En qué consiste el acuerdo de investidura alcanzado hoy por Ciudadanos y el PSOE

Primer acuerdo de legislatura tras las pasadas elecciones del 20 de diciembre. Ha sido alcanzado entre Ciudadanos y PSOE, el partido que, bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, aspira a entrar en el gobierno, solo o acompañado. Lo hará sin Ciudadanos, pero quizá con su apoyo en la votación de investidura y en cuestiones puntuales durante el resto de la legislatura. Albert Rivera anunciaba esta mañana cinco medidas requeridas a Pedro Sánchez para obtener su apoyo, y Sánchez ha aceptado públicamente esta tarde las condiciones.

Veamos cómo queda el campo político hoy.

¿Qué le ha pedido Rivera a Sánchez?

Cinco medidas muy concretas. Primero, el fin del aforamiento, que permite a los políticos potencialmente investigados por la justicia evitar la imputación por supuestas conductas corruptas. Segundo, la desaparición de todas las diputaciones excepto las vascas, que tienen un régimen especial. Tercero, la reducción a 250.000 las firmas requeridas para llevar al Congreso una Iniciativa Legislativa Popular. Cuarto, la despolitización de la justicia. Y quinto, limitar los mandatos del Presidente del Gobierno a dos.

Una reforma rápida (en tres meses) de la constitución, en resumen.

¿En qué consistiría esa reforma de la CE?

Son clásicos del programa de Ciudadanos. Medidas de poco calado o lo suficientemente abstractas ("despolitización de la justicia", aunque Ciudadanos pide asegurar la independencia del gobierno de los jueces) como para que las pueda aceptar el PSOE. La primera, la supresión del aforamiento, es una de las muchas condiciones que Ciudadanos podría haber exigido contra la corrupción. Casos como el de Rita Barberá, por ejemplo, pasarían a mejor vida.

La reducción de las firmas requeridas para una ILP es, al igual que las anteriores, poco conflictiva para el PSOE, y una medida de acercamiento de la democracia al ciudadano que podrían aceptar otros partidos. Los puntos delicados son los dos últimos: por un lado, la limitación de mandatos del Presidente del Gobierno a dos legislaturas (ocho años), una reforma que algunos polítologos juzgan innecesaria en un sistema parlamentario y no presidencialista; por otro, la supresión de las diputaciones provinciales excepto las vascas.

¿Cuáles son las otras medidas del acuerdo?

Aquellas referidas a la situación económica actual o las que no requieren de reformas constitucionales. Como detalla El País, Ciudadanos quiere reducir el IVA cultural del 21% al 7%, y el compromiso de no subir el IRPF durante el resto de la legislatura. Por aquí podría haber un potencial conflicto fiscal con Podemos. El PSOE también ha accedido a un complemento salarial para las rentas bajas, que C's llevaba en su programa, y a la creación de un organismo dedicado a la "transparencia", de carácter ahora ambiguo.

De forma paralela, Ciudadanos pide reducir el tamaño del Senado (80 senadores menos). En materia territorial, ambos acuerdan defender la integridad territorial de España y se oponen a un referéndum, otro punto de fricción con Podemos.

¿Qué son las diputaciones y por qué quieren su fin?

Las diputaciones son organismos de gobierno provincial, un escalón intermedio entre los ayuntamientos y los gobiernos autonómicos. Son organismos de elección representativa indirecta, y aunque gestionan numerosos proyectos en contacto directo con el ciudadano (especialmente en provincias con un descompensado peso demográfico y fuerte población rural), son instituciones a menudo opacas y que no rinden cuentas ante los votantes. Ciudadanos siempre ha abogado por su desaparición para reducir burocracia.

En este mapa de El Electoral puedes ver quién gobierna en cada provincia.

¿A cambio qué propone Rivera? Una figura un tanto difusa llamada "Consejo de Alcaldes" que ejercería un papel similar, mediando entre la administración autonómica y nacional y los ayuntamientos de las provincias.

¿Por qué es el punto más conflictivo del acuerdo?

Porque todo acuerdo de investidura acordado por el PSOE debe pasar por el seno del partido, donde muchos barones territoriales podrían vetarlo. Las diputaciones son apreciadas por las delegaciones locales de los partidos, porque permiten acceder a cargos públicos por designación directa del partido y a una asignación de recursos poco expuesta. Al parecer, no hay unanimidad entre los pesos pesados socialistas sobre su supresión, y de ahí que la figura del "Consejo de Alcaldes" se haya presentado como paliativa.

