La idea de constituir una formación política en torno al mayor foro en castellano del mundo, Forocoches, lleva rondando la cabeza de diversos usuarios de la plataforma desde, al menos, 2012. Pero su exposición mediática se ha multiplicado durante esta semana, tras la publicación primero de esta pieza sobre la ideología de un teórico partido FCS, con logo incluido, y los persistentes hilos y rumores, además de artículos paralelos, sobre partidos salidos de Forocoches. El colmo de la nueva política: la política surgida de las entrañas de un foro.
¿Cómo de real es la posibilidad que nada así suceda en el futuro o que acudamos a las urnas con la posibilidad de introducir la papeleta de Forocoches? Por el momento, harto lejanas: los partidos han fluctuado entre la broma y lo serio, una frontera jamás aclarada del todo ni por los usuarios de Forocoches ni por quienes han intentado interpretar sus designios y trolleos. Desde FCS hasta Lógica y Justicia, pasando por Fuerza Común, el coqueteo es evidente. Y pese al jolgorio y la chanza, podría convertirse en algo más.
Forocoches: las posibilidades reales del partido
Pese a lo utópico de la idea (formar un partido político viable, como bien saben en Vox, requiere de más elementos que voluntad y una pequeña base de activistas movilizados), no es imposible que un partido nazca de una mera broma. Eso sí, primero ha de nacer: el hilo original de esta semana ya no existe, pero sigue en pie el de Lógica y Justicia, que data de algunas semanas atrás en septiembre. Cuenta con unos 140 afiliados y busca nuevas incorporaciones para definirse orgánica y estructuralmente.
Pero antes, observemos algunos de los datos que podrían alumbrar el Partido de Forocoches. Dejando a un lado lo ya de por sí saturado del espacio político español, ¿cuántos votos requeriría la hipotética formación, en caso de que acudiera a las urnas sin discrepancias internas y no tras polémicas intestinas donde los propios usuarios son incapaces de ponerse de acuerdo tras unas solas siglas? Según F5, la idea original del partido Forocoches era acudir a las elecciones europeas de 2019. Tácticamente, tiene sentido.
La comunidad de Forocoches es muy amplia y alcanza a 600.000 usuarios, de los cuales un número indeterminado, pero en absoluto despreciable, es inactivo. Son cifras suficientes para entrar en el Congreso de los Diputados, pero cualquier aproximación a la política nacional sufre un inconveniente obvio: las circunscripciones. Reduciendo ampliamente el número de votantes en relación al número de usuarios y repartiendo a todos ellos por toda la península (los usuarios son de toda España) parece improbable que obtuvieran representación.
Un ejemplo: con 284.848 votos en toda España, el PACMA se quedó fuera del Congreso. Prácticamente la mitad de los usuarios de Forocoches deberían acudir a las urnas con su papeleta shurmana para conseguir la proeza.
¿Qué elecciones eliminan las barreras provinciales y ponderan mejor el voto nacional? Las europeas, donde España vota dentro de una circunscripción única. Por ahí aprovechó Podemos para colarse con cinco diputados, para sorpresa de todos, en 2014. Son, además, unas elecciones con baja participación, lo cual podría permitir movilizar a un electorado reducido en torno a una sola fuerza. Asumiendo una barrera de unos 300.000 votos para acudir a Bruselas, es plausible (pero harto complicado) que un partido así obtuviera representación.
¿Pero podría Forocoches alcanzar tal estadio de consenso político entre tantos votantes? Pese a que hay antecedentes de partidos de pura protesta, en España ese hueco ya ha sido ocupado por Podemos y, en menor medida, por Ciudadanos. Las diversas propuestas partidistas del foro, entre lo serio y lo surreal, han caminado entre la deportación de inmigrantes que cometan delitos, el aumento del límite de velocidad y vagas referencias al sentido común o la lógica. Ideas que compartiría felizmente el Partido de Cuñado de Twitter.
Lo anterior, sin embargo, no significa que no existan referentes troll o puramente forococheros en la política moderna.
Las puntas de lanza de la no-política viral
El grado de organización y detalle de los partidos que han salido de Forocoches, inconcretos, son quizá insuficientes para un salto serio a la política nacional. Pero eventualmente podría suceder. Y así ha pasado en otros países.
El ciclo económico de crisis que ha atravesado el corazón de Europa ha dejado algunos ejemplos de política-ficción, de bromas que han resultado ser movimientos políticos o victorias electorales significativas. El ejemplo más evidente de ello está en Italia, donde el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, un antiguo sátiro convertido a punta de lanza del mayor movimiento político de protesta del país, ha dinamitado la política transalpina desde su irrupción electoral en 2013, en las que obtuvo la mareante cifra de 8 millones de votos.
Grillo era un antiguo cómico televisivo que mutó de forma progresiva en mordaz crítico de los excesos, las corruptelas y el disfuncional transitar de la política y la economía Italiana tras el colapso del sistema durante los noventa. A finales de la pasada década, espoleado por un blog exitoso y actos públicos multitudinarios bautizados como "El Día de Mandar a Tomar por el Culo" a los políticos, funda el Movimiento 5 Estrellas. Beneficiado del recelo hacia la clase política, amasa seguidores bajo directrices ideológicas muy poco claras.
El movimiento de Grillo es en esencia un grito de enfado y de castigo, un ejercicio con el expreso propósito de trollear el sistema italiano desde dentro. Y resulta que funciona: en 2013 se convierte en el primer partido individual y en la tercera fuerza política del país (por detrás de las dos grandes coaliciones electorales) y desde entonces mantiene posiciones, negándose en redondo a pactar con ninguno de los dos grandes bloques de poder político. Grillo hace de la antipolítica el mejor relato electoral, y triunfa.
Triunfa tanto, de hecho, que hoy el Movimiento 5 Estrellas es un partido en toda regla que gobierna Roma y Turín, la capital y el segundo centro económico más relevante del país.
Es el caso más llamativo, pero no el único. En Islandia, Jón Gnarr alcanzó la alcaldía de la principal ciudad del país, Reykjavik, en 2010, espoleado sobre la plataforma electoral El Mejor Partido, una sátira que consiguió un éxito electoral inesperado y que terminó gobernando a aproximadamente la mitad de la población de la pequeña isla.
Gnarr fundó su partido, obviamente a favor del Bien y en contra del Mal, como forma de continuar su larga y exitosa carrera cómica en Islandia. El descontento generado entre la población a raíz de la crisis bancaria y de la bancarrota de Islandia a principios de esta década provocó un amplio recelo entre los votantes isleños. Como consecuencia, Gnarr fue aupado a la alcaldía en forma de voto protesta, sobre un programa electoral claramente de cachondeo y propulsado por el espíritu político de The Wire. En 2014, tras numerosos ejemplos de su carácter irreverente, dejó la alcaldía y la política. Ya había triunfado.
Tanto Gnarr como Brillo pueden servir de referentes cercanos para Forocoches. En la memoria hay otros: desde el partido polaco que aspiraba a solucionarlo todo entre cervezas hasta el Partido Basura holandés que coló a un alcohólico callejero democráticamente en las instituciones, pasando por El Partido, una iniciativa satírica alemana que, de modo premonitorio, obtuvo un escaño en el Parlamento Europeo. Forocoches está lejos de todos ellos, pero si un día logra repetir su éxito, no será en absoluto un accidente de la historia.
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