Los augurios de Stephen Hawking no parecen tan descabellados. El aumento de temperaturas a escala global es tan real e inminente que uno de los teóricos más brillantes de los últimos tiempos nos está instando a que construyamos una base lunar en los próximos 30 años para instalarnos: aquí no hay esperanza. Si el calentamiento global te es ajeno, puede que empiece a importarte cuando no puedas coger un avión.
En Phoenix, Arizona, el aumento de temperaturas se ha vuelto viral después de que sus habitantes comenzaran a publicar imágenes en las que se ven cómo se cocinan galletas en el interior de un coche o aparecen buzones derretidos. Más allá de la anécdota, American Airlines tuvo que colgar un comunicado de prensa informando de que 50 vuelos regionales habían sido cancelados debido a las temperaturas extremas. ¿Por qué ocurre esto?
En estos momentos, Phoenix está bajo alerta por altas temperaturas: se esperan máximas de 45 °C, incluso de 50 durante esta semana; muy cerca del récord que se estableció el 26 de junio de 1990: 50 °C. En Turbat, una ciudad paquistaní, el termómetro alcanzó los 53,5 °C el día 28 de mayo. Puede que sea la temperatura más alta jamás registrada en la historia en Asia. Mientras tanto, en Reino Unido han emitido una alerta por temperaturas máximas de 30 °C que en Nuevo México, Nevada o California serían más que bien recibidas. Pero claro, allí no es habitual.
No solo el frío puede dejarte en tierra
El calentamiento global no te afecta hasta que los problemas del primer mundo te dan una bofetada en la cara: llega el día en el que no puedes coger un avión. American Airlines tuvo que cancelar el martes pasado decenas de vuelos debido a las altas temperaturas. El afectado por esta ola de calor fue un CRJ, que puede operar a nivel regional con temperaturas de hasta 48 °C. Las aeronaves que cubren rutas más largas como las de Boeing y Airbus no se vieron afectadas ya que pueden despegar con temperaturas de hasta 53 °C.
Sí, puede pasar y no solo durante un temporal de nieve.
Todo gira en torno a la densidad del aire. Cuando se dan condiciones normales las moléculas de oxígeno permiten una mayor sustentación: la velocidad del avión produce el empuje del aire contra las alas y tiene lugar una fuerza de sustentación vertical. Esto en condiciones normales, pero durante una ola de calor estas moléculas se separan. ¿Qué ocurre entonces? Que la fricción y por tanto la fuerza de sustentación disminuyen y hay menos energía para impulsar el avión.
Si hay menos energía, el avión necesitará por lo tanto más longitud de pista para conseguir despegar. Se trata de un problema que afecta tanto a aviones grandes como pequeños, aunque los primeros tienen un mayor umbral de tolerancia puesto que tienen turbinas y motores más potentes. ¿Y si esta zona de calor extremo nos pilla en pleno vuelo?
Lo que ocurrirá es que la aeronave sufrirá una brusca pérdida de sustentación y deberá bajar de altitud de forma controlada para encontrar más densidad. Así que esto es lo que nos espera de aquí a un futuro no muy lejano. Si no te preocupa demasiado el aumento de temperaturas porque tu situación económica te lo permite, puede que cuando vayas a coger el jet privado no puedas hacerlo.
Que el planeta se esté cocinando a fuego lento pone los pelos de punta. Y según los expertos las olas de calor serán cada vez más frecuentes y más intensas. La cara 'menos dura' la encontramos en las imágenes que los habitantes de Phoenix, Arizona, han tomado de los estragos que está causando la ola de calor.
Mientras tanto, la cara 'cómica' de este panorama circula por las redes sociales de la mano de los que están sufriendo estas temperaturas en primera persona en Arizona.
A falta de hornos buenos son coches
El aire es lava
Buzones que sucumben al calor
Todo es lava
Los pobres perros también lo sufren
Cactus Dalí style
Así que parece que el tráiler de la cuarta temporada de Arrested Development augura un futuro bastante probable y nada alentador en Arizona.
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