¿Pueden los barones vetar el acuerdo por algo así? No es descartable, pero bien maquillado, improbable.

¿Entonces ya está, ya hay gobierno?

No, seguimos bastante lejos de ello. El PSOE cuenta con 90 diputados, y Ciudadanos, con 40. La suma es de 130 diputados, aún a 45 de la mayoría absoluta necesaria para que Pedro Sánchez salga elegido en la primera votación de investidura. En caso de ir a la segunda, PSOE y Ciudadanos requerirían de la abstención de al menos uno de los otros dos grandes partidos de esta legislatura: PP y Podemos. Quizá por ello las medidas de Ciudadanos sean tan blancas: permiten que se sumen otros partidos al pacto sin demasiados conflictos.

¿Entraría el Partido Popular en el acuerdo?

Es la opción preferida por Ciudadanos. Las cinco reformas solicitadas por Albert Rivera requieren de modificaciones constitucionales por la vía simple, es decir, sin referéndum, disolución de las cámaras parlamentarias, elecciones y ratificación posterior del nuevo parlamento. Sin embargo, sí necesitan de la aprobación del Senado, controlado por mayoría absoluta por el PP. Ciudadanos se ha mostrado reacio a pactos que incluyan a Podemos y una abstención del PP y su inclusión en la reforma constitucional le agradaría.

Mariano Rajoy ha manifestado su deseo de una gran coalición, pero sólo si es él quien la preside.

Problema: el PP parece poco proclive a permitir la investidura de Sánchez. Sus portavoces han repetido que su opción sí pasa por la colaboración y el acuerdo entre PP, Ciudadanos y PSOE, pero no con Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno, sino con Mariano Rajoy, dado que la suya ha sido la lista más votada. Frente a unas posibles nuevas elecciones en las que el PP podría sumar nuevos votos y presentarse como el garante de la estabilidad de gobierno, el partido conservador tiene pocos incentivos para abstenerse aquí.

¿Entraría Podemos en el acuerdo?

Es la opción preferida por el PSOE. Mientras Rivera anunciaba las cinco medidas finalmente aceptadas por Pedro Sánchez, Podemos, Izquierda Unida-Unidad Popular y Compromís continuaban negociando. Esta tarde hay una reunión prevista a cuatro bandas entre las tres fuerzas del cambio y el PSOE. Las negociaciones paralelas de Sánchez con Rivera han desagradado a Podemos de forma notoria, aunque no han paralizado las conversaciones. Las exigencias de Ciudadanos no son líneas rojas que Podemos no pueda discutir, y su limitación al acuerdo de investidura y no de Gobierno facilita el proceso.

La formación de Pablo Iglesias aspira a entrar en el gobierno.

El escollo, sin embargo, surge de la voluntad de Podemos de cerrar un acuerdo de gobierno y no sólo de investidura con Sánchez. Ciudadanos ha manifestado en más de una ocasión su oposición a un gobierno donde entre Podemos. Por ahí, la estrategia de Sánchez podría pasar por incluir las medidas de Ciudadanos en el acuerdo con Podemos, Izquierda Unida-Unidad Popular y Compromís. Aún así, Sánchez aún tendría que negociar con Rivera su abstención pese a la presencia de Podemos en el gobierno. Es una jugada difícil para Sánchez, porque es la peor opción tanto para Podemos como para Ciudadanos. Pero es su apuesta.

La otra opción de Sánchez: abstención de Podemos. Algo descartado por Iglesias.

¿Qué otras opciones hay si esto no sale?

La buscada por Podemos: acuerdo entre las fuerzas del cambio y la búsqueda de abstenciones estratégicas por parte de las fuerzas nacionalistas minoritarias. El PNV podría acceder a algo semejante. La estrategia de Podemos, sin embargo, choca con la del PSOE en un punto: Democracia i Llibertad y ERC. Ambos partidos abogan por la independencia de Cataluña, y su abstención se juzga improbable si no hay un referéndum acordado de antemano. Ese punto, aceptado por Podemos, es muy improbable que sea del agrado de los barones territoriales del PSOE, opuestos a su mera mención.

Es la baza de Iglesias: vender todo pacto que no sea ese como una forma de gran coalición. O ellos o Ciudadanos. Ese es el dilema de Sánchez.


Imagen | Cordon Press

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