El arte de hacer publicidad consiste en vender una idea y clavarla en la mente del consumidor sin que éste se dé cuenta, algo que puede ser relativamente sencillo dependiendo del producto y la narrativa que se maneje. En los últimos años hemos asistido a intentos de superar el umbral de la sorpresa: desde el humor hasta la repulsión, la ternura o la sorpresa como ejes narrativos de los mejores anuncios.
Hoy veremos una verdadera joya de la publicidad. Ningún otro anuncio de los que hemos visto en nuestra vida consigue retratar a un hombre despreciable, egoísta, maleducado, miserable... y atraparnos en su relato durante dos minutos para presentar al final al anunciante de una forma por completo inesperada.
ATENCIÓN SPOILERS a partir de aquí
La campaña corre a cargo de la institución 'Donate Life' quien busca acercarse al público millennial con el objetivo de aumentar la cantidad de donantes, ya que en el último año la cifra ha caído de forma preocupante lo que ha llevado a que poco más de 120.000 personas, entre hombres, mujeres y niños, estén en una lista de espera de una donación sólo en los Estados Unidos.
El vídeo busca ser una llamada de atención y reforzar la decisión de registrarse como donante de órganos, algo que cualquier persona puede hacer, incluso un completo idiota.
En Magnet | "¡No toques ese generador eléctrico, Bobby!". Los videos para concienciar más inconscientes