De vez en cuando sucede: hechos y efemérides particulares cuya repetición en el futuro implicaría siglos o incluso milenios. Por ejemplo, nunca más viviremos las cinco horas, cinco minutos y cinco segundos del cinco de mayo del año cinco (05:05:05, 05/05/05). Son momentos, instantes que se evaporan sin relevancia alguna en la historia del ser humano.
Pues bien, el domingo viviremos uno de ellos. El hallazgo corresponde al padre de una tuitera, @bethbethbeth, que al ser compartido en Twitter ha roto en viral (60.000 interacciones y sumando) y ha desencadenado una absurda, eterna discusión entre diversas facciones enfrentadas. ¿Y a qué se debe tanto revuelo? Simple: sólo el 31 de diciembre de 2017 todos los adultos del planeta habrán nacido en el siglo XX y todos los niños lo habrán hecho en el siglo XXI.
Démosle una vuelta. Por un lado, el concepto de "niño" es amplio (traducido como "child" en inglés) e incluye a todas las personas por debajo de los dieciocho años. La edad es arbitraria y varía en función del país en el que nos encontremos, pero cuenta con un reconocimiento más o menos universal como el paso de la edad infantil a la edad adulta. A partir de aquí, es cuestión de hacer números. Y los datos cuadran.
El 1 de enero de 2018 cumplirán 18 años todos los niños nacidos el 1 de enero del año 2000 los primeros en ser alumbrados ya en el nuevo milenio. Por lo que sólo el día previo todos los adultos del mundo (+18) habrán nacido necesariamente antes de esa fecha. Hoy, por ejemplo, no nos valdría, porque los nacidos el 30 de diciembre de 1999 aún estarían en edad infantil. Entrados en 2018, ya habrá adultos nacidos en el siglo XXI.
Es cierto, es cierto: probablemente muchas personas del mundo nacieran la noche del 31 de diciembre de 1999, y probablemente algunas lo harían durante las campanadas. Pero obviando este error de redondeo, a grandes rasgos, durante los últimos doce segundos de 2017 el dato será cierto: todos los adultos del planeta habrán llegado al mundo en un milenio que no es este, y todos los niños lo habrán hecho en el siguiente. Será un momento fugaz y único, y al día siguiente (a los segundos siguientes) habrá pasado.
Tan simple razonamiento ha provocado el habitual y enconado debate en Twitter. El motivo también es sencillo, y nos retrotrae al cambio del milenio, una época en la que todo se vivía con mucha menos pasión: ¿cuándo comenzó exactamente el siglo XXI?
La intuición natural dicta que "en el año 2000", pero la historia es algo más complicada. Cuando los primeros cristianos comenzaron a contar la epopeya de Jesucristo, lo hicieron siguiendo el calendario que tenían a mano. Aquel era el juliano, instaurado en su día por Julio César, y no contaba el año "cero". Quiere decir esto que cuando se reconfiguró el paso del tiempo en torno al nacimiento de Cristo, el primer año de la nueva era no fue el cero, sino el "uno".
El cambio al calendario gregoriano oficializado por Gregorio XIII en 1582 mantuvo esta peculiaridad: el primer año después de Cristo seguiría siendo el uno. Así, el siglo primero tendría que finalizar de forma obligada en el año 100 (como es lógico), por lo que el siglo dos comenzaría... En el año 101. La lógica sirve para todos los siglos y milenios que hemos hollado desde entonces y nos deparó un escenario curioso en el año 1999: todo el mundo hablaba del "efecto 2000" y del cambio de milenio.
Un cambio que, en realidad, se daría en 2001.
De modo que el año 2000 fue el último año del siglo XX, lo que anularía el el curioso hecho planteado más arriba (y lo desplazaría a finales de 2018, en el cambio de año a 2019). Los vinagres habituales que han señalado este hecho en Twitter han sido acusados de tales, y culpados de no saber disfrutar de nada, ni siquiera de un descubrimiento tan bobalicón e inocente como el que se ha hecho viral. Sucedió algo parecido en el año 2000: ¿qué más daba que técnicamente no entráramos en el nuevo milenio?
Lo cierto es que el 0 es una unidad más redonda que el 1 a la hora de cerrar una década (y por eso 2019 va a ser un festival de recopilatorios de la década), y que más o menos contamos las eras informalmente a partir de esa referencia. Pero también es cierto, como se anota aquí, que la inclusión de un año 1 y la exclusión de un año 0 fue una decisión arbitraria en su día, por lo que no importa la medida temporal técnica, sino cómo medimos, colectivamente, entre todos nuestro tiempo.
Desde ese punto de vista sí, los primeros adultos del siglo XXI se convertirán en tales el lunes.
Última nota curiosa: siguiendo la vía tiquismiquis, hay otro dato que anula la efeméride. Se trata de las personas que lleguen vivas por encima de los 118 (o 117, si seguimos la vía de los "unistas") años a 2018. En rigor, habrán nacido en el siglo XIX, por lo que no todos los adultos del mundo serán hijos del XX. Y sí, resulta que es muy probable que haya súpercentenarios vivos el 1 de enero de 2018.
Imagen | Stephanie McCabe/Unsplash
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