de ficción Las Chicas, de la debutante Emma Cline.
Los primeros asesinados por la banda en el verano de 1969 fueron los invitados al hogar de Sharon Tate, entonces una famosa actriz de Hollywood y embarazada de ocho meses. Mataron a Sharon Tate (y a su hijo), Abigail Foster, su novio Voytick Frykowski, el peluquero Jay Sebring y al chófer Steven Parent. La teoría más establecida es que Manson quería mandarle un “mensaje” a Terry Melcher. Melcher, productor musical y amigo de Dennis Wilson, le había denegado a Manson la posibilidad de grabar con él. La de Tate era la antigua residencia del productor.
Los asesinatos de Tate fueron terriblemente sangrientos. Una carnicería que provocó vómitos entre los miembros de la policía que acudieron a las escenas del crimen. Durante el juicio y en declaraciones posteriores algunos miembros de la familia explicaron lo sucedido en aquellas jornadas. Por ejemplo, Sharon Tate clamó por su vida y la de su hijo varias veces. Sólo en el hogar Tate se contaron más de 100 puñaladas consumadas sobre las cinco víctimas. Palabras como “cerdos” o “policía” se escribieron en las paredes de los hogares para simular un asesinato de los Panteras Negras, pero el artificio no coló en la investigación ya desde el inicio.
A mediados de octubre de 1970 apresan a Manson junto con otros miembros de la familia. En verdad, el que es conocido como uno de los mayores criminales en serie del siglo XX no mató a nadie en toda su vida. Los agentes tuvieron que apresarle en base a cargos por conspiración de asesinato.
En la foto, del 5 de septiembre de 1975, el Presidente Gerald Ford y su familia ven en la televisión lo concerniente al juicio de Manson.
Este es el Beatle George Harrinson un 28 de octubre de 1980. La prensa acosó a la banda británica durante un tiempo, ya que los abogados de Manson querían citar a John Lennon a testificar al juicio en alusión al contenido de sus canciones. Manson usó “mensajes ocultos” de su famoso Álbum Blanco para justificar sus crímenes. Manson había encontrado conexiones con pasajes bíblicos, y creía que el disco hablaba del advenimiento de una nueva guerra racial en la que los negros ganarían a los blancos. Eso sí, los afroamericanos terminarían necesitando un líder capaz de dirigir el mundo, y entonces acudirían a Manson para pedir que les comandara. Entre los mensajes grabados con la sangre de sus víctimas estaba Helter Skelter, una de las canciones de los Beatles.
En sus grabaciones de entrevistas desde la cárcel es como la opinión pública conoció el grado de chaladura de este criminal. Aspavientos, gesticulaciones absurdas, cambios bruscos de registro y una bipolarización de sus sentimientos. Estos show pudieron hacerle pensar al público que se trata de alguien con un grave trastorno mental, pero algunas declaraciones de familiares cercanos durante su infancia apuntan a que ese aspecto podría ser meditado y calculado, y tratarse de alguien fingiendo estar loco. Como él mismo le dijo a su “familia” antes de los juicios, vamos a llevar a cabo un espectáculo. No os fiéis del estado mental en el que parezca que estoy. Es todo un truco.
"Charlie Don’t Surf". Un juego de palabras que Axl Rose, cantante de Guns ‘n’ Roses, llevó estampado en una camiseta que llevó de gira en el 93. Es una combinación de Charles Manson (quien, de hecho, tenía raíces apalaches más que californianas, donde sí es tradición el surf) y la famosa frase del Coronel Kilgore en Apocalipsis Now, película dirigida en 1979 por Francis Ford Coppola.
Axl Rose, así como otros artistas posteriores, han tomado a Manson como un símbolo. Los mismos Guns ‘n’ Roses llevaron una versión de Look at Your Game, Girl en el álbum The Spaghetti Incident. Otras canciones del líder de la secta han sido reversionadas multitud de veces, y su figura ha atraído a artistas como Crispin Glover, Rob Zombie o Marilyn Manson, que le debe su nombre artístico al conspirador.
Una de las figuras que sentenció la muerte de la Era de Acuario no murió, como muchos de los más importantes, con aquel período. Charles Manson tiene 82 años y está gravemente enfermo hospitalizado en un centro no revelado a los medios de comunicación. Logró su objetivo vital: convertirse en un famoso, en una referencia de la cultura pop. El coste para lograrlo fue hacerlo siendo el símbolo del reverso tenebroso, demoníaco, de lo que puede conllevar lograr ese objetivo a cualquier precio